Elaborando Sencha

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Matriarca He instruyó a los dos jóvenes a pasar sus días en paz. Habría continuado, pero al darse cuenta de la palidez malsana de su nuera, optó por no mantenerlos más tiempo y comenzó a preludio de su despido. Sin embargo, cuando He Changdi estaba a punto de irse, la Matriarca lo detuvo.

-Sanlang, envía a tu esposa primero y luego ve a la casa de la abuela. La abuela tiene algo que decirte en privado.

He Changdi se congeló por un momento, antes de asentir de acuerdo. Cuando Chu Lian terminó de presentar sus respetos a los ancianos, He Changdi la agarró por la muñeca y la sacó.

Los dientes blancos de Erlang brillaban tan fuertes que contrastaban con su compleción.

-Heh, el tercer hermano es generalmente tan frío ¿Quién hubiera pensado que en realidad es el tipo de persona para mimar a su esposa? Finalmente tenemos pruebas de que él es uno de nosotros después de todo

Ante eso, He Dalang puso los ojos en blanco y le lanzó una mirada fea. Bien, bien. Nadie en casa aprecia su compañía. Erlang estaba a punto de ponerse de pie y escapar, cuando He Dalang lo agarró por la oreja y lo arrastró al estudio para hablar.

-Peiwen, vuelve y descansa. Tanto esfuerzo no es bueno para tu cuerpo

Una vez que él y su esposa se marcharon, la Matriarca se volvió y se dirigió a su nuera. El cuerpo de la señora Liu era extremadamente débil. Se había forzado a salir de la cama por la ceremonia del té de su hijo y su nuera. Después de solo sentarse durante una hora más o menos, estaba al borde del colapso.

-Madre, por favor ayuda a esta nuera a cuidar de Sanlang. La nuera se marchará ahora.

La voz de la señora Liu era ligera y débil. La Matriarca agitó la mano y ordenó al sirviente principal Liu que acompañara a la señora Liu a su patio. Salieron juntos acompañados de dos sirvientas. Solo las dos hijas de Madam Zou y la Matriarca He quedaron en el Salón de Qingxi.

Una vez que Madame Zou vio que no quedaba nada por hacer, se levantó y le presentó sus respetos a la Matriarca He, con la intención de trasladarse al patio exterior para administrar la finca durante el día.

La Matriarca ya no estaba a cargo de mantener la Casa del Conde Jing'an. Ese había sido originalmente el papel de la condesa Jing'an, pero luego se había enfermado. Durante un período de tiempo después, la Matriarca He había tomado una vez más temporalmente el manto, pero ella se lo había pasado rápidamente a su nieta que había entrado en la casa. Por lo tanto, ahora era el turno de la señora Zou de supervisar la finca.

Todos los asuntos, internos o externos, fueron manejados por Madam Zou. Después de salir de Qingxi Hall, He Changdi volvió a su expresión helada. Arrojó el brazo de Chu Lian y regresó a su patio en He Estate, un paso por delante de ella.

Xiyan frunció el ceño mientras observaba la espalda recta del joven maestro. Ella silenciosamente llamó a la Sexta Señorita, pero Chu Lian sacudió la cabeza con una sonrisa amarga. Ella tranquilizó a Xiyan con una mirada silenciosa antes de dirigirse hacia el patio. ¿Quién sabía qué estaba mal con este He Sanlang?

Después de regresar a su propio patio, He Changdi simplemente se sentó en la cámara exterior, bebiendo una taza de té antes de regresar al Salón Qingxi. Chu Lian se sentó en la cámara interior, observando a Xiyan y Fuyan mientras guardaban la dote que había traído de la casa del duque de Ying. Al escuchar los movimientos desde el exterior, se dio cuenta de que había salido.

¡Probablemente había hecho este viaje de regreso con ella para que lo viera la matriarca!

Chu Lian inconscientemente frunció el ceño.

Hah ... ¿Qué estaba pasando? ¡Este He Changdi era completamente diferente del protagonista masculino en la novela! ¿Algo había salido mal en alguna parte? Pero aparte de He Changdi, todo lo demás era exactamente lo mismo. Ella no podía entenderlo, así que simplemente optó por dejar de pensar en ello.

La protagonista femenina de la novela tenía cuatro sirvientas personales, todas con la palabra "yan" en sus nombres .

(N/T: El "yan" en el nombre de cada sirvienta significa "ganso salvaje". Los servidores generalmente se nombraban en grupos, donde un grupo de servidores que servían a un maestro tenía un tema similar o compartían un carácter en sus nombres.)

Cada una de ellas era una mujer hermosa, con sus propias habilidades especiales únicas. Sin embargo, solo Xiyan y Fuyan habían crecido con la antigua protagonista femenina; Jingyan y Mingyan habían sido premiados por la duquesa Ying cuando se había casado fuera de la finca.

Chu Lian lo sabía todo sobre las personalidades y las mentes de estas cuatro sirvientas, así como sus finales. Las miradas que Fuyan había lanzado de vez en cuando a He Changdi no habían escapado a sus ojos.

Xiyan también lanzó miradas, pero estas eran hacia su amante cuando estaba guardando las cajas de dote. Xiyan había estado callada hasta ahora, pero tenía algunas palabras que quería decirle a la Sexta Señorita. Sin embargo, con las otras sirvientas a su lado, no era un buen momento para hablar.

La sexta señorita, se dio cuenta de que se había apresurado a ir al patio de la antigua matriarca temprano por la mañana para la ceremonia del té. Ella tampoco había comido mucho. Con la intención de rectificar esto, Xiyan preguntó:

-Tercera joven, señora, ¿tiene hambre? ¿Podrías dejar que este sirviente traiga algunos refrescos?

Chu Lian asintió distraídamente.

Xiyan trajo una caja exquisita muy rápidamente. Los altos funcionarios a cargo de la cocina principal habían sido muy corteses. Al enterarse de que era la Tercera Joven Señora que quería algunos pasteles, habían sacado un nuevo lote para que Xiyan lo trajera.

Xiyan sacó plato tras plato de dulces de la caja. Para animar a la sexta señorita, incluso la molestó especialmente y exageró sus comentarios.

-Tercera joven señora, mira estos pasteles! ¡No vimos nada como esto en el estado de Ying! Estas se ven tan hermosas, ¿por qué no intentas comer una? 

El Reencarnado se encuentra con la TransmigradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora