Tras veinte minutos, seguía sentada en el borde de la cama mirando absorta el armario. Al final, tuve que aceptar la invitación de Clary de ir al C&C's y al parque de atracciones con el misterioso chico de la biblioteca y esos amigos de los que no me dijo el nombre.
Harta de mirar ropa, opté por unos vaqueros ceñidos y una camiseta blanca de encaje. Luego, fui hasta al espejo e intenté arreglar un poco mi cara de cansancio. Me puse un poco de maquillaje, y algo de rímel y un poco de sombra de ojos para resaltarlos y me alisé el pelo, ya que los rizos hoy estaban imposibles para lograr que tuvieran una forma decente.
Había quedado con Clary en que me recogería sobre las 8, y viendo que aún tenía una hora libre bajé hasta la cocina a beber un poco de agua y pedirle dinero a mis padres para salir, ya que me gasté lo poco que me quedaba en el autobús de ayer. Pero para mi sorpresa, ninguno de ellos se encontraban allí. En su lugar, había un post-it amarillo fosforito pegado con celo de mala manera en la nevera. Lo despegué con cuidado de no romperlo:
"Cielo, mientras volvías del instituto el jefe de tu padre ha llamado. Tiene una reunión de
empresa este fin de semana, y nos ha ofrecido quedarnos en un hotel. Por desgracia, no
había nada más que una habitación, por lo que no nos puedes acompañar. Te hemos dejado
las instrucciones con lo que hay que hacer en la encimera. Las llaves del coche están en la
entrada, ¡ten cuidado con él! Si necesitas dinero, podrás encontrarlo en el cajón de la mesilla
de noche. Cualquier percance, llama a la tía, o si lo prefieres, a nosotros.
Te queremos,
papá y mamá."
Genial. Sola en casa todo un fin de semana. Para otro cualquier adolescente hubiera sido lo mejor del mundo, pero teniendo en cuenta de que eso de quedarme sola de noche no me hacía mucha gracia, para mí es una faena.
Mi padre trabaja en una empresa relacionada con el comercio y la publicidad, por lo que suele tener muchas reuniones de empresas en la capital muy a menudo.
Normalmente solemos quedarnos aquí mamá y yo, pero seguramente será una reunión importante -o alguna cena de empresa- para que haya querido que vayan también las mujeres de los empresarios.
Suspiré, hice el post-it una bola, y lo arrojé a la papelera. Subí hasta la habitación de mis padres y me decidí por llevarme treinta euros -no necesitaba mucho más, ya que la comida en C&C's no era muy cara- y llegué a la entrada justo cuando escuché el coche de Clary pitar con insistencia.
-Al fin sales.-Dijo cuando entré por el asiento de copiloto.
-Tampoco he tardado tanto, eres tú, que eres una impaciente.-Dije entrecerrando los ojos.
-Sí claro. Tardona.-Se quejaba mientras ponía en marcha el motor.
-Ya.-Decidí ignorarla. No era recomendable discutir con ella. Era una cabezota.-¿Quienes vienen?
-Ya te le dije. Marcus y algunos amigos de él.
-¿Marcus?
-El chico de la biblioteca. El empollón buenorro.-Explicó mientras giraba cuando pasamos dos calles mas adelante.
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Sweet Despair
Romance"-¿Por qué nunca muestras tu verdadero yo? -Porque si lo hago, te asustarías al saber como soy realmente." An eye contact is a dangerous thing. But lovely. Oh, so lovely.