Capítulo 12.

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Stuart

El cumpleaños de mamá sería mañana, y nadie en la familia sabía que regalarle puesto que mamá era muy conformista pero por alguna extraña razón ahora le dio por pedir buenos regalos con el propósito de que tuvieran algo sentimental y que a ella le gustarán. Por supuesto que yo no quería regalarle nada pero estaba obligado.

Hoy se cumplía una semana desde la revolcada que le habían dado a Molly, y volvió a ser suspendida por otra semana. Pensé que la expulsarían pero el director por alguna razón se apiadó de ella (tal vez por su cara toda destrozada) y ahora Molly volvería una semana después que yo. No es que sintiera lástima por ella, pero a este paso reprobaría el semestre.

Lo que sea, no pienso ser el del peor regalo, ese puesto ya lo tiene papá, siempre da muy malos regalos. Cuando cumplí ocho años me regaló una tarántula sabiendo que yo les tenía fobia, pero según él teniendo una como mascota me haría perder el miedo. Gran error, la tarántula se escapó de su vitrina, me mordió, terminé en el hospital con una mordida horrible en la cara, me hinché como una pelota, y estuve internado por dos días. Papá para no sentirse tan culpable, me dijo: "—No te sientas mal, Stu. Ahora eres el hombre tarántula, te saldrán pelos por todas partes y tendrás como ocho ojos—", lloré por una semana completa.

Sacudí todo mi cuerpo tratando de olvidar aquellos momentos tan traumáticos de mi infancia.  Elliot ya le había comprado un regalo la semana antepasada, incluso papá ya le había comprado algo también. Ni uno de los dos aguafiestas me quiso decir que le habían comprado porque según debía ser algo que a mí me naciera.

Tal vez debería regarle una carta agradeciéndole que haya engañado a nuestro padre, y nos haya abandonado a mi hermano y a mí para ser feliz con otra familia.

Es algo que a mí me nace regalarle.

Lo único que me ilusionaba por ir a la fiesta de mamá es que vería de nuevo a Chloe. Era nuestra hermanastra, pero adoraba a esa niña. Ella no tenía la culpa de que sus padres fueran unos infieles y desleales amigos rompe familias. Era un ser demoníaco de enormes coletas rubias que adoraba romper las cosas de sus padres, hacer travesuras, y usar su sarcasmo para escapar de situaciones que la inculpaban.

La quería.

Estaba preparando un sándwich de mermelada cuando escuché que Roseanne venía bajando las escaleras. Me tensé de inmediato.

Había olvidado por completo que estábamos solos. Solo ella, y yo. Elliot había salido, dijo que iba reunirse con su grupo de marihuanos adictos al anime, y skaters. Pero lo olvide por el simple hecho de que cuando me avisó que saldría yo estaba ocupado jugando Call of Duty.

Ahí se notaba cuánta atención le presentaba a mi hermano menor.

Inhale aire con frustración, y comencé a untar la mermelada en mi sándwich con tensión.

— ¡Oh! Stuart, que sorpresa. No sabía que estabas aquí.

— Es mi casa.

— Sí, pero nunca sales de tu habitación. Siempre estás encerrado en tu guarida.

— Y siempre que salgo de mi guarida curiosamente tú también lo haces. — Tomé el cuchillo, y partí en dos el sándwich.

𝑺𝑨𝑹𝑪𝑨𝑺𝑻𝑰𝑪 𝑳𝑶𝑽𝑬 ♡ 𝑆𝑡𝑢𝑎𝑟𝑡 𝑇𝑤𝑜𝑚𝑏𝑙𝑦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora