Capítulo 22

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Anthon.

Jenna y yo estábamos en su patio trasero, jugando con el perro blanco que encontramos en la calle, Jenna quería llevarlo a su casa, porque odiaba ver a ese pequeño en la calle, y yo también, así que decidimos llevarlo a su casa, lo bañamos, lo peinamos y ahora está impecable.

—¿Quién es el niño de mamá? ¡Tú lo eres tú lo eres!—Dice Jenna con voz melosa y chillona.

Awww.

—Vas a mal acostumbrar a Albus.

—¡QUE NO LO LLAMAREMOS ALBUS!—Me gritó.

Me crucé de brazos y saqué mi labio inferior.

—Mala.

-—Mala no, no quiero que nuestro hijo se llame un personaje de Harry Potter.

—Pero está perfecto para él—Señalé al perro con ambas manos.

—Vamos a llamarlo como yo quiera, porque lo digo, y lo sostengo.

—Lo encontramos los dos, tengo derecho de ponerle nombre también.

—Vamos a poner nuestro shippeo.

—Nuestro ¿Qué?

—Nuestro shippeo, es como una combinación de nuestros nombre, el nuestro seria Jethon, o Janthon.

—Janthon—Aún no estaba de acuerdo pero no quería peleas, me acosté en la manta con los brazos tras mi cabeza como almohada.

—Bien, Janthon te llamarás bebé, ¡Awww!, es tan hermoso, mirate, todo precioso.

Después de un rato, Janthon se subió a mi pecho y me tiró un pedo en la cara.

(...)

Dejamos el perro en la casa, mi suegro, Jenna y yo fuimos a una tienda de decoración de casas, fuimos a la área de marcos y puertas.

Ya que mi suegro me dijo que necesitan otra puerta, no sé que pasó exactamente pero algo me decía que Jenna tenia algo que ver en eso.

—Hola, bienvenidos, ¿En que les puedo ayudar?—Dice el chico castaño.

—Sí, me gustaría hablar con el gerente, es un amigo mío y lo llamé antes de venir.

—Claro, ya le aviso, ¿Cómo se llama?

—José.

—¿José?

—El que te cogió y se fue.

Este suegro.

Los tres nos reímos, menos el chico, que estaba un poco confundido.

Amo su inocencia, equis d.

—Ya—Parecía seguir sin entender, pero parece no querer preguntar—, está bien, iré a buscar al gerente—Dice y se va.

Mi suegro se voltea nos miró a mí y a Jenna.

—No repitan ese chiste, es malo—Nos advirtió.

—Tan malo como tu calvicie—Dice Jenna.

—Shhhh—Dice mi suegro.

—Ah, hola—Dice un señor gordo y con bigote.

—Hola amigo—Se abrazaron—, oye, tu empleado es nuevo ¿No?

—Sí, es nuevo.

—Soy Marco—Se presentó el chico, sin dejar de ver a Jenna, él tenía que alzar un poco la mirada para verla, ¡Já! Estúpido enano.

—Marco—Repetí.

Mhmm, se me ocurrió algo.

—Que tal marco—Dije yo, posándome al lado de un marco de una puerta apilada con otros marcos—, ¿Cómo va tu relación toxica con la puerta? Llena de astillas, lo sé, es difícil cuando los dos no son de la misma madera.

El amigo de mi suegro, mi suegro y Jenna se rieron, menos Marco, él me miró mal.

No Apto Para Parejas Normales 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora