X.Instinto.

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Me quedé un momento en shock, intentando digerir la información. ¿Amnesia? Eso quiere decir que Christopher no recuerda partes pasadas de su vida, o quizá nada.

No quería sentir lástima por él, no porque me cayera mal o porque pensase que se merecía que sufriera esa enfermedad, sino porque saber que la gente siente lástima por ti es de todo menos agradable. Te hace sentirte pequeño, vulnerable, y sientes que todo el mundo te mira pensando "pobrecito, llevémonos bien con él e intentemos no hacerle daño, porque ya está sufriendo bastante."  Y sé perfectamente que a Christopher no le gusta que la gente piense así de él. Puede que a causa de su enfermedad su fachada sea esa: la de un chico malo a el que le importa una mierda lo que piensen los demás y hace lo que le da la gana sin pensar las consecuencias. Puede que realmente le guste esa vida, pero sé con certeza que la amnesia tiene algo que ver en cómo es ahora.

Me miró a los ojos, esperando a que yo reaccionase. No sé si esperaba ver tristeza en mis ojos, pero sólo se encogió de hombros como diciendo no-hay-nada-que-hacer-.

-Así que...amnesia.-Logré decir. Quise decir algo más coherente, pero no se me ocurrió el qué. Él se limitó a asentir con la cabeza. 

Hubo unos minutos de silencio incómodo, donde lo único que se escuchaba eran los cantos de los pájaros. No sabía con exactitud lo que le estaba pasando a Christopher por la cabeza, pero estaba segura que se había arrepentido de contarme esto. A decir verdad, le ha contado a alguien al que apenas conoce algo muy personal. Si yo hubiera estado en su lugar, no sé si hubiera podido contárselo a alguien. Yo no sufro amnesia, pero me hago más o menos una idea de cómo se siente: una persona vulnerable que no es capaz de recordar los detalles de su infancia. Debe de ser triste.

Todos cuando somos mayores recordamos con felicidad los pequeños detalles de nuestra niñez: lo que jugábamos, nuestros amigos de la infancia, lo que deseábamos ser de mayores, nuestros abuelos, nuestra primera mascota...no poder recordar esas cosas debe de ser como si te quitasen una parte de ti, como si estuvieras hueco. No quería, pero realmente Christopher me daba mucha lástima.

-No te sientas mal por mi.-Dijo al fin.- Sí, no recuerdo la mayor parte de mi infancia, pero es como si hubiera nacido de nuevo, sólo que en vez de tener 0 años, desperté con quince. 

-¿Tenías quince años cuando perdiste la memoria?-Pregunté con cuidado.

-Sí. 

Estaba a punto de preguntarle cómo ocurrió, pero se puso de pie y me tendió la mano.

-No quiero ser grosero, pero la verdad es que no me apetece mucho hablar de ello. Quizá otro día...no lo sé. Pero.- Desvió la mirada.- Hoy no me siento con muchas fuerzas para hablar de ello. No hablo de ésto con nadie desde hace tres años, y sacarlo a relucir es algo que me mata. Lo siento, de verdad.

Me puse de pie con ayuda de su mano. La retiré y le miré a los ojos con dulzura.

-No te preocupes, de verdad. Soy yo la que había sacado el tema y...

Su abrazo me interrumpió. Los brazos de Christopher me rodeaban con firmeza, y yo puse los míos alrededor de su cuerpo como había hecho él conmigo. El contacto me sorprendió, pero no me aparté. 

-Gracias, de verdad.-Me susurró. Al apartarse me sonrió con esa característica sonrisa suya de medio lado que le hacia el doble de sexy.-Se está haciendo tarde, te llevaré a casa.

Conducimos por la oscura carretera de vuelta al centro de la ciudad con la música de Lana del Rey en su BMW i8. Me extrañó con Christopher  aceptara poner ese tipo de música, pero al parecer le acabó gustando.

Sweet DespairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora