El sonido de los pájaros volando hacia el horizonte y el incesante ruido de la escuela se vio reducido a la nada cuando vio el rostro de Seiya acercarse peligrosamente al suyo. Su corazón dio un vuelco cuando apenas alcanzó a sentir el roce de aquella caricia robada y, asustada por lo que eso implicaba, se apartó de forma automática. Podía sentir el terror en su corazon de sólo imaginar que tendría que contarle a Mamoru y se le formó un nudo en el estómago de pura angustia. No podía culpar a Seiya por querer quedarse con un recuerdo suyo, pero que buscara eso sin su consentimiento ni tomando en cuenta su nueva situación, la hacía sentirse traicionada.
Por su parte, el cantante apenas alcanzó a percibir la suavidad de sus labios y su aroma a fresas que tanto le gustaba. Cerró los ojos con fuerza esperando una bofetada que nunca llegó. Con temor volvió a mirarla y pudo notar las alborotadas sensaciones que se apreciaban en su rostro compungido. Sabía que había metido la pata y hasta el fondo.
—Lo siento, Bombón —reconoció. Pero el silencio se mantuvo, torturándolo aún más que si hubiese recibido aquella cachetada imaginaria—. Dime algo, lo que sea —suplicó.
—¿Que quieres que te diga, Seiya? —habló con una voz que le sonó tan triste que supo que nunca debió dejarse llevar por su egoísmo.
—Si quieres dime que me odias, pero mírame, por favor. En serio, lo siento. No sé qué me pasó —dijo en un sin fin de excusas que sólo buscaban el objetivo que desviar sus ojos de la nada, donde se había quedado pegada después de lo acontecido.
—No, Seiya. No te odio, sólo... no esperaba que hicieras eso —aceptó.
—Para ser sincero, tampoco pensaba hacerlo —reconoció.
—¿Que le diré a Mamo-chan ahora? —se preguntó en voz alta.
—¿Mamo qué? —repitió intrigado y un tanto celoso.
—Perdón. Solo pensaba —dijo sonrojada hasta las orejas.
—¿Y si mejor no le cuentas? Así será un secreto entre los dos —sugirió en tono confidencial, acercándose más de lo debido otra vez.
—No puedo —contestó, apartándose un poco para evitar más problemas—. Él confía en mí.
—¿Cómo te fuiste a enamorar de ese arrogante, Bombón? —preguntó ya más relajado. Aún no entendía ese punto.
—¿Cómo? Son muchas cosas para explicar. Tú estuviste enamorado, ¿crees que podrías decir por qué? —inquirió curiosa.
—No lo sé.
—¿Cómo es ella?
—Es hermosa, dulce y amable, pero es mayor que yo —reveló, mirando el cielo como viendo su imagen proyectada en aquel celeste.
—¿Mayor? ¿Y ese es un problema?
—Sí, porque me ve como un niño nada más. Es amiga de Taiki y le gusta abrazarme porque dice que soy como su hermano menor —le contó eso que tenía atravesado en el pecho.
—Entonces, ¿dejarás que siga creyendo que eres un niño? —consultó con seriedad.
—No lo sé aún. Te pareces mucho a ella. En cuanto te vi tu aroma me hizo tener las mismas sensaciones que a su lado. En verdad, pensé que podría olvidarla si me dabas una oportunidad —sinceró. La brisa agitó sus cabellos, aligerando el peso de su alma.
—Creo que te entiendo. Pero, pienso que es mejor estar cien por ciento seguro antes de tomar una decisión tan importante. Yo así lo hice —le dijo, mirándolo a los ojos con una sonrisa.
—Tengo miedo de quedar en ridículo —respondió enfadado, inflando las mejillas, en un gesto gracioso, después de lo cual, ambos rieron.
—Nunca sabrás si harás el ridículo hasta que lo intentes. Quizás ella te diga otra cosa que ni siquiera imaginas —agregó con alegría. Tenía la corazonada de que él se estaba ahogando en un vaso de agua.
—Puede ser que tengas razón, Bombón —aceptó, dejando ir aquel incipiente sentimiento que había alcanzado a tener por ella.
—¿Cómo se llama la afortunada? —preguntó con curiosidad.
—Kakyuu...Ninguno imaginó que aquel sincero momento se transformaría en una vorágine de situaciones que alterarían la poca tranquilidad que recién habían obtenido. Una fan de los Three Lights había presenciado todo y tenía las pruebas en sus manos, enfurecida por la atención otorgada a sólo una chica. Eso no era justo y debía poner fin pronto aquella amistad o amorío. Lo hacía convencida de que era lo mejor para el cantante y el grupo.
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¿Quién es mi amor verdadero?
FanfictionEn un mundo paralelo, Usagi es una chica normal, sin poderes ni batallas, que está en busca de su amor verdadero. ¿Que sucedería si conociera a Mamoru y Seiya el mismo día? ¿A quién escogería?