Mi cuerpo se quedó totalmente paralizado. Sus ojos penetrantes me miraban de una manera que no lograba descifrar, y las comisuras de sus labios simulaban una sonrisa, pero para nada reconfortante. Y ahora, ¿qué se supone que debería hacer?
Repasé todas las opciones posibles, ya de por sí pocas: la primera y la más inteligente, sería salir corriendo. Soy rápida, pero viendo la diferencia de la longitud de nuestras piernas, dudo mucho que tarde mucho en alcanzarme si decide ir en mi busca. Y la segunda y última opción es quedarme ahí y rezar a lo que sea que haya allí arriba para que este chico decida dejarme en paz.
No sé por qué, pero le temo mucho más al chico que está frente a mí ahora mismo que al que está tirado mirándonos con ojos expectantes, y eso debería preocuparme, ya que aquel chico parece sacado de una caverna.
Dirigí mi vista al suelo, no quería ver lo que podría venir ahora mismo. ¿Por qué fui tan tonta de ir detrás de una pelea? Me dan ganas de chocarme a mí misma contra la pared por semejante estupidez.
Unos fríos dedos se posaron en mi barbilla e hicieron que se irguiera para que mis ojos quedase en total contacto con los del dueño de la mano.
-Mm...tú eres la pequeña lectora, ¿cierto?-Dijo con desdén.
-No me llames así.-Repuse.
-Anda, nos ha salido quejica. ¿Qué hacías tú sola caminando por estas calles? Más bien, la pregunta sería, ¿por qué has venido hasta aquí?-Inquirió levantando la ceja izquierda. Dios, siempre quise hacer eso.
-Porque soy tonta. Yo qué sé. Y no me toques.-Dije apartando con la mano sus helados dedos de mi barbilla.
-Eres muy valiente, ¿sabes?
-Vaya, gracias, supongo.-Respondí evitando sus ojos.
-Aunque, no eres capaz de mirarme a los ojos, ¿tienes miedo?-Su sonrisa se ensanchó mostrando unos dientes que, me costaba admitir, perfectos.
-Creo que esa pregunta debería hacértela yo a ti. Tu mirada parece..-Su sonrisa desapareció, y enarcó las cejas, mostrando una significativa señal de que no entendía a qué me refería en absoluto. Realmente, yo tampoco. Lo único que quería irme de allí lo antes posible.-Y..bueno, si me disculpáis, yo me marcho. Lo siento por haber interrumpido...lo que quiera que sea que haya interrumpido. ¿Lo siento?
Fui dando pequeños pasos hacia atrás, esperando la reacción del chico del pelo negro, pero puesto que no hacía intento por pararme, me di la vuelta y corrí hacia mi casa.
****
Cuando entré a casa me esperaba a unos padres enfadados esperándome en la entrada, puesto que se me había hecho bastante tarde y no había dejado ni un simple mensaje para avisarles. Pero la verdad, estaba más concentrada en huir de aquel chico que ni siquiera pensé en llamarlos.
Aunque, en lugar de eso, estaban sentados en el salón viendo una especie de película sobre nosequé chica que fue secuestrada y su padre ex detective o algo así iba tras lo secuestradores. Más de lo mismo que todas las películas que se digna a poner ese canal de televisión.
Mi madre distrajo la vista de la televisión y me miró de arriba a abajo. Era una mujer, normal, por decirlo así. Yo había sacado sus ojos verdosos, pero sin embargo, no tenía su lisa melena, que en este momento llevaba cortada poco más abajo de los hombros. No podía considerársela una mujer delgada, aunque tampoco gorda, algo que ella suele repetirse continuamente.
-Pero, Alice...¿qué has hecho?-Dirigí mi vista hasta donde estaba la de mi madre, y me percaté de que tenía todos los zapatos y los pantalones lleno de barro y agua. Es lo que tiene salir corriendo como una loca sin prestar atención a los charcos que la lluvia dejó a su paso horas atrás.
-Oh, no es nada.-Le conté que salí más tarde de lo habitual de la librería y que volví a casa corriendo porque no quería ir sola de noche.
Obvié contarle lo del chico, no quería preocuparle y tampoco me apetecía recibir una charla sobre lo inconsciente que soy etc, etc.
-Como veíamos que tardabas, hemos cenado ya. Si quieres, ve a la cocina y calienta un trozo de pizza.-Asentí y me dirigí con pasos cansados hasta la cocina.
Abrí el microondas y me encontré con un trozo de pizza margarita esperando a que alguien se lo comiera. Me rugió el estómago, y entonces caí en la cuenta de que no había comido nada a excepción de el almuerzo. Puse el tiempo del microondas y me senté a esperar a que se calentase.
Mientras observaba al trozo girar sobre si mismo mientras se calentaba, pensé en lo ocurrido en esta tarde. La verdad, pensaba que podría haberme ocurrido algo peor. Ese chico...es realmente peculiar. No recuerdo haberlo visto nunca antes por mi ciudad, y esa mirada...
El bip del electrodoméstico indicándome que la pizza estaba lista me despejó de mis pensamientos.
Al terminar de comer, me dispuse a fregar los platos, y tras desearles buenas noches a mis padres, me dirigí a mi habitación. Tan pronto como mi cuerpo tocaron las suaves sábanas, mi cuerpo fue arrastrado por las garras de Morfeo.
***
Mis piernas corrían todo lo rápido que mis músculos podían. Era una calle oscura, con muy poca luz, apenas una tenue iluminación de una farola a cada diez metros.
Mi pecho subía y bajaba con rapidez a causa de la carrera, y notaba como la sangre bombeaba con rapidez por las venas de la sien, oyendo como palpitaba y haciendo que me marease aún más si cabía de lo que ya lo estaba.
De repente, me tropecé con una piedra. El dolor en la rodilla era desgarrador, pero eso no me impidió volver a levantarme y continuar corriendo.
No sentía si avanzaba o no, solamente que mi cuerpo se iba cansando cada vez más. Y luego, oí mi nombre.
Instantáneamente me giré, y vi al chico del pelo negro parado frente a mi.
-¿Por qué huyes de mi, Alice? ¿Acaso no te gusto?-Dijo con tono burlón.
-Yo...-Intenté decir, pero las palabras no salían de mi boca por mucho que yo las forzase a salir.
El chico se fue acercando cada vez más a mi, hasta que nuestras frentes quedaron cara a cara.
-Oh vamos Alice, sabes que conmigo no tienes que tener miedo...¿o sí?-Volvió a hablar con tono burlón.
Mis ojos miraron a los suyos, provocándome ese efecto helado que me provocó esa primera vez.
Y, de repente, mi cuerpo de desvaneció en la nada.
Nota: Lo siento por hacer este capítulo tan corto :( Espero que os guste, y si es así, hacedmelo saber por comentarios por favor. Muchas gracias por leer ♥
ESTÁS LEYENDO
Sweet Despair
Romantizm"-¿Por qué nunca muestras tu verdadero yo? -Porque si lo hago, te asustarías al saber como soy realmente." An eye contact is a dangerous thing. But lovely. Oh, so lovely.