Sonia:
Y allí me encontraba yo de nuevo, donde empezó toda esta historia, en el Percian, pero esta vez no era Natalie quien me acompañaba, si no Emily. Llevaba puesta una falda estrecha negra, un top fluorescente en rosa y unos altos tacones del mismo color. Ni siquiera me había molestado en mi pelo, simplemente me hise una trenza. Emily iba igual que yo sólo que ella iba en amarillo y con su roja melena suelta.
-¿Bailas?-Me preguntó un moreno de ojso negros. Negué dándole a ver que estaba con Emily.
Ella me siguió el juego y me cigó de la cintura. Él asintió dando a ver que lo entendía.
Sé que pareceré la persona más mala del mundo estando de fiesta cuando hacía un mes que la única persona a la que quería en este mundo se había ido a vivir a Argentina para seguir allí con su negocio en la sede que habían abierto allí, sí, el narctráfico. Yo llevaba el me entero en mi despacho sin salir de allí, a veces buscaba la forma de sacar a Harry quien ya incramente a vece creía que no estaba vivo, pero a vece me ponía con formularios o encargos. La mayor parte la pasaba buscando la manera de hacerme con todo. Ahora que Liam no etaba, lo que quedaba del Sur que no era mío estaba libre, y lo iba a hacer mío. Me daba pena de Niall, porque lo iba a pasar mal.
Pero ahora me encotraba en medio de mi discoteca con mi única amiga.
-¡¿Copa?!- Me dijo Emily sobre la múscia. Yo asentí y cogí su mano caminando hasta la barra.
El barman era un chico joven, guapo y musculado. Su cabello castaño estaba peinado hacia arriba haciendo un ligero tupé a conjunto con sus ojos grises. Yo le sonreí pícara y él se acercó a mi mientras hacía un coctel.
-¿Que quieres preciosa?-Me preguntó terminando el coctel.
-Dos tequilas.-Dije retando a Emily. Ella asintió.
-Hecho.-Dijo él chico dándose la vuelta.
Emily me miró con la boca abierta eñlando el trasero bien puesto del chico. Yo solté una cacajada y el chico e dió la vuelta.
-Limón, sal y tequila guapas.-Dijo colocandolo sobre la barra.-Y mi número.-Susurró elevándose sobre la barra y cogiendo mi mano. Apuntó un número en esta y besó mi mejilla yendose sin despedirse.
-¡¿Qué coño?!-Exclamó Emily riendo. Yo choqué su mano y nos bebimos el chupito.
Nos miramos y cogendonos de la mano decidímos subir al reservado. Habían algunos amigos y amigas de Emily que yo conocía de vista. Josh estaba allí puesto que ahora me seguíaa todos lados. El rubio de ojos claros se había puesto en forma y había cambiado su estilo a uno más... "macarra".
-Hola guapísima.-Me saludó una chica rubia, la hermana de Em.
-Hey.-Le dí dos besos y me senté en aquel sillón de cuero blanco.
Un chico de tez morena y pelo oscuro se sentó a mi lado.
-¿Tan sóla princesa?-Dijo poniéndose meloso.
-Sí, por algo será.-Dije ignorándolo.-Así que déjame.-Él negó y se acercó a mi oido.
-Nunca me rindo cuando quiero algo.-DIjo antes de levantarse e irse.
Alcé los hombros dándome exactamente lo mismo. Emily vino corriendo y se senó a mi lado.
-Era Kevin, es mi primo, es de California, lo habrás notado por su bronceado.-Dijo ella dándole más importancia de la que tenía.-Y te puedo asegurar que le has gustado.-Dijo moviendo su cuerpo.
-Me da igual Em, no me interesa estar con nadie, ni ahora ni nunca.-Dije en tono amargado.
-Vamos, no puede esperar al imbécil ese toda la vida.-Dijo ella refiriéndose a Liam. Yo tragué un nudo y bajé mi mirada.-Sonia vamos, no te hundas.