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Leslie:

—Bueno, a ver me estás diciendo que ¿le hablaste a Emma y qué casi te desmayas en el intento?.

Martín suspira de manera pesada, y tira su cabeza hacia atrás, hace ese gesto cuando me ha explicado algo tantas veces, que su paciencia se torna nula.

¿Qué?. Si, soy de las personas que necesitan detalles y saber hasta lo último que comieron, bueno no, tanto así no...

Aúnque...

Está bien, regresemos al tema principal. Martín se cruzó a Emma ayer en la noche, cuando iba a su casa. Habíamos hablado de todo, como siempre y decidió irse tarde, más de lo usual. Así que en el camino vió a Emma, no sabe de donde salió el valor, pero se paró en frente de ella.

—Ella sólo me miraba Les, con su preciosa sonrisa y sus hermosos ojos. ¿Y qué hice yo?. Tartamudear. Sudar como un maldito cerdo y casi desmayarme. Obviamente, ella se asustó y con su amable sonrisa, me dejó parado allí como un idiota inmenso —yo sólo acaricio su brazo para reconfortarlo, porque no sé que decirle.

Estámos sentados en el salón de clases, aún no llegó la profesora de literatura y sólo estámos nosotros dos. Es difícil para mí aconsejarlo, ya que, estoy en una situación similar con Riley.

Ahh Riley, recuerdo su actitud.

Él iba a decirme algo cuando llegué. Me sorprendió de sobremanera verlo en donde yo siempre me siento para entrar al colegio. Cualquiera diría que me estába esperando, pero suena utópico, son tantos los deseos que tengo de que él se fije en mí, que cualquier cosa hecha por él, fuera de su rutina habitual, me parece extraña e ilusiona en demasía.

Suspiro largamente, mi amigo me observa fijamente y dice algo que me deja con la mandíbula en el piso:

—Lamento haber arruinado tu casi beso Les, de verdad sé que me odiaras, bueno Richardson seguro que lo hace.

—¿Q-qué?. ¿A qué te refieres?.¿Qué beso,Martín?.—él alza una ceja y me mira como diciendo,"¿es en serio?".

—Vamos cariño, ¿en serio no sentiste cómo lo tenias pegado a tu cuerpo y tan cerca de tu boca qué casi podía mimetizarse contigo?. Leslie creí que eras más inteligente. —lo miro entrecerrando mis ojos.

—Estás en un error, él no iba a besarme, yo sólo le estába agradeciendo lo de ayer y él, me estába por decir algo, pero justo llegaste tú y...

Abro los ojos de par en par, maldición. ¿Qué iba a decirme Riley?.

Creo que voy a hiperventilar. Estába tan pérdida mirándolo y en un estado de verborragia tan grande, que sólo ahora me doy cuenta de lo sucedido.

Me paro de golpe para ir en busca del chico de ojos felinos, pero suena el timbre para entrar a clases. Suelto el aire que no me di cuenta que retenia y me siento con desgarbo en mi silla.

—Búscalo luego Les, pero de verdad, lo tienes comiendo de tu mano y no te has dado cuenta, todos están hablando de eso. ¿No lo sabias?.

Miro a Martín y frunzo mi ceño, no entiendo como es que él lo sabe y se lo pregunto: —Redes sociales Leslie, no dejan nada a la imaginación y nadie tiene vida privada.

Martín se encoge de hombros y saca los libros que usamos en clases. La profesora entra apurada y malhumorada como siempre. Todos vienen detrás de ella y se sientan cada uno en sus respectivos lugares.

Violet Green, si toda una contradicción en si misma, sus padres deben haber tenido mucha imaginación o no tanta, o de última estaban muy drogados.

Todo por sus besosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora