SUPERGIRL REGRESA

914 62 5
                                    

Narra Kara:

Me levanté muy temprano, dejé a Barry sólo, otra vez. Vine temprano a CatCo para poder avanzar en un artículo sobre una banda de delincuentes virtuales. Últimamente el trabajo es lo único que me mantiene la mente ocupada, por eso creo que me he vuelto un poco adicta. Estar en casa me recuerda a Karen, la DEO me recuerda a Karen, pasar por la Academia de Literatura, la heladería, Carter, ser Supergirl. El trabajo es lo único con la que no le relacionó, por eso se ha convertido en mi espacio seguro.

Me quedo mirando al techo en busca de inspiración para poder redactar un párrafo. Luego de eso veo a Carter entrar en CatCo, se veía muy feliz, llevaba unas hamburguesas de Big Belly Burger. Se acercó a mí y me saludo como de costumbre; excepto que hoy no preguntó por Karen, lo que me hizo sentir bien, sólo por unos segundos.

—Tienes razón, Karen estresada no tiene tiempo para nada.
—¿A qué te refieres?—dije curiosa. Él me enseño su teléfono, abrió el chat con Karen. Su foto de perfil había cambiado, era una foto de su Instagram, de la fiesta de Alex, cuando fue secuestrada. Su foto de perfil no era esa, era de ella con un vestido de flores. Algo anda mal.
—¿Esto fue hoy en la mañana, Carter?
—Sí, fue hoy en la mañana. Prometió escribirme más seguido. Bueno te dejó, esto se va a enfriar y mamá odia la comida helada—dijo Carter para luego irse a la oficina de Cat.

Me quedé pensativa unos segundos. ¿Será una señal de Rao de que justo estoy haciendo un artículo sobre hackers virtuales y Carter recién me diga que mi prima muerta le ha escrito, y casualmente tiene una foto que ya había puesto en su Instagram, seis meses atrás? Decidí llamarle a Alex.

—¡Kara! ¿Todo en orden?
—No, creo que no. Necesito que rastrees la señal del número de Karen.
—¿Ocurrió algo?
—Sí, Carter está recibiendo mensajes de alguien que se hace pasar por Karen—hice una pausa, mi voz empezaba a cortarse. —Avísame si necesitas a la otra Kara.
—Lo haré. Un abrazo, Kara, te quiero mucho.
—Yo también te quiero, Alex.

Deje mi teléfono en mi escritorio y seguí con el artículo. Pero no podía dejar de pensar en Karen. Decidí pedir un permiso.

—Señora Grant, Carter. Lamento interrumpir; no me siento muy bien de salud, creo que estoy por coger un resfriado—dije fingiendo tener mocos, sabía que eso le irritaría.
—¿Kara Danvers enferma? ¡Pero si tú nunca te enfermas, eso es lo mejor de tí!—dijo fingiendo asco, luego reviso su computadora y cerró un documento de redacción que le estaba enseñando a Carter. —Dios, no puedo enfermarme ni reducir mi productividad. Ve a casa Kee-rah, tomate la tarde libre, y no te enfermes, por favor—dijo Cat.
—Espero que te recuperes, Kara—dijo Carter con una sonrisa.
—Muchas gracias, los veo mañana.

Ordené mi escritorio y me fui al asensor para poder llegar al techo. Salí volando de CatCo con mi traje de Supergirl, y llegué a la DEO.

—¡Pero si es mi kryptoniana favorita!—dijo Cisco cuando me vio entrar a la DEO, sonreí y luego lo abracé.
—¡Cisco, que sorpresa! ¿Cuándo viniste?
—Hoy en la mañana, tu hombre me trajo hasta aquí, vamos a seguir con el estudio del artefacto que tu prima...—Cisco hizo una pausa. —Lamento mucho lo que le sucedió, Barry me puso al día.
—Karen te hubiera adorado—sonreí, al menos lo intente. —Avísame si necesitan ayuda.

Cisco asintió un poco apenado. Entré al centro de comando, vi a Winn y a Alex en la computadora, aparecía un gran mapa. Estaban intentando rastrear la señal.

—¿Cómo va esa investigación?
—Complicada—dijo Winn. —El hacker sabe hacer su trabajo. Hablando de hackers, Cisco me agrada, tenían razón al decir que nos llevaríamos bien—dijo Winn sonriendo, Alex y yo reímos.
—Lo encontraremos—dijo Alex señalando el mapa.

El día paso, hice un par de cosas heroícas y luego llegué a casa. Vi un poco de televisión y comimos comida japonesa con Barry y Cisco. Barry y yo dormimos juntos, como de costumbre, y le ofrecí a Cisco dormir en el cuarto de Karen, pero el insistió en dormir en el sofá. La mañana llegó, los primeros rayos del Sol se posaron en mi cara; me di la vuelta y pude ver a un Barry dormido. No pude evitarlo y le di un beso en los labios, él lo siguió.

—Buenos días, preciosa—dijo Barry aún adormecido, lo volví a besar.
—Buenos días, guapo—dije. Él pasó su brazo y me abrazo. —Te amo, Barry Allen—dije, ambos nos quedamos sorprendidos. Era la primera vez que lo decía. Karen, en la pelea del depósito mencionó que Barry me amaba, yo no lo podía creer. Pero, algo que me ha enseñado la muerte de Karen, es que el tiempo nunca es suficiente, y tengo que decirle a las personas que amo, lo especiales que son para mí.
—Te amo, Kara Zor-El—dijo para luego darme otro beso. La puerta se abrió.
—¡Yo también los amo!—dijo Cisco muy feliz. Había olvidado que él estaba en casa. —Ahora, vayan a trabajar, los super bebés pueden esperar—dijo con un tono picaresco. Los tres reímos.
—Sal de aquí—dije entre risas.
—Es bueno tenerte en casa—dijo Barry con una sonrisa.

Desayunamos juntos —porque era la verdadera razón por la que Cisco estaba despierto, el pobre tenía hambre—, y fui a la DEO para ver como iba la investigación del hacker.

—Tenías razón, Supergirl—dijo J'onn.
—Te mandaré las coordenadas, Winn y Cisco encontraron su guarida—dijo Alex, las coordenadas llegaron.
—Nos vemos pronto—dije para luego salir volando de la DEO.

Los chicos habían hecho un gran trabajo. Llegué a la guarida de los hackers, los logré detener. Minutos más tarde, llegaron agentes de la DEO, haciéndose pasar por el FBI, la policía de National City y la prensa. Entregué a los hackers y fui volando a CatCo, me vestí de Kara Danvers en un segundo.

—¿Cómo sigues?—pregunto Cat al verme salir del asensor.
—Mejor, gracias por preguntar.
—Me enteré que Supergirl regreso, y justo atrapo a los hackers. Deberás actualizar el artículo.
—Lo sé, también conseguí la exclusiva con Supergirl—dije sonriendo.
—Siempre la consigues, ¿cuál es tu secreto?—pregunto Cat con tono serio.
—Supongo que es porque hemos trabajado juntas por un par de años.
—Puede ser, puede ser—dijo Cat análizandome de pies a cabeza.
—Iré a escribir el artículo—dije. Cat asintió y salió por su asensor.

Trabaje toda la mañana en el artículo. Al llegar el mediodía pude ver a Carter entrando por el edificio de su madre.

—¿Supiste lo de los hackers?—dijo a manera de saludo. —Hackearon el número de Karen, ¿crees que algo malo le haya pasado?
—De saberlo, te lo diría—dije tratando de sonar natural. —Karen está bien, aunque tengo entendido que cambiará teléfono, por lo de los hackers. Te lo daré en cuanto lo tenga—dije sonriendo. Él asintió y se fue triste.

Lo malo de una mentira, es que para tapar los espacios se deben crear más y más, formando una inmensa bola de nieve, lo que hace que decir la verdad sea más díficil. Pero por más que quisiera terminar esta farsa, algo en mi interior se rehusa a asesinar a Karen por segunda vez, quizá sea esperanza o quizá negación.

Las últimas hijas de Krypton: La favorita de Rao. [P.2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora