Capítulo 27

1.4K 112 11
                                    


Danielle


Mientras esperaba mi pedido, mi mente viajó a ese día que conversé con Jenny, creo que me extralimité en mis palabras, no debí hablarle de ese modo, pero estaba tan enojada por su actitud que me dejé llevar. Desde que nos conocíamos, siempre hacía lo mismo, solo buscaba diversión en otros brazos y no quería que Jimena pasara por lo mismo, no ella que me había demostrado ser una persona muy diferente a la que conocí.

—Espero disfrute su bebida —mencionó el chico.

—Gracias —cogí aquella botella de Coca-Cola e ingerí un poco.

Sé que no es para nada fácil tener un conflicto sin resolver con esa persona que aprecias mucho, es un sentimiento bastante desagradable que no se lo deseaba ni a mi peor enemigo, pero qué podía hacer. La actitud despreocupada de Jenny me había sacado de mis casillas, siempre respeté su manera liberal, pero ahora era distinto, simplemente no quería que mis dos amigas salieran lastimadas. Sin embargo, admiraba la madurez con la que Jenny, supo manejar ese distanciamiento que se produjo entre las dos, porque a pesar de no salir como antes, nos reuníamos para concretar nuestras actividades académicas, sin tener que lidiar con las repercusiones de nuestro desacuerdo.

—Lamento la demora —aquella voz, hizo que volviera a la realidad.

—¿Quieres pedir algo? —dije, al mismo tiempo que miré aquellos ojos verdes.

—No—dijo, con cierto nerviosismo—He pensado mucho en como disculparme contigo y la verdad es que, no sé por dónde comenzar —su mirada estaba perdida en algún punto de la mesa.

—Creo que ambas nos debemos una disculpa, no debí hablarte de ese modo, simplemente me dejé llevar por mis emociones —aclaré.

—No digas tonterías Danielle, si no me hubieses hablado de ese modo, sé que ahora no estaría disfrutando de la compañía de Jimena—hizo una pequeña pausa, tal como si quisiera ordenar sus ideas—Sé que no he sido una buena amiga, que no te he acompañado como es debido en tu problema con Emma y quisiera disculparme por ello, sabes que te aprecio, que te respeto y significas mucho para mí —sus palabras sonaban sinceras.

—Jenny, aprecio tus palabras, pero quiero que comprendas una cosa—sostuve sus manos—Mi reacción no solo fue por el miedo de que jugaras con Jimena, sino que estaba muy molesta contigo, porque a pesar de las circunstancias, continuaste con tus insinuaciones y no te detuviste a pensar que solo necesitaba a mi amiga, a esa loca que a pesar de tener una vida desenfrenada me daba consejos y me cuidaba de Jimena. Aunque no lo creas, yo te consideraba mi amiga —mis ojos se cristalizaron.

—Lamento haberme comportado de esa manera—su voz, se quebró—Sé que cometí errores, que debí ser como Jimena y dejar mis insinuaciones de lado para apoyarte como lo merecías. Soy una idiota, eso lo sé, pero no quisiera perder nuestra amistad —una lágrima recorrió su mejilla.

—¿Amistad?—repetí—¿De verdad piensas que ha existido una amistad entre nosotras? —le reproché.

—Yo...—

—Sabes que te aprecio Jenny y por ese cariño que te tengo, quiero que sepas que cada vez que me necesites, allí estaré, pero no me pidas que confíe ciegamente en ti—manifesté. Me dolía verla así, pero tenía que ser firme con mis palabras para hacerle entender que me había lastimado con su actitud egoísta—Sin embargo, si decidí darle una oportunidad a Emma, creo que te la puedo dar a ti también —le dediqué una mirada suave.

—No merezco esa oportunidad que me das y lo sabes, pero quiero intentarlo, quiero ser esa amiga que mereces —sostuvo mis manos.

—Cambiando de tema, ¿Cómo vas con Jimena? —quise indagar. Pese a que la misma Jimena, me mantenía al tanto de todo, quería conocer su versión de las cosas.

Amor de otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora