Atrapado •T'chuky/WinterPanther•

Capitulo VIII

—Bien, nos veremos adentro—Clint con su habitual humor se despidió de las hermanas Romanoff, para luego bajar del auto, con ese característico caminar. Mientras sus zapatos chocaban con la acera, se iba arreglando su traje, hacia más de un año que no se infiltraba dentro de "filas enemigas" pero sabía que su toque no lo había perdido.

Con delicadeza tocó el timbre y en un gesto nervioso se volvió a acomodar  su corbata morada.

Ahora lo único que faltaba era que le abrieran.

—¿Señor Renner?—pregunto lo que parecía a ser el jefe de la guardia de seguridad.

—A sus órdenes—extendió la mano para después estrecharla.

—Pase, por favor—y aquel hombre rubio, lo guío por todo el jardín, hasta llegar a la entrada principal de la mansión—El jefe lo está esperando—y con una sonrisa le abrió la puerta.

Clint pasó con lentitud, era momento de entrar en personaje. Al llegar a la sala principal, pudo ver cómo T'challa y Danila Udaku, bajaban las escaleras.

—Señor Renner—el líder de la familia le sonrió con amabilidad—Un gusto tenerlo aquí—Clint asintió, una parte vital de su trabajo, era responder al nombre falso—¿La agencia ya le informo cuál va a ser su labor aquí?—Barton asintió, sabía la gran mayoría de las cosas para las cuales habían contratado al verdadero señor Renner, el cual en estos momentos estaba en una casa de seguridad.

—Por supuesto—Clint le sonreía—pero para eso necesitare ver varios papeles y hablar con su gente, ya sabe, para que todo esté en perfecto orden—al infiltrado nunca le había gustado actuar de abogados, pero era esa la única vacante disponible.

—Tendrá todo lo que necesite—T'challa miraba atentamente cada movimiento que Barton daba—solamente existe una condición—Clint asintió para que continuará—va a estar bajo la vigilancia de mi jefe de seguridad, Danny Rand—dicho esto, señaló al hombre que le había abierto la puerta.

—Por mí no hay ningún problema—sonrió, la segunda parta más importante de una misión era ganarse la confianza de toda la gente. Clint sabía que eso era fácil, ya que su encanto natural le permitía llevarse bien con casi todos...y decía casi, ya que al parecer al hermano de T'challa, no le caía bien, pero eso era algo que resolvería más tarde.

—Bien, entonces...—T'challa se dio la vuelta para subir por las escaleras de caracol negras—... bienvenido a la familia Udaku, señor Jeremmy Renner.

Clint sonrió, mientras desviaba la mirada hacia el jefe de seguridad.

—Sigame—el rubio camino en dirección contraria a él—el jefe le dijo que sólo había una condición pero hay dos reglas que debe seguir—Barton asintió al tiempo que se ponía al lado de Rand—la primera, esta prohibido subir al segundo piso sin autorización del jefe...

—¿Por qué?—Clint casi se da un golpe después de preguntar ¡Debía de causar confianza, no levantar sospechas!—Pregunto porque es vital que hable con todos los miembros de la familia, si no...

—La última regla es que no puede meter gente ajena sin previa autorización—continu el rubio ignorando la pregunta anterior—pero parece que para usted, debo de darle una tercera regla—Danny se detuvo bruscamente para encarar a Clint—no haga preguntas de absolutamente nada ¿Entendió?—este asintió—Es por su seguridad—Rand le palmeo el hombro, para después seguir caminando—este será su despacho—señalo una puerta café con algunos adornos de armas a su alrededor—le deseo suerte—y dicho esto se marchó.

Genial, adiós a su encanto natural, adiós a la misión perfecta, adiós a todo lo que ya llevaban planeado. Había comenzado mal y eso solo era sinónimo de fracaso de misión. Paso saliva mientras ponía la mano en el picaporte, no podía decirles nada de sus presentimientos a Wanda y Natasha, no, ya no podía seguirlas metiendo en problemas. Clint respiró profundamente para después entrar al lugar, ahora en lo único en que debía concentrase era en encontrar a Bucky Barnes.