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Leslie:

Llegamos al día miércoles. Día de deportes. Las chicas por un lado, los muchachos por el otro. Dos horas dura la clase. La primera hora las porristas practican, la segunda hora los profesores nos ponen a trabajar a todos juntos.

Generalmente, la profesora les presta atención a las rubias de poco cerebro, no me malentiendan, no me gusta discriminar; sin embargo Tiffany y su grupo de secuaces sin cerebro me hacen la vida de cuadritos. No entiendo por que se ensañan de esa manera. Tampoco es que me puse a preguntarles, es una pérdida completa de tiempo.

Suspiro audiblemente por que soy una de las pocas que no está en el equipo, no es por que no tenga flexibilidad o no sea buena haciendo piruetas.

Increíblemente, tengo talento en eso, sucede que como ya dije, Tiffany me odia, así que cuando hice las pruebas para ingresar al grupo, por razones obvias, me rechazó. La profesora sabe que soy excelente, pero ciertamente, la señora Figgins no quiere lidiar con los berrinches de niña chiquita de la blonda siliconada.

—Una vez más por favor. ¡Alexis dobla más esa rodilla!. ¡Tiffany endereza ese brazo!. ¡Heather presta más atención y escupe esa goma de mascar, no quiero salir corriendo con una ahogada!.

Ruedo mis ojos, por que aúnque siempre ganen las competencias escolares, se comportan de forma desinteresada.

Ellas sieguen prácticando, mientras la profesora se sienta a mi lado y suelta el aire, la noto cansada. Si bien no es fácil lidiar con esta manada de niñas sin aficiones, me doy cuenta y observo que Katherine, así se llama, tiene ojeras muy oscuras y está más delgada de lo habitual.

Es una mujer muy hermosa, tiene unos bellos ojos verdes y su melena rubia, resaltan siempre que la ves, sus labios son pecado para cualquier hombre y mujer que tengan sangre en las venas. Yo quiero ser cómo ella cuando crezca. Sonrío por esa idea loca. Sacudo mi cabeza y me giro para preguntarle:

—¿Profesora,se encuentra usted bien? —gira su rostro hacia mi y me da una dulce sonrisa, pero una cansada, como si ese pequeño acto le costara más que cualquier otra cosa.

—Si Les, estoy bien cariño, no te preocupes. ¿Sabes?, estoy pensando en realizar nuevas pruebas para el equipo. Quiero que tú participes en ellas.

Frunzo mi ceño ya que no puedo creerlo, yo pensé que el equipo estába bien así como está. Rasco mi frente por que no entiendo a que se debe que haga ésto tan repentinamente.

—No entiendo, yo creía que así estaban bien, han ganado varias competencias. Las chicas lo hacen muy bien, bueno quizás en las prácticas no se toman todo seriamente, pero cuando participan...

—Es que necesito nuevas rutinas, sé que tú tienes excelentes ideas. Tiffany y el resto de las chicas, se encargan de seleccionar quien se queda y quien no, pero ésta vez, daré yo mi voto final. Ella sabe que eres muy buena, sólo que sus celos la ciegan y no admite que te necesitamos.

Mis labios han formado una linea recta. Claro que quiero participar en esto, pero se que me harán la vida miserable. Más todavía, si eso es posible.

—Participaré, aúnque sabe que cabe la posibilidad de que Tiffany y varias de las otras chicas, pensarán renunciar. Estoy segura que querrán irse o peor aún, me harán sufrir como niña chiquita.

—No te preocupes por eso, Tiffany ama ésto, no se irá, ella lamentablemente si te hará pasar un tormento, pero sé que se tragará su orgullo y luchará por su lugar.

Muerdo mi labio inferior. Sé que esto será desastroso, no hace falta ser muy inteligente para saber que hará un escándalo de exageradas dimensiones.

Todo por sus besosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora