NARRA JULIA

1.2K 41 5
                                    

Me despierto en una habitación blanca. Me duele mucho la cabeza y el cuerpo lo tengo adolorido, me acuerdo solo de cuando me trajeron aquí y me dormí... ¿cuanto tiempo llevo dormida?
El doctor entra por la puerta y me observa.

-¿Que tal Julia? ¿Te acuerdas de algo?

-No, la verdad es que no ¿como dices que me llamo?

-Julia... ¿No te acuerdas?

-No... estoy cansada y antes me quede dormida.

-¿Antes? Julia... llevas casi dos años en coma...

Me quedo mirando la habitación sin decir nada...

-¿Estas seguro? Yo recuerdo a verme dormido antes...

-Es normal que te creas eso, para ti han pasado como horas o como mucho un día. Venía para decirte que la policía está a fuera y quiere hablar contigo.

-¿Conmigo? Si claro...

-Perfecto, les digo que entren.

Me doy cuenta de que en la habitación hay peluches y flores ¿quien me lo habrá traído? ¿Mi padre? ¿Mi madre? ¿Tendré hermanos? ¿Y pareja? Me empiezo a poner nerviosa y de tanto moverme la vía del suero me hace daño.
La puerta de la habitación se abre y entra un hombre, un muchacho alto con el pelo castaño oscuro y ojos claros.

-Buenas -se acerca- soy Miguel, agente de la policía. Vengo a hacerle una preguntas.

-Para que vas a perder tu tiempo... no me acuerdo de nada.

-De eso se trata -me sonríe- de que intentes recordar algo.

-No quiero ¿si? No se me apetece... déjame en paz... -me pongo nerviosa-

Intento quitarme la vía pero me hago daño.

-Eh... Eh... tranquila Julia ¿si? Te vas a ser daño. Por favor relájate.

Al mirarle a los ojos, sin saber el porqué, una especie de tranquilidad invade mi cuerpo.

-¿Sabes donde está mi familia?

-No...

-¿Como que no? ¿No tengo a nadie? Eso es imposible -me siento en la cama- a alguien tengo que tener ¿si?

-Lo siento pero no -se sienta en el sillón y se acerca- no sabemos nada de tu madre Julia, ni del resto de tu familia.

-Disculpad -nos interrumpe una enfermera- me tengo que llevar a la paciente arriba a por unas pruebas.

El policía asiente con la cabeza y se pone de pie.

-Esta bien, pero les acompaño.

-No, no puedes, lo siento.

-Señorita tengo que vigilar a esta paciente así que voy con vosotras.

La enfermera se le queda mirando y me ayuda a sentarme en una silla de ruedas, pero, disimuladamente se acerca a mi y me dice algo en el oído.

-Mas te vale disimular y convencer al policía de que no entre con nosotras.

Me quedo inmóvil en la silla y Miguel se queda en la puerta esperando a que salgamos, le miro a los ojos y otra vez vuelve la tranquilidad en mí, me sonríe y mira a la enfermera.

-Cuando quieras -se dirige hacia ella-

Subimos en ascensor y el silencio que se forma es bastante incómodo hasta que el policía decide romperlo.

-¿Y que pruebas tienen que hacerle a Julia?

-Una resonancia y varias radiografías.

-Ah... pensaba que ya estaban hechas.

-No...

-Yo vi al médico precisamente con unas pruebas antes de entrar a la habitación.

-Serán otras...

-¿Porque tienes una mascarilla en la cara? -Sigue Miguel con las preguntas-

-Pues porque estoy resfriada y se lo puedo pegar al paciente...

Una vez que llegamos que por cierto se hace eterno y el ascensor se abre la enfermera sale rápido de allí corriendo y tirando me de la silla...

-¡Mierda! -grita el policía- ¿Estas bien Julia?

Me quejo ya que me duele el pie, Miguel me coge y paso mis brazos por su cuello, quedando abrazada a él.

-Me duele mucho el pie Carlos -me quejo de nuevo-

-¿Carlos? -se me queda mirando-

-Lo siento se me vino el nombre solo supongo que será alguien que conozco ¿no?

-Supongo -sonríe- Tranquila ¿si? Ya te llevo abajo.

Una vez que estamos abajo Miguel me deja en la cama y se dirige hacia el médico.

-¿Se puede saber porque cojones no hay más guardias aquí? -le dice gritando- ¿y se puede saber porque cojones no os dais cuenta de que había una enfermera infiltrada? -grita más-

-Yo... lo siento...

-Quiero una lista con los nombres de todas las enfermeras que van a trabajar en estos días y que lleven puesto su nombre ¿entendido?

-Si claro... ahora mismo lo ordenó.

-Julia se hizo daño en el pie. Voy a dejarla aquí contigo que tengo que hacer una llamada, ahora vengo ¿vale Julia?

-Si

-Si te pasa algo grita mi nombre... Miguel o Carlos, como prefieras. -me sonríe y me guiña un ojo haciendo que me sonroja-

El doctor me mira el pie y tengo un pequeño esguince... unos cuantos días con el pie vendado y listo. Al rato entra Miguel y me hago la dormida. Noto como se acerca y me va acariciando la mejilla, me coge la mano y me da un suave beso.

-Ay Julia -me vuelve a besar- no sabes lo que te hecho de menos y cuánto me cuesta disimular y no poder decirte nada, lo que daría ahora mismo por abrazarte y que supieras que en verdad no estás sola y que me tienes aquí, es tan injusto todo esto, es tan injusto todo lo que te ha pasado. Maldito fue aquel día, aquel día que jamás voy a olvidar, pero te juro que voy a encontrar a quien te ha hecho esto y se va a podrir en la cárcel...

Sin poder evitarlo unas lágrimas salen de mis ojos...
Y me quedo dormida...

Esta historia entre tus dedosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora