Estacioné frente a la casa de Valentina media hora después de lo pautado, espero que este de buen humor porque si no estoy seguro que me matara apenas toque la puerta. Al llegar a la entrada y tocar un par de veces nadie contesto, volví a hacerlo y nada, no tenía su número para marcarle así que tendría que esperar a que llegara, lo más seguro es que hubiera salido.
Había pasado aproximadamente una hora y no llegaba nadie, estaba muy molesto, después era ella la que decía que fuera puntual, decidí irme pero cuando estaba a punto de levantarme de los escalones se abrió la puerta de la cual estaba recostado y caí de espaldas, al percatarme de quien era inmediatamente fruncí el ceño.
- ¿Te dolió? – tenía una sonrisa burlona.
Me levante de golpe y la encare molesto, pero no quito su estúpida sonrisa de sus labios y eso me molesto aún más de lo que estaba.
- ¿Por qué coño no me abriste la puerta? ¡Llevo aquí más de una hora!
- Pues yo te dije que fueras puntual y llegaste media hora después así que ¿Por qué no hacerte lo mismo, pero peor? – alzo la ceja y sonrió aún más para después apartarse de la puerta –. ¿Vas a pasar o qué?
- Solo por él trabajo, nada más por eso – dije y entre de una buna vez.
- ¿Y porque más seria? – me volteé al momento que cerró la puerta, paso a mi lado sin apartar la mirada de mis ojos hasta que entro a la sala y se sentó.
Me quede un momento pensando en lo que había dicho, obvio que solo había ido por el trabajo ¿porque más seria?
Me adentre un poco más a la casa, era muy linda, apenas entrabas veías las escaleras que te llevaban al piso superior, al lado derecho estaba la sala con una chimenea de ladrillos muy al estilo antiguo pero elegante, los sofás eran color crema y las paredes de color blanco. Si te adentrabas más al lugar se podía ver el comedor, una mesa para seis personas y un mini bar con varias botellas de vino. A la izquierda también cuando entrabas estaba la cocina tenia una isla en el medio de ella, no era muy grande pero tenía buen diseño. En el pasillo donde estaban las escaleras al final se veían dos puertas hacia la izquierda y una justo al final que al parecer te llevaba al jardín trasero.
Me quede detrás del sofá donde se hallaba Valentina y me le quede observando, llevaba unos leggins que le llegaban a las rodillas color rosa pálido, un suéter blanco ceñido al cuerpo, el cabello recogido en una cola y estaba descalza, se veía muy bonita.
- ¿Te vas a quedar todo el rato mirándome o vas a ayudar? – me miraba alzando la ceja pero seria esta vez.
- Hmp ¿Qué tienes en mente? – rodee el sofá y me senté a su lado.
- Estaba pensando que podríamos hacer un resumen de este – me mostro un libro que en la portada tenía una chica que no se le veía la cara solo la mitad del cuerpo y más que todo las manos, casi toda la portada la aparcaba el nombre "Siempre has sido tu" en la esquina superior del lado izquierdo se leía el nombre de la autora "Carolina Méndez" –. ¿Estás de acuerdo?
- Si podríamos hacer el resumen de este – tome el libro y observe mejor la portada.
- Bueno léelo mientras yo comienzo a hacer el resumen.
- ¿¡Tengo que leer todo esto!? – estaba loca si pensaba que leería todo eso en unas horas.
- Si no lo haces simplemente hago yo sola el trabajo y le digo al profesor que no hiciste nada para que saques mal – dijo simple, sin tener ninguna muestra de cumpla en el rostro.
- ¡Esta bien!, dame tiempo entonces – abrí el libro y comencé a leer la sinopsis.
- Así está mejor – dijo y volteé a verla, mostro una sonrisa y empezó a teclear en su laptop.
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Lo que encontré en ti
Teen FictionSoledad, tristeza, odiar con toda tu alma a las personas que te hacen daño y tener un rencor tan grande al no saber cómo liberarte de ese espantoso sentimiento. Bueno esos sentimientos rondaban en mi día a día, pensaba que solo yo era la única que p...