Doctora Steele

CAPÍTULO 19

CAPÍTULO 19

ANA

Después de nuestra maravillosa velada me llevó casi a rastras al hall, una vez allí me dijo de ir al baño y no dudé en ir yo también. Después de nuestra caliente velada necesitaba retocarme un poco y sobre todo asegurarme que estaba más o menos presentable para salir.

Así que entré, procedí a hacerlo, una vez lista salí y tropecé con alguien, en cuanto fui a disculparme reconocí enseguida al chico que conocí anoche, él enseguida me sonrió, parecía bastante contento de verme.

-¡Hola preciosa! ¡No esperaba encontrarte aquí!- le sonreí.

-¡Hola!- no recordaba su nombre- La verdad es que yo tampoco...- ¿Iba tan borracha que se me había olvidado?

-Ayer ni siquiera me acordé de presentarme...- suspiré aliviada- me llamo Sam...- cogió mi mano y la besó- no recordaba si yo lo había hecho pero por si acaso me presenté también.

-Ana, encantada.

-Me alegro de verte de nuevo, no he dejado de pensar en ti y los problemas de los que me hablaste... ¿Conseguiste solucionarlo? - preguntó algo ansioso y asentí muy feliz enseñando mi anillo.

-La verdad es que salió mucho mejor de lo que esperaba...- al verlo su ánimo pareció decaer pero enseguida se recompuso.

-Me alegro mucho por ti...-tras mirarme fijamente siguió- Lo pasé muy bien anoche y me gustaría volver a repetirlo...- antes de poder contestar apareció Christian gritando como un loco.

-¿Qué demonios has querido decir con eso?- lo miró de forma retadora y Sam le ofreció su mano como si nada.

-Usted debe ser el afortunado...- él se quedó en shock, tras mirar alternadamente su mano y cara al final se la dio a regañadientes.

-Christian, el prometido...- dijo pasando su brazo por mis hombros y tirando de mi hacía él, viendo su comportamiento más que celoso decidí aclararle quién era...

-Christian, él es el chico del que te hablé...- le hice señas con los ojos para que entendiera y tras unos segundos pareció reaccionar.

-¿El que quería acostarse contigo?- dijo con bastante retintín en su voz, abrí los ojos de la impresión y me avergoncé.

-¿Qué demonios te pasa?- le pregunté bastante molesta y tras resoplar negó.

-Lo siento...- se quedó de nuevo mirando a Sam como retándose con la mirada, no pude evitar rodar los ojos.

-Debo aclarar que aunque en un primer momento era mi intención, solo estuvimos charlando como 2 buenos amigos...- aclaró Sam y le sonreí.

-Tiene razón Christian...- él resopló bastante más fuerte de la cuenta antes de volver a hablar.

-Me alegro mucho... Aunque me gustaría charlar un rato más ahora mismo tenemos que irnos...- dijo de bastante malas maneras y le entrecerré los ojos.

-Christian, estas siendo muy grosero.

-No lo creo- me interrumpió sin apartar la mirada de Sam, éste me sonrió.

-No te preocupes Ana lo entiendo perfectamente...- me guiñó- si yo tuviera una prometida como tú no dejaría que otro se acercarse- le sonreí.

-Gracias.

-¡Será mejor que nos vayamos ya! - dijo entre dientes Christian, aunque no había motivos parecía bastante molesto así que lo mejor era hacerle caso para no acabar malamente nuestra noche.