MODELITO

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Narra Barry:

Creo que jamás terminaré de estar agradecido por las personas a mi alrededor: Kara, Cisco, Oliver, Karen, Winn, Felicity, Alex, J'onn, William. Simplemente, no tengo palabras para describir la emoción que siento de que todos estén aquí. Deje a un lado mis pensamientos matutinos y salí de la habitación. Vi como Kara entraba por la ventana seguido de Karen, traían cajas del desayuno. Mi estómago rugio.

—Buenos días, amor—dije para luego darle un corto beso a mi chica de acero. 
—Hola, Barry—dijo ella mostrándome esas esmeraldas que tiene por ojos.
—La comida huele estupendo—dije aún abrazado.
—Hay niños presentes—dijo William, estaba a la par de Karen. Sonreí, estos dos tienen algo y yo quiero saber que es.
—¿Qué clase de padre eres, Allen?—dijo Oliver mientras se terminaba de poner la camisa. Seguía abrazado a Kara, Karen me lanzo una mirada asesina.
—Barry cuidado con lo que piensas—dijo Karen mirándome fijamente, sus ojos se tornaron azules. —Creo que tus piernas te sirven para correr—reí ante el comentario, pero igual me separé. Los chicos se unieron a mi risa.

Desayunamos un típico desayuno americano, hablamos de todo y de nada; cuando estás entre amigos, parece que los temas son infinito. Terminado el desayuno, Oliver y yo recogimos los platos. Kara, Karen y William se fueron a CatCo. Karen llevaba un pantalón suelto color café, una camisa del mismo color y sus típicos tenis blancos. Kara salió con unos jeans negros, una camisa amarilla, un saco blanco y unos mocasines café. William vestía unos jeans azules, una camisa de vestir blanca a medio abotonar y unos tenis blancos. Oliver y Felicity se quedaron; Winn y Cisco vendrían en una hora.

Cuando los chicos llegaron, Cisco abrió una brecha y todos fuimos a la DEO, íbamos a seguir investigando sobre el artefacto aloenígena.

Narra Karen:

Al llegar a CatCo, fuimos al espacio de trabajo de Kara. Tenía dos artículos que hacer: uno sobre la Ley de Protección para Extraterrestres —William y yo le éstabamos ayudando a leer archivos—, y el otro es un artículo de Supergirl ayudando a combatir el incendio de las Amazonas; siempre he pensado que es narcisita que Kara haga los artículos de Supergirl, aunque me gusta que Kara esté cumpliendo su sueño de ser reportera. La oficina de Barry estaba a la par, pero como su trabajo no es ser reportero sino investigador privado, tiene algunos permisos para ausentarse el tiempo que necesite, al final, su trabajo es por entrega de productos.

En mi pausa de lectura de artículos me puse a ver Twitter, me enteré que hoy habría una protesta pacífica ante una nueva ley anti alienígens. Kara dijo que íbamos a ir pronto. Seguí leyendo la ley, estaba tan absorta en mis pensamientos, hasta que escuché a Carter. Lo vi, llevaba lentes oscuros, su camisa a medio abotonar, su cabello despeinado; venía acompañado de una chica pelinegra, era muy bonita. Supuse que Carter fue a una fiesta, y lo confirme al escuchar a la chica disculpándose con la señora Grant. Carter me vio, y luego vio a William, tomó la cintura de la chica de manera posesiva, sin dejar de verme.

—Mamá, ella es Kathe, estamos saliendo—dijo en voz alta. La señora Grant quedo sin habla, Kara dirigió su mirada preocupada hacia mí. Estoy sorprendida, sabía que existía esa versión de Carter, pero no creí verla, al menos no tan pronto.
—Gracias, Kathe. Déjame acompañarte a l saluda. Carter, ve a mi oficina y toma agua—dijo la señora Grant molesta. —De ser posible, no salgas nunca de ahí—dijo en un susurro, solo Carter y yo la escuchamos.
—¿Estás bien?—la voz de William me saca de mis pensamientos.
—Sí, no pasa nada.
—¿Es el chico del que me habías hablado?—dijo William mirándome muy atento. —¿Quieres ir a boxear o a salvar el mundo?—dijo, reí ante su comentario. 
—Es una buena idea—dije, pude notar a Carter observándonos. —Pero, debemos terminar el artículo. Debemos ir a la manifestación de los anti aliens. 
—Voy detrás de ti—dijo William. —¿Vas a volar?—susurró.
—Te haré invisible—susurré. Kara se detuvo en seco para luego mirarme atenta.
—Creí que sólo tú podías ser invisible—dijo confundida.
—Compruébalo tú misma—dije guardando mis cosas. —Nos vemos en el techo.

Los chicos se adelantaron. Guardé mis cosas y camine con mi mochila. Para mi sorpresa, Carter aún seguía en el pasillo, me analizaba de pies a cabeza. Quise evitarlo, pero él se acercó a mí. Sentí el aroma de su perfume mezclado con vodka y cerveza. Fruncí el entrecejo, lo desconozco. 

—Me cambiaste en menos de 24 horas—dijo con lágrimas en sus ojos.
—No te debo explicaciones—dije indiferente.
—¿Te duele que ahora este con ella?—dijo riendo mientras metía sus manos a las bolsas de su pantalón.
—No me duele nada, porque tú y yo no fuimos nada—dije seria. —Aunque, si me gustaría tener a mi amigo devuelta—camine dejando a Carter atrás, iba a subirme al elevador cuando Carter detuvo la puerta.
—Para que quede claro, no somos amigo. Tú eres una simple ayudante de reportera de la que me tengo que cuidar—dijo muy enojado y muy cerca de mí.
—No te preocupes, modelito—dije empujándolo levemente. —No pierdo mi tiempo con farándula—dije, las puertas del ascensor se cerraron. 

Las últimas hijas de Krypton: La favorita de Rao. [P.2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora