XII. Gélido.

441 22 3
                                    

No suelo responder a llamadas de números que no conozco, pero supongo que hoy era la excepción. Descolgué y me llevé el aparato a la oreja.

-¿Diga?

-¡Alice! Tenía ganas de oír tu voz.

-¿Elliot?-No sabía por qué, pero me decepcionó un poco descubrir que era él. Por un momento llegué a pensar que era Christopher para decirme por qué no había aparecido hoy por el instituto y decir que me echaba de menos. Tonta de mi.

-¡Me alegra que te acuerdes de mi! Pensaba esperar a que tú me llameses, pero viendo que tú no lo hacías y las ganas que tenía de hablar contigo decidí hacerlo yo. He aguantado todo un fin de semana, supongo que he superado mi récord de paciencia.-Mierda es verdad. Prometí llamar a Elliot, pero perdí su número de teléfono y la verdad es que no me interesé mucho en buscarlo.

-Lo siento muchísimo. He estado todo el fin de semana estudiando para los exámenes y se me pasó por completo llamarte.-Mentí. La verdad es que eso era lo que debería haber hecho, teniendo en cuenta que los exámenes de finales del trimestre estaban cerca y no había tocado ni un libro. Sin embargo, me pasé los dos días con un tipo que podría ser un psicópata y que supuestamente sabe quién entró en mi casa. Bien hecho. Responsabilidad ante todo Alice. 

-No te preocupes tonta.-Risas.-Mmm sé que es lunes y eso, y seguramente tendrás que seguir estudiando pero...¿no te importaría dejar tus importantísimos estudios para pasar la noche conmigo? No me malinterpretes.-aclaró.-no me refiero pasar toda la noche, si no si me dejas invitarte a cenar a un restaurante muy bueno que conozco...bueno, realmente ya has cenado allí, puesto que es el lugar dónde nos conocimos, el C&C's, ¿te acuerdas?

-Claro que me acuerdo, pero no sé si..

-Oh vamos, no acepto un no por respuesta. Sólo una noche. Mira, son las cinco de la tarde. Tienes todo el tiempo del mundo para estudiar y esa cosa. Pasaré a recogerte sobre las nueve, ¿te parece? Y si quieres te dejo sobre las doce. No es muy tarde.

-La cosa es que se supone que hoy tengo que trabajar, y mi turno empieza en media hora. Y salgo sobre las ocho, así que no sé si...-Intenté excusarme. 

-Por favor. Concédeme sólo un día. Las únicas dos veces que nos hemos visto siempre acabaron mal. Y da la casualidad de que ese Christopher estaba siempre por medio. La primera, desapareciste del Saint Patricks, y la segunda, mientras hablábamos, ése te sacó a rastras del bar. Al principio pensé que eras su novia, pero luego lo volví a reconsiderar: es una locura. ¿Cómo ibas a salir con él? Perdona, me estoy yendo por las ramas. 

Así que una locura que saliera conChristopher...la verdad es que tiene algo de razón. Viéndonos de lejos, no nos parecemos en nada. Él es el típico macarra que hace lo que le viene en gana y viste con ropa de gamas oscuras, con pitillos, piercigns y tatuajes. Y luego estoy yo, una chica que detesta la oscuridad, el mundo de la noche y todo lo que tiene que ver con eso. La verdad, es una locura.

-Mmm no lo sé Elliot..

-Venga, por favor. Dame una oportunidad.

-Está bien.-Suspiré resignada.-¿A las nueve en el C&C's te parece bien?

-Tenía pensado ser un caballero e irte a recoger a tu casa, pero si quieres venir por ti sola no hay problema. Nos vemos allí. ¡Muchas gracias, no te arrepentirás!

Realmente salir me vendría bien. Me servirá para dejar de pensar en Christopher y el viaje a Boston. Cogí las llaves del coche y bajé rápidamente las escaleras.

-¡Mamá, papá, voy a trabajar! Luego nos vemos. 

                                              ***

Sweet DespairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora