Doctora Steele

CAPÍTULO 17

CAPÍTULO 17

ANA

¡Oh dios! ¡Estaba más emocionada que un niño en la mañana de Navidad! Con Christian era todo tan nuevo y emocionante... Rápidamente cogí uno de los trajes que había traído por si nos apetecía salir a algún lado, suspiré algo frustrada, esperaba que no fuera muy poco elegante para el lugar dónde me llevaría, pero ¿Qué podía hacer si no sabía dónde? Volví a suspirar, no me gustaban las sorpresas y sin embargo aquí estaba... Esperando ansiosa una de Christian, sonreí ampliamente, me preguntaba ¿Dónde me llevaría? Lo que si era seguro es que, me llevara donde me llevara, sería estupendo.

Una vez lista, me di un último vistazo antes de salir ¡Estaba perfecta! Después me aseguré que llevaba todo lo necesario en mi bolso, salí al salón para encontrarme con él, estaba allí de pie esperándome demasiado radiante y muy atractivo... Nada más verme, vino enseguida a mi encuentro, me agarró posesivamente de la cintura y me guió hacia fuera de la suite.

-¿Todavía no vas a decirme dónde iremos?- negó sonriente.

-Ya lo verás- me guiñó el ojo.

-Pero por lo menos puedes decirme si voy bien así... ¿Verdad?- Paré para que me mirara, él lo hizo profundamente, de arriba abajo, logrando encenderme con cada mirada.

-¡Vas perfecta...!- se relamió los labios y le di un ligero codazo antes de seguir caminando hacia el elevador.

-¡Christian!- me entrecerró los ojos mientras me seguía.

-¿Qué?- preguntó como si nada resoplé.

-¡No hagas eso!- tiró de mí hacía él y me acorraló contra la pared justo cuando llegamos al ascensor.

-¿Qué no haga que, Ana?- dijo susurrando en mi oído haciendo que soltara un gemido de placer, en mi pierna podía sentir su miembro excitado y deseoso por salir, pero no era el momento ni el lugar...

-Ya sabes a qué me refiero...- me mordí el labio intentando reprimir las ganas.

-La verdad es que no...- susurró de nuevo en mi oído mientras que alargaba el brazo al botón de llamada, tras presionarlo se separó de mí abruptamente justo antes de abrirse las puerta- ¿Vamos?- preguntó como si nada ofreciéndome su brazo, asentí entrecerrando los ojos ¡Ya se la devolvería luego! Tras cogerlo entramos al ascensor y me atreví a preguntar.

-¿Qué te pasa Christian?- me alzó una ceja.

-A mi nada...- dijo algo nervioso y lo miré recelosa.

-Te noto muy raro...- me pareció que tragó grueso antes de volver a contestar.

-Solo estoy emocionado de poder pasar esta tarde y noche en tu compañía antes de tener que volver mañana a casa- asentí no muy convencida.

-Está bien... - el me abrazó y besó ligeramente los labios.

-Ana, puedo asegurar que no es nada de qué preocuparse...- volvió a besarme- es más...-Me guiñó el ojo- ¡estoy convencido que te encantará...! – iba a volver a preguntar pero se abrió el ascensor, en ese momento fue cuando me di cuenta que estábamos arriba en vez de abajo- ¡Vamos!- tiró Christian de mi para que saliéramos ¿Qué iríamos a hacer aquí?

-¿Me traes a la terraza del hotel?- asintió muy contento y sonriente, yo en cambio estaba algo desilusionada, me apetecía salir fuera a pasear, pero viendo su cara de ilusión no me atrevía a decirle nada y le sonreí- Supongo que lo pasaremos bien- cogió mi mano y la besó.