Atrapado •T'chuky/WinterPanther•

Final

Renata terminó de colocarse su vestido blanco con flores azules, para después mirar a Danny Rand su esposo.

—¿Ya estas listo?—sonrió ampliamente la Omega mientras tocaba su estomago que no detonaba tener más de seis meses de embarazo cuando realmente tenia casi nueve meses, si, su bebé estaba a punto de nacer—Recuerda que hoy es el último día que podemos salir—hizo un puchero que su esposo no dudo en quitar con un delicado beso en su mejilla.

—No te preocupes, cuando nazca el bebé, lo llevaremos a donde tu quieras—ofreció después de terminarse de arreglar—¿Y quienes más van a ir a la fiesta "atrasada" de tu hermano?—cuestionó mientras salían de su casa y se subían a su auto.

—Pues mis tíos Steve y Tony junto con Harley y Peter, quien también va a llevar a Wade y a su pequeña Mary—respondió sonriendo—También los tíos Loki y Thor, con la pequeña Liz y Marlon, quien también va a llevar a su novia Gwen junto con sus dos hijos Esteban y Lucas—miró por la ventana—y mejor te dejo de contar sobre la familia, porque no voy a terminar nunca—ambos soltaron varias risas.

Danny condujo en silencio hasta la casa de sus "suegros", la cual se ubicaba a las afueras de la ciudad.

Al llegar al lugar, ayudo a su esposa a bajar del auto y tomados de la mano llegaron hasta el jardín trasero en donde estaba puesta una amplia mesa, además de un mantel, cubiertos y algunos adornos.

James y T'challa no dudaron en ir a darle un abrazo a los dos.

—Nat y Clint ya llegaron—sonrió James—con sus dos pequeñas Francesca y Madison—sonrió—Ellas están con tu hermano Max jugando—informó—Danny ¿Puedes ayudarme a poner las demás cosas en la mesa? Wanda y Visión están en la cocina ayudando también pero sabes como es eso de tener mucha familia—el rubio asintió y después de darle un beso en la frente a Renata, se fue con James.

—¿Cómo te sientes?—T'challa tomó del brazo a su hija mientras comenzaban a caminar en dirección a la casa—¿Rand te trata bien?

—Pues tengo mucho sueño y la espalda me duele pero fuera de eso estoy muy emocionada por tener a mis bebés, ya adornamos su cuarto, e incluimos las cunas y peluches que tu les regalaste—sonrío—La niña se va a llamar Rose, en honor a aquella tía que tu dices que era muy buena—T'challa asintió—y nuestro pequeño, Mateo—suspiró—Y claro esta que Danny me trata bien, sino, ya no lo tendría a mi lado.

—Son nombres hermosos, cariño—besó la mejilla de su hija con ternura para después soltar una gran carcajada ante el último comentario de su pequeña.

—¿Cómo esta el tío Danila?—preguntó después de unos segundos de silencio.

—Bien, creo que pasar tiempo en la cárcel le ayudo a pensar las cosas y a pesar de que aún no me ha pedido una disculpa, puedo notar el arrepentimiento en sus ojos—T'challa suspiró—Le dije que ibas a tener un bebé y el se emocionó mucho, al igual que cuando le dije que James estaba esperando a nuestro pequeño Mateo—admitió—Pero nunca va a poder conocerlos.

—Por el momento no, Max esta muy pequeño como para ir a una cárcel—explicó Renata—Pero cuando papá James lo crea necesario, te va a dejar llevarlo a conocer a su tío—ambos sonrieron—y respecto a mis hijos, pues también será cuando sean más grandes—sonrió a su padre—¿Y cómo estas tu? ¿Tratas bien a mi papá James?

El Alfa soltó una risa—Tu padre y yo estamos bien, creo que todo mejoro después de que regrese de dejar a tu tío en la cárcel—admitió con un deje de tristeza—No sabes cuanta emoción sentí al ver que James estaba esperando otro hijo, con él pude pasar los momentos que tu y yo no pudimos.

Renata se detuvo para abrazar a su padre de manera tierna—Pero ahora ya estamos juntos y eso es lo único que importa.

—Lo sé mi pequeña—besó de nuevo su frente—Vamos adentro, seguramente tus tíos quieren verte—ambos miraron los autos que se estaban estacionando enfrente de su propiedad—y tus primos no van a dejar de tocar tu panza, sabes lo que les encanta sentir a los bebés.

Su hija asintió y abrazados caminaron hasta llegar a la casa, en donde su amplia familia ya los estaba esperando. Sus dos primos corrieron a abrazarla.

—Me da gusto verlos—Harley y Peter no dejaban de repartir besos por su rostro—y a mi bebés también—los tres rieron.

—Los bebés son lo máximo, lo digo por experiencia—Peter miró a su pequeña Mary, quien no dudo en saludarla al igual que Wade.

—¿Y no te da gusto verme a mi?—Marlon se acercó también a darle un abrazo—¿Cómo están esos bebés?—pregunto colocando su mano al tiempo que sus hijos Esteban y Lucas se acercaban para también tocar su pancita.

—Contentos de que ustedes tres los estén agarrando—sonrió a los tres Alfas—¿Cómo le haces para soportar a tres de la misma especie?—preguntó divertida a Gwen, quien solo pudo reír.

—¿Y mi hermano no va a venir a verme?—se quejó cuando vio entrar a Max.

—¡Hermana!—el niño de diez años corrió a darle un abrazo—¿Estas bien? Te extraño mucho—hizo un puchero que Renata consoló con un abrazo.

—Yo también te extraño, pero creo que te estas divirtiendo con Francesca y Madison—las niñas sonrieron en cuando llegaron a la sala y vieron a Renata—¿Donde esta Scott? También quiero ver al hijo de mi tía Wanda y Visión—de inmediato el niño apareció por la puerta seguido de Liz.

Los pequeños también le dieron un abrazo.

Su hermano permaneció pegado a ella durante las siguientes horas, e incluso cuando llegó la hora de comer, se sentó a su lado.

T'challa se levantó para hacer un brindis—Quiero agradecerles a todos por estar aquí, por habernos apoyado durante nuestros momentos más difíciles, pero sobretodo, por ser como son, porque sin eso no seríamos la bonita familia que somos ahora—alzó su copa—Salud, por todo eso y por Renata, quien fue la última en decidir tener hijos—todos rieron pero al final también terminaron brindando.

La comida pasó tranquilamente hasta que Renata comenzó a sentir unos dolores en el vientre, al principio trato de ignorarlos, pero al ver que se hacían más fuertes, decidió cerrar los ojos para concentrarse en todo menos en el dolor.

—¿Estas bien hermana?—Max la miró con preocupación, su hermana olía a dolor y eso no le gustaba.

—No...me duele el estomago...creo que voy a ir al baño—se levanto apoyando todo su peso en los brazos de la silla—¿Me acompañas?—su hermano asintió parándose a su lado.

Todos los demás estaban concentrado en sus propias conversaciones, incluso su esposo estaba hablando animadamente con sus padres.

Caminaron unos cuantos pasos hasta que Renata sintió que algo le bajaba por las piernas, al bajar el rostro, se dio cuenta de que aquello era agua. La fuente se le había roto.

—Max no quiero que te alarmes, pero la fuente se me rompió—el pequeño la miró sorprendido antes de gritar.

Todos posaron sus ojos en los dos hijos del matrimonio Udaku.

Max los miró con el corazón latiendo rápidamente—A mi hermana se le rompió la fuente—todos se quedaron en shock antes de correr hacia ella.