NARRA JULIA

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Me despierto desnuda en esta cama que es desconocida para mí y veo que Carlos no está. Me levanto enrollándome las sábanas y lo veo en la bañera. Me vuelvo a desnudar y sin pensármelo me meto en la bañera quedando Carlos detrás de mí.

-Perdón por dejarte sola -se aparta un poco- pero no podía dormir...

Me doy la vuelta para poder besarle... pero no me deja.

-¿Eres Carlos verdad? ¿Por eso no te gusta cuando te hablo de "él"

-No... soy Miguel.

-¿Por qué me sigues mintiendo? Eres Carlos joder... lo sé.

-Piensa lo que quieras Julia ahora mismo mi deber es protegerte...

-Ya claro... pero bien que te acuestas conmigo.

Carlos se levanta de la bañera enfadado, se seca y se empieza a vestir.

-Lo que ha pasado hoy no está bien y no se puede volver a repetir...

-Eres un capullo...

-¿Si? Seré un capullo pero te estoy salvando la vida... es mejor que descanses porque mañana madrugamos.

-Vete a la mierda...

Salgo de la bañera también enfadada y le doy un empujón para salir del baño.

-Si tan poco te importo porque me persigues...

-Solo iba a salir de la habitación -se acerca un poco más a mí- creída... -se ríe y se va-

Me visto con una "malaleche" en el cuerpo que no me aguanto ni a mi misma. Salgo al salón y me siento en el sofá.

-¿Quieres cenar? -me pregunta Miki-

-No... gracias.

-Uff no se si tengo que cuidar a una mujer de 23 años o a una adolescente -dice en voz alta Miguel-

-No tengo hambre y tampoco tengo ganas de verte la cara ¡gilipollas!

Miki se queda en mitad del salón parado sin saber que decir y yo me dispongo a salir de esa casa.

-Eh... eh... -me coge del brazo Miguel o Carlos... ya no se ni como llamarle- Tu de aquí no sales.

-¿Y que vas a hacer? ¿Obligarme?

-Te recuerdo que estás en protección y que mañana tienes que salir de este país para que no te maten.. pero bueno.. tú sabrás lo que quieres hacer...

-Que mas te da ¿no? No es la primera vez que me dejas que me vaya...

-¿Como?

La mirada de Carlos cambia completamente y en su rostro se puede ver el enfado.

-¡No vuelvas a decir eso Julia! ¡No tienes ni puñetera idea! -grita-

-Vamos a relajarnos ¿si? -interrumpe Miki- os recuerdo que hay una niña pequeña y se va a asustar.

Y efectivamente la "peque" empieza a llorar y se va hacia Carlos para abrazarle... este la coge y se va con ella para el sofá, relajándola. Yo me quedo parada en la puerta sin saber que hacer pero la mirada de Miki me relaja y me siento en el sillón.

-Toma tápate -me da una manta Miki- hace mucho frío.

-Gracias -le sonrío- la verdad es que si que hace frío.

-Si necesitas algo o te entra hambre, llámame ¿si? -me sonríe-

-Vale, gracias.

                            NARRA CARLOS
Miro la situación que hay ahora mismo entre Julia y Miki y me quedo flipando con esté. ¿A que viene este cambio y porque ni si quiera me mira? Será idiota. La pequeñaja se queda dormida abrazándome pero una llamada de mi jefe me obliga a ponerla en el sofá, la tapo, le doy un beso en la mejilla y sin quejarse sigue durmiendo.

-Dime jefe ¿ha pasado algo?

-No, tranquilo Carlos era solo para decirte que va camino para la casa una nueva compañera ¿vale? María. Estoy más tranquilo si sois tres en vez de dos.

-Está bien jefe lo que tú digas, aquí la espero.

-Con lo que sea me llamas.

-Si...

Colgamos y vuelvo al sofá para ver cómo sigue la peque. Julia sigue sentada en el sillón y ni si quiera me mira, en la cocina veo como Miki prepara una bandeja de comida y se la lleva a Julia. Me levanto para irme a la habitación pero justo en ese momento llaman al timbre y Miki se queda mirando.

-No te preocupes -le hablo con tono vacilon- Es nuestra nueva compañera.

Abro la puerta apoyándome en el quicio y me encuentro con una muchacha un poco alta pero no tanto... melena negra que le llega hasta la cintura y unos ojos marrones claros que sin quererlo me quedo mirando.

-Hola -sonríe- soy María, encantada...

-Hola -sonrío también- soy Carlos, encantado también -le guiño un ojo- pasa.

Disfruto a ver la cara de Julia y no puedo evitar soltar una risa, Miki se queda mirando también.

-Bueno Miki -le doy un toque en el hombro- sigue cuidando a Julia que ya me encargo yo de María... esto te pasa por gilipollas -comento lo último bajito-

Me dirijo hacia la cocina y María me sigue.

-¿Tienes hambre?

-Así que... ¿tú eres Carlos? -me mira-

-Aja... -sonrío- ¿por?

-¿No te ha dicho nada el jefe? -me pregunta con vergüenza- Yo la verdad es que no he hecho esto nunca y llevo poco aquí...

-No te entiendo... ¿el que me tiene que decir?

-El jefe ha decidido que nos hagamos pasar por novios... igual que Miki con Julia para que cuando nos mudemos a Canadá nadie sospeche...

-¿Ah si? -me acerco más a ella- ¿y porque tanto miedo entonces? -sonrío- te prometo que soy bueno...

Me acerco un poco más a ella y empiezo a besarla suavemente, María me sigue el ritmo así que sigo besándola hasta que siento un poco su lengua y paro...

-No... no... -le susurró bajito en el oído- nada de ser mala...

Está empieza a respirar agitada y le doy un beso en la mejilla.

-Anda ven -la abrazo para relajarla- vamos a cenar...

Esta historia entre tus dedosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora