Las últimas hijas de Krypton: La favorita de Rao. [P.2]

EL LAZO DE LA VERDAD

Narra Karen:

Son cerca de las 5:00am, no he logrado conciliar el sueño ni siquiera un minuto. Tengo un mal presentimiento. Por mas que me gustaría ver a mi familia y a Carter, no puedo hacerlo. Me encantaría usar mis poderes para saber que ha sido de ellos, pero, eso implicaría romper la barrera mental que he creado para que Kara, Clark y J'onn no puedan escucharme o verme. 

Estoy cansada de este rídiculo plan, y apenas han pasado seis meses, faltan otros seis. Ideamos el plan con Bruce el día del accidente, decidimos fingir nuestra muerte. Ya que volvimos al aerodeslizador luego de que la policía y la prensa se fueran. Encontramos un cartel en que nos llamó la atención; decía: "El mundo estará a nuestros pies. Ni los kryptonianos, ni los vigilantes, ni Teen of Steel podrán detenerlos". Muchas emociones se hicieron presentes ese día, aunque al menos comprendí porque Barry me decía Steel cuando estaba siendo controlado. La mejor manera de ganar tiempo y calmar al enemigo, es darle lo que quiere. Desde ese día, Bruce y yo hemos entrenado día y noche; con y sin kryptonita para poder estar lista.

***

Me levanté a las 2:00pm, entré a la cocina, abrí el microondas para poder sacar mi almuerzo. Era un filete con verduras asadas y pure de papa; tambien me serví limonada con menta. En ese momento entró Alfred, me saludo y luego se fue a la oficina de Bruce. Seguí comiendo sola, y como estaba aburrida, decidí escuchar la conversación de Bruce y Alfred. 

—Posiblemente ella vendrá en unos días—dijo Bruce con un tono serio, pero, parecía tratar de ocultar su emoción.
—Karen debería saberlo—dijo Alfred con tono autoritario.
—Por supuesto, quiero que se conozcan, Diana es una gran persona, sé que se llevarán muy bien y podrá enseñarle mucho a Karen—dijo Bruce.
—Quieres a Karen como a una hija—dijo Alfred entre risas. —Ya no lo niegues. 
—Ella necesita una familia, y mientras no esté con sus primos, yo seré su familia—dijo Bruce con un tono amoroso. Sonreí.

Deje de escuchar la conversación, decidí leer un poco el periódico. También encontré una revista, Carter estaba en la portada. Reí, supe que Alfred la había comprado a propósito. Me quedé pensando en la conversación entre Bruce y Alfred, ¿Bruce estará en una relación con esta chica? Digo, Bruce es mayor, pero es muy atractivo. Es casi un requisito que los héroes sean guapos, es algo que he notado en esta y en otras Tierras. Sin darme cuenta, había pasado casi tres horas sentada, entre lectura y pensamientos; me di cuenta que la casa estaba sola. Decidí salir al techo de la casa, es mi lugar favorito de toda la casa. Puedo ver el sol, las estrellas; el cielo en general. Mis ojos en este momento están disfrutando de un bello atardecer. 

Estando en el techo decidí volar, bueno casi flotar; ya que no puedo alejarme de casa mientras Bruce no esté. Vi como el Sol se escondió y seguido de eso salió una Luna preciosa. Mi paz se vio perturbada luego de que escuchará un aerodeslizador, pensé que era Bruce. Pero no era él, así que decidí volverme invisible. Vi a una mujer salir del aerodeslizador, vestía un traje rojo, azul y dorado, y un lazo atado a la cintura; parecía sacada del Olimpo. Yo vestía unos pants y tenis blancos, junto a una camisa blanca. Vi como ella analizaba el lugar y luego entraba a la casa, no sé quién es, así que decidí averiguarlo, en cuanto me hice visible ella me atrapo con su lazo.

—¿Quién eres?—pregunto la mujer.
—No puedo revelarte mi nombre, lo lamento—dije sin filtro, el lazo brillaba y ella sonreía. —¿Qué es esto?
—El lazo de la verdad—me dijo con la ceja alzada y analizándome muy curiosa. Leí su mente y vi que ella me consideraba enemiga. —No soy tu enemiga, estoy de tu lado.
—¿Quién eres?—pregunto la mujer. Me negué a responder, el lazo me quemaba, y yo gritaba del dolor.
—No puedo decirtelo. Por favor, quítame esto—dije casi llorando.
—Te lo quitaré cuando me digas quien eres.
—Entonces, te obligaré a hacerlo—dije muy molesta.