Doctora Steele

CAPÍTULO 26

CAPÍTULO 26

ANA

¡Oh dios! No podía creerlo... Si ya de por sí era increíble imaginar a mis padres separados, esto era surrealista ¿Un hermano? ¿Cómo era posible que no me hubieran dicho nada hasta ahora? ¿Y si yo...? Sacudí la cabeza fuertemente ¡No podía ni imaginarlo! Christian condujo todo el camino en silencio dándome mi espacio, cosa que le agradecía enormemente. Ahora mismo tenía la cabeza a punto de estallar y por mucho que intentara retener las lágrimas éstas escapaban sin control... Una vez que llegamos estacionó y esperó en silencio...

-¿Estás mejor?- negué, él me ofreció un pañuelo- Ten...- lo cogí para limpiarme la cara, pero mientras más lágrimas quitaba más salían... Siempre pensé que mi relación con ellos era lo suficiente estrecha y unida para saber todo los unos de los otros... Bueno sólo si dejamos de lado mi adicción, cosa que no era para ir contando por ahí... ¿Podría ser esto para ellos como el sexo para mí? Pudiera ser... Pero sigo sin entender porque tanto silencio al respecto...- ¿Subimos a casa?

-Si... Vamos...- bajamos del coche y me llevó en silencio cogida de la cintura durante todo el trayecto, una vez en casa le di la llave y abrió guiándome a la habitación. Era la primera vez que me sentía así... Cuando llegamos a la cama, me separé para desnudarme... No podía dejar de darle vueltas al asunto de mi hermano ¿Quién podía ser? Seguramente alguien del entorno de mis padres... Suspiré bastante ofuscada, realmente no convivía mucho en su mundo para poder adivinar quién era ya que fuera del trabajo tenía el mío... Uno que obviamente también les ocultaba...

-¿Te apetece una taza de té?- negué mientras me metía en la cama y le hacía señas con la mano justo a mi lado para que se acostara- Voy a quitarme la ropa, enseguida estoy contigo...- dijo antes de entrar al baño... ¡Yo debería lavarme los dientes pero ni ganas me quedaban...! ¡Mierda! Cuando salió con sólo sus bóxer no pude evitar relamerme los labios y desviar mi atención a otra cosa - ¡Bien, ya estoy aquí!- se acomodó justo a mi lado y cuando estaba totalmente acostado me senté encima...- Ana...- susurró entre preocupado y caliente- ¿Crees que sea buena idea?

-Buena no... ¡Excelente!- susurré llena de deseo mientras pasaba mi dedo por todo su torso hasta alcanzar esos bóxer tan sexy y meter el dedo para rozar su gran miembro que no tardó en responder.

-¡Joder!- gimió, necesitaba saborearlo y perderme en el placer para olvidar... El sexo siempre me ayudaba con todo... Así que comencé en el lóbulo de su oreja para ir bajando poco a poco regando besos hacía su boca, una vez en ella agarró mi pelo para acercarme y besarme con pasión ¡Dios! ¡Nunca un hombre había despertado en mi lo que Christian había conseguido! - ¡No puedes imaginarte lo que te amo!

-Yo también...- aparté suavemente sus manos para seguir mi camino lentamente hacia abajo, una vez que alcancé sus bóxer procedí a quitárselos bajo su atenta mirada... ¡Su penetrante mirada sobre mí me excitaba sobremanera! Una vez liberado lo agarré fuertemente con una mano mientras con la otra acariciaba su base, llevando el ritmo junto con mi boca, pero esta vez era más rápido de lo que normalmente hacía ¡Necesitaba probarlo ya!

-¡Ana...!- gimió antes de culminar y lo saboreé más que gustosa, en cuanto quedé satisfecha se enderezó y nos hizo cambiar posiciones- ¡Mi turno!- tras casi arrancar mi sujetador y tanga comenzó a saborearme como hice con él previamente- ¡Eres más que exquisita!

-¡Christian...!- cuando alcanzó mis pechos los juntó con ambas manos para poder chupar ambos pezones a la vez, cosa que no hizo más que aumentar mi deseo ¡Necesitaba un orgasmo ya! Así que mi mano fue directamente a mi clítoris pero enseguida Christian la apartó.