XV. Cuidado.

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-Todos nos están mirando.-Dije en voz baja mientras iba subiendo las escaleras de la vieja y desgastada entrada del instituto. El invierno empezaba a notarse, y gotitas de humedad mañanera se dejaban caer sobre la oxidada barandilla, dejándome las manos heladas al intentar apoyarme en ella.

Realmente no todo el mundo. No estaba acostumbrada a que la gente se fijase en mi, así que las pocas miradas que se fijaban en nosotros hacia que se me subiera el rubor hasta las mejillas y desviase mi mirada hacia el suelo.

-Bueno, eso de "nos" puede ser discutible. Creo que la mayoría de las chicas me están mirando a mi. A no ser que sean lesbianas, entonces sí puedo concederte el placer de decir que te están mirando a ti.-Se regodeó Christopher mientras se colocaba mejor mi mochila, la cuál se había empeñado él en llevar.

-Dime que no vas a estar acompañándome todo el día. 

-Te dije que quería...

Estábamos llegando al aula de mi siguiente clase, y lo que quería era quitarme a Christopher de encima. Después del episodio pasado con él en el Spectrum, lo último que quería era seguir un minuto más con él. 

Se había empeñado en acompañarme hasta aquí en su estúpido intento en "demostrarme que no es un monstruo". Supongo que ésa es su peculiar forma de arreglar las cosas, pero mis ganas de seguir a su lado y soportar sus momentos de arrogancia iban agotándose poco a poco. Además, estaba harta de que la gente me mirara susurrando "eh mirad, ahí está Alice con el chico ese tan rarito. ¿Se tendrán algo entre ellos?"

-Sí sí, querías demostrarme que no eras un monstruo y todas esas cosas. Pero bueno, no me apetece mucho tener a un escolta a mi lado las veinticuatro horas del día, ¿sabes? Así que, gracias por traerme y ahorrarme la caminata hasta el C&C's, supongo. Aunque después de clase tendré que volver allí, así que en cierto modo no me has ahorrado ningún viaje.

-Si quieres, puedo llevarte y- 

-No.-Le interrumpí.- Gracias de todas formas. 

Me puse de puntillas para llegar a su hombro y le descolgué la mochila, y con un leve movimiento de cabeza me despedí de él y continué mi camino hacia clase. No hacia falta darme la vuelta para mirar atrás y saber que Christopher estaba clavándome sus ojos en la nuca con cara de frustración.

                                                    ***

 Me metí la mano en el bolsillo trasero de los vaqueros y saqué un pequeño papel arrugado. Según mi itinerario, ahora me tocaba literatura española, en el desdoble cinco. Cuadré los hombros y me encaminé por el pasillo hasta la clase. 

La cabeza no paraba de darme vueltas. ¿Sería el vodka que había tomado ayer? No tomé demasiado, pero teniendo en cuenta que me bebí dos vasos de golpe y toda la emoción que pasé los minutos después, no me extrañaría. Solamente al recordar el ardor que sentí bebiendo ese cóctel se me empezaba a secar la garganta.

Aunque, puede que no fuera sólo por eso.

                                                      ***

Clary estaba sentada al final del aula, por lo que fui hacia ella y me senté a su lado. Tenía el ceño fruncido, y se dedicaba a mirar al horizonte con la mente perdida en otro lugar.

-Tierra llamando a Clary, ¿estás ahí?-Dije mientras pasaba la palma de la mano ante sus ojos, ése típico gesto que se le hace a la gente cuando parece estar en otro mundo.-¿Algo que contar?-Pregunté cuando vi que salió de su ensoñación mientras me reclinaba en el asiento. El papel arrugado que tenía en el bolsillo trasero de los pantalones me molestaba al sentarme, pero no me molesté en sacarlo.

Sweet DespairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora