EL LADO OSCURO DE STARK

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Después de cometer terribles actos durante tantos años, Tony Stark comenzó a reflexionar sobre todo lo que hizo, no por que quisiera, sino porque eso es lo que su esposa e hija hubiesen querido, el sabia aquello y tenía que hacerlo por ellas. No obstante algo había cambiado en el, y no de buena manera.

Comenzó como voces en su cabeza, susurros diciéndole cosas. No eran muy perceptibles, sin embargo eran aterradores. Aquellas voces eran una misma, hablando distintas cosas. Luego empeoro cuando pesadillas invadían su tranquilo y sereno sueño. Pesadillas que atormentaban a cada minuto su mente, que no le dejaban ni siquiera poder disfrutar del movimiento de las hojas siendo golpeadas levemente por el viento, no podía disfrutar algo teniendo un parásito en su mente.

Los problemas comenzaron desde que salió de prisión, al fugarse y huir los problemas a su mente llegaron. Quería respuestas, aunque nunca encontraba algo referente a sus condiciones. Su opción mas cercana y posiblemente confiable era el Doctor Strange. Meses después de combatir con su antiguo equipo, busco a Stephen en cada rincón del mundo. Se había abastecido de muchos materiales que consiguió por traficantes del mercado negro aún intacto, pero muy seguro; y con todo ello recreo sus trajes, construyo un laboratorio y un propio hogar.

Más tarde ya; encontró a Strange en Hong Kong. Lo ha estado ayudando desde entonces, no obstante Stephen estaba mas concentrado en otra cosa; cosa que lo dejaba con más preguntas y pocas respuestas, la necesidad de ayudar a Stark era grande, pero se desviaba de una amenaza que pronto actuaría en la tierra. Estaba centrado en reunir a su antiguo equipo; los vengadores.

Conforme pasaban los días, Stark y Strange tomaron caminos separados. Tony aun quería respuestas y luego tuvo una teoría; tal vez la gema del espacio podía tener algún tipo de recurso en su interior que mantuviera al futurista con una vida fuera de peligro. Y con desesperación lo quería, pero no era hasta esos días que vio a su antiguo equipo robar esa piedra azul brillantina. Decepcionado se quedo, pero no podía rendirse. Incluso consideraba reunirse con Steve y con su autorización portar la gema, lamentablemente algo de orgullo y resentimiento aun estaba adherido a el.

Imágenes llegaron a su mente, imágenes perturbadoras y constantes que deseaba echarlos por el basurero, pero el ente que habitaba dentro de el le hacía ver cosas que a cualquier ser humano dejaría perplejo. La imagen que veía era una que le quitaba el sueño. Wakanda sumido en las tinieblas, con llamas rodeando todo el área y en medio de todo una figura grande aparentemente con armadura y repitiéndole siempre la misma frase: El destino siempre llega.

Tantas eran las veces que había oído esa voz y esas palabras, que andaba repitiéndola siempre, pensando que haciéndolo podía resolver los acertijos que atormentaban su mente. Pero no siempre esas nubes grises estaban ahí. Cuando su hija estaba con él, trataba de ser el mejor padre de todos, y cuando era momento de estar con Pepper, trataba de hacerla la mujer mas feliz. Si, su hija y esposa lo visitaban cada que Tony estaba tan triste o débil. Solamente por un par de horas, no siempre venían, pero con el poco tiempo que estaban, hacían de Tony un gran día.

Pero lo peor que sucedía era cuando algo se apoderaba totalmente de su cuerpo. Una sombra que controlaba solamente por minutos su cuerpo, pero un gran susto se llevaba.

Había tomado la decisión de ir hasta Wakanda y robar la gema del espacio; sin matar a alguien o causar estragos. Era una mente maestra, no era imposible, pero si demasiado difícil.

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NEW YORK

Steve por fin había llegado a las ruinas de la antigua New York, a viaje de un día con su auto con una botella de whisky y un poco de comida aguanto el viaje sin dormir. Ahora que estaba en su destino debía seguir las instrucciones de aquel misterioso de la carta.

Saco la carta y la vio fijamente. Por momentos no ocurrió nada, y Steve se comenzaba a impacientar, gruño y se frustro.

Steve: ¿como mierda termine aquí? ¡LENGUAJE STEVE! - se grito a si mismo por lo que dijo - diablos, no debí ser tan crédulo.


La impaciencia lo obligo a arrancar el auto para luego irse, pero la carta borro aquellas letras con las que había llegado. Era como si una pequeña energía naranja formaba las nuevas palabras, aunque más parecía fuego. Steve se extraño y comenzó a ver las palabras que estaban escritas.


''Muy bien capitán Rogers, como puedo ver viene solo, no importa, por ahora usted es más importante y necesito ahora que esta aquí vaya al centro de la ciudad cerca de la antigua torre Stark, verá un anillo de chispas y deberá entrar para poder llegar a nuestro punto de encuentro en Londres. Por favor capitán, tenga cuidado en la ciudad, últimamente han estado explorando centinelas e invasores que poseen un poder peligroso. No se trata de una trampa, confíe en mi.''


Steve no comprendía ciertos puntos, pero al instante fue a donde le dijo aquel misterioso, que por cierto Steve estaba sospechando de quien se trataba.

A lo lejos unos hombres con traje raro y con los ojos totalmente negros observaban al cap, todos portaban bastones raros y procedieron a acorralarlo.








AVENGERS: CÁNTICOS DE GUERRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora