Las últimas hijas de Krypton: La favorita de Rao. [P.2]

INFORMACIÓN CLASIFICADA. (crossover con Bomba Sónica P. II)

El capítulo anterior a este lo encuentras en: https://www.wattpad.com/662555635-la-bomba-s%C3%B3nica-justiciero-de-keystone-city-teen 

Narra Karen:

Estoy en la base de Bomba Sónica, su nombre es Gabrielle. La policía de Keystone City hizo su trabajo. Ayer no solo vencimos a uno de los villanos más temidos de la ciudad de Gabrielle, sino que también hice un nuevo aliado. Me levante de la cama improvisada que Jeseriel me había hecho, seguido de eso vi a Gabrielle entrar en la base con un café.

—Buenos días, espero que hayas dormido bien—dijo mientras me entregaba el café. —El señor Alfred llamó esta mañana, le conté el éxito de anoche. La verdad no fue necesario, salió en televisión nacional. Y, también me dijo que te gusta el café—dijo Gabrielle sentándose en el escritorio.
—Te lo agradezco—dije dando un sorbo al café. —¿Te encuentras bien? Arrow me contó que el vértigo es una de las peores drogas, te hace alucinar con cosas terribles.
—Estoy bien, él me contactó y le dio una receta a Jeseriel que sirvió como limpiador.
—Me alegra escuchar eso—dije sonriendo. —Por cierto, el uniforme con el que me viste anoche, no es el mío—dije riendo. —Mi uniforme de cuero fue accidentalmente metido en la lavadora. Mis amigos me mandarán uno nuevo hoy.
—No inventes—dijo Gabrielle riendo. —De paso, y si tu quieres, podemos salir un rato y recorrer Keystone City—dijo jugando con un lapicero que estaba en el escritorio.
—No será posible—dijo una mujer afroamericana entrando en la base. Gabrielle y yo nos pusimos de pie, atentos a cualquier movimiento. —Gabrielle Santana, Karen Danvers. Mi nombre es Amanda Waller de A.R.G.U.S.
—He oído sobre usted—dijo Gabrielle. Vi a varios hombres armados, de inmediato hice un campo de fuerza para ambos.
—¿Qué quiere?—dije molesta.
—Los quiero a ambos en una misión encubierta—dijo. No confiaba en ella, así que leí su mente.
—Nos quiere usar de peones en su juego—dije con enfado, Gabrielle me miró, el apenas conoce mis poderes. —¿Por qué haría eso? ¿Por qué tenemos que aceptar su trabajo? La mafia es algo que usted lidia, no nosotros.
—Son héroes, es lo que deben hacer. ¡Salvar al mundo! Usan capas y capuchas—dijo mirándome fijamente. —Además puedo hacer sufrir a...
—Mi familia y amigos son más fuertes de lo que usted imagina—dije molesta.
—Jeseriel, Yafnaia, Kara y Alex Danvers, Hank Henshaw, Barry Allen, y como olvidar Carter Grant—dijo con sarcasmo. —Cada uno de ellos tendrá una muerte lenta... Ya sea que use kriptonita o no—dijo mirándome con enfado. No puedo ocultar mi admiración, solo le bastó un reportaje a nivel nacional y ahora ya conoce todo de mí.
—Hable—dijo Gabrielle.

Estamos en una casa muy lujosa fingiendo ser de la mafia. Anterior a eso, pasamos todo el día en A.R.G.U.S, para luego salir de noche e infiltrarnos en una lujosa cena de mafiosos. Llevo un vestido rojo escotado de la espalda, también con un poco de escote en mi pecho y una gran abertura en pierna; mis accesorios eran el reloj de oro, que es un reloj inteligente de la DEO, el collar que Winn me regaló y los aretes de Bruce; para completar unos tacones de aguja blancos y un bolso tipo sobre del mismo color. Mi cabello estaba peinado con ondas. Gabrielle lleva un traje negro junto con una corbata roja y un reloj de plata en su mano derecha. En la misión, somos prometidos, una pareja recién ingresada a la mafia. Tanto que nunca nos habían visto, esta iba a ser la primera aparición de la pareja, pero detuvimos su limosina. 

—Esa piel morena me vuelve loco—dijo un hombre ebrio. —¿Cuánto quieres por mostrármela toda?—dijo intentando tocarme, detuve su mano y luego la doble el grito de dolor llamando la atención de todos en la cena.
—¡No vuelvas a tocarme!—dije tirándolo al suelo, todos murmuraban contemplando la escena.
—¿Estás bien, mi amor?—dijo Gabrielle tomándome de la cintura.
—Este maldito infeliz quería tocarme—dije muy molesta.
—Lamento el inconveniente—dijo el señor Blood, la razón de esta misión. —George no es el tipo de hombre que sabe respetar a una mujer, si no me crees pregúntale a su quinta ex esposa... ¿o será la séptima? Perdí la cuenta—dijo riendo. Deshice el abrazo con Gabrielle e intenté no mostrar mi enojo. —Lo lamento tanto señorita Megan, por cierto mi nombre es Alexander Blood—dijo estrechando su mano con la de Gabrielle y la mía.
—Megan Smith, y el es mi prometido, Dick Brown—dije sin dejar de mirarlo. —Vaya bienvenida la que dan.
—Lamento eso, de verdad. Haré que pague por eso—dijo mientras veía a Gabrielle. —¿Prometidos, eh? ¿No son un poco jóvenes?
—Fue un arreglo de nuestros padres—dijo Gabrielle. —Aunque al final, sí nos casaremos por amor.
—Es un gusto señor Dick, espero que su lealtad nunca fallé—dijo Blood estrechando su mano con la de Gabrielle. —No quiero ser yo quien los maté—dijo para luego irse y perderse en la gente.
—¿Le pusiste el rastreador, cierto?—dijo Gabrielle.
—Claro que lo hice—dije revisando mi reloj—Se mueve a la bodega.