¿DÓNDE ESTÁ CARTER?

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Narra Kara:

Volamos con Karen hacia CatCo. Debo admitir que me gustaba ser reportera, pero también extrañaba mucho ser asistente de Cat; la extraño a ella: sus consejos, sus chistes. Ahora lo veía de esa manera. Volamos con Karen hacia CatCo, ella fue más lento de lo habitual, sé que hay algo que la esta atormentando, pero no sé qué tan correcto será insistirle. No tiene ni 24 horas en National City y pudo haber pasado por tanto durante estos 7 meses.

—¿Pasa algo?
—Tengo casi siete meses sin ver a Carter, no sé ni siquiera que decirle.
—Te da miedo que Carter haya cambiado, ¿cierto?
—Mucho. No sé, me siento muy nerviosa—dijo mientras aterrizamos en CatCo. 

Caminamos hacia la oficina, en el camino nos encontramos con James. Las cosas estaba muy incómodas desde la última vez que hablamos y me beso; pero, era mi compañero de trabajo. En especial, ahora que Cat lo había puesto como jefe del equipo de reporteros, detestaba sus arrancones de enojo y la carga de trabajo extra que nos ponía. Para nadie era sorpresa que Lucy lo había dejado plantado en su boda y desde entonces había estado actuando como un tirano. Aunque, sorprendentemente hoy pasé de tener un James patán a uno que me quito un poco de trabajo, tendría la tarde libre. Miré a Karen extrañada, ella sonrió, noté sus ojos azules y supe que había tenido algo que ver. Fuimos a la oficina de Cat para saludarla; ella sonrió al ver a Karen. 

—¡Hola, Karen! Dios, Carter estará feliz de verte—dijo la señora Grant sin dejar de abrazar a Karen.
—También me da gusto verla señora Grant—dijo Karen devolviendo el abrazo.
—¿Dónde está Carter?—dije con toda la intención que Karen se pusieran roja. 
—Vendrá pronto. Me dijo que debía hacer una compra.
—Tal vez nos puedas acompañar, Kara. Ya que James te liberó un poco del trabajo.
—¿Desde cuándo tú y Olsen volvieron a ser amigos?
—Desde hoy. Fue sorpresa para mi también.
—La gente cambia, tal vez finalmente maduro—dijo Karen, la señora Grant rió ante su comentario.
—Tú me caes tan bien—dijo Cat acariciando el mentón de Karen. —No las interrumpo más. 
—Nos vemos, señora Grant.

Narra Karen:

Salimos de la oficina de la Señora Grant y Kara llevaba una gran sonrisa. Levanté la vista al escuchar el sonido del asensor. Vi como esos ojos azules iluminaban todo el pasillo, Carter se veía un poco más alto y fuerte. Llevaba un jeans azul, una camisa tipo polo roja con líneas blancas y zapatos blancos. Sonreí al verlo. Me sentía demasiado nerviosa, me sudaban mis manos y mi corazón latía muy rápido. El me vio y corrió hacia mi. Me abrazó y cargo haciendo que varias miradas, incluidas la de la señora Grant, nos observaran por un segundo. 

—Estás aquí—dijo muy emocionado. —Dios, estuve contando las horas para verte.
—No tienes idea de cuanto te extrañe—dije mientras apoyaba mis manos en sus hombros, Carter me dio un beso en la frente.
—Después de lo del hacker, supongo que necesitarás esto—dijo dándome una bolsa blanca. Tuve que leer la mente de Kara para entender el contexto.
—¡Por todos los cielos, Carter, no era necesario!—dije emocionada, era un teléfono. Me puse en puntas para darle un beso en la mejilla. 
—¿Lista para pasar una tarde juntos?
—Sí, créeme que lo está—dijo Kara. —Iré a ayudarle a los chicos en un proyecto; es toda tuya—dijo Kara guiñándole un ojo, luego me miró picaramente. 
—Saludaré a mamá y luego nos vamos—dijo para luego darme otro pequeño beso en la frente. Por Rao, a este chico le gusta dar besos. 
—Tratalo bien—dijo Kara dándome un pequeño golpecito en el brazo.

Las últimas hijas de Krypton: La favorita de Rao. [P.2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora