𝑺𝑨𝑹𝑪𝑨𝑺𝑻𝑰𝑪 𝑳𝑶𝑽𝑬 ♡ 𝑆𝑡𝑢𝑎𝑟𝑡 𝑇𝑤𝑜𝑚𝑏𝑙𝑦

Capítulo 28.

Molly

Sonreí forzadamente cuando Stuart me preguntó la razón de la que vine a verlo, y mi nerviosismo volvió a mí. Estaba demasiado nerviosa para invitarlo a la fiesta, no sabía cómo reaccionaría, si tenía un poco de miedo a que me rechazara, pero creo que tenía mas miedo a la otra alternativa; que aceptará mi invitación.

Sabía que sólo sería una salida de amigos, y que era de lo más normal invitar a tu 'amigo' a una fiesta, pero Stuart no era el típico amigo que todos podían tener. Él era diferente, y eso me agradaba. Ambos éramos diferentes, lo cual hacía que nuestras personalidades chocarán y tuviéramos muchas pero MUCHAS diferencias, pero eso me... Me gustaba.

Me gustaba ser amiga de Stuart, y quería seguir hablando con él, bromeando con él, discutiendo con él. Me gustaba tenerlo cerca, y no quería alejarlo por este miedo que crecía dentro de mí. Porque sabía que ese miedo provenía de los sentimientos que se intensificaban cada vez que sus ojos color miel se encontraban con los míos por los pasillos, y la sonrisa de lado que formaba en sus labios cada vez que yo decía una idiotez.

Él era tan guapo, tan ególatra, tan sarcástico, tan divertido, tan listo, tan petulante, tan... Tan nerd, tan engreído, tan gracioso, tan lindo, él era tan... Él.

Sus pestañas largas y negras solo resaltaban la belleza de sus ojos miel, los lentes negros caían sobre su nariz respingada, y sus lunares en sus mejillas solo remarcaban más su rostro atractivo. Y su cabello... Su cabello oscuro que a veces parecía negro dependiendo la luz.

Stuart pasó repetidamente su mano con movimiento por mi cara para traerme a la realidad de nuevo. — Molly, ¿Sigues aquí?

Parpadeé varias veces recordando el lugar en el que estaba, y que estaba pensando en Stuart, teniéndolo a él delante de mí. — Perdón... Es que me quedé pensando en algo.

Torció los labios ligeramente. — ¿Qué es lo que querías preguntarme?

Sus labios rosados parecían un corazón delgado, y aparté la mirada de ellos. — ¿Te gustan las fiestas?

Aquello le dio gracia. — ¿Qué si me gustan las fiestas? — asentí — por supuesto que no, pero me gusta emborracharme.

Reí sin ganas. — Bueno... Me invitaron a una...

— ¿A la fiesta de Paulette? — yo lo vi con los ojos abiertos — sí, una de sus amigas me mandó invitación, y también me dijo que me estaría esperando en una habitación — bromeó divertido, y yo solo hice una mueca que pretendía ser una sonrisa — ¿Por qué preguntas?, ¿Vas a ir?

— Si, iré con mis amigas.

— Bien por ti, espero que no se peleen ahí.

Jaja, que gracioso.

— Si, yo también lo espero. Uhm, ¿Piensas ir a la fiesta? — hizo una mueca con desaprobación.

Pinche suerte del carajo que tengo.

— No, no tengo humor de fiestas. Además, un día después de la fiesta tendré una horrible cena con toda mi familia por el cumpleaños de mi abuela.

Intenté verme de lo más natural porque ya no tenía el atrevimiento de invitarlo, y quería olvidar el tema de la fiesta.
— Oooh, ¿Cuántos años cumplirá tu abuela?

— 85 años, aunque en realidad no se porque le seguimos celebrando su cumpleaños. Todos los años se queja de que ya no celebremos porque solo le recordamos su vejez y su falta de sexo, y que siempre pide de deseo de cumpleaños morirse.