Lo que encontré en ti

14 VALENTINA

La clase cada vez se hacía más aburrida conforme pasaban las horas, odio matemática, la detesto y para colmo soy un asco en ella. Mire a Isabella que tenía cara de quedarse dormida si no fuera porque Daniel le estuviera jalando el cabello cada vez que tenía oportunidad.

Cuándo por fin mi tortura termino comencé a recoger mis cosas, ya estaba por levantarme de mi asiento cuando mi celular empezó a sonar.

- ¿Hola?

- Hablo con la niña más linda que he visto.

- ¿Qué quieres, Gabriel?

- ¡Hey!, soy tu hermano, no necesito algo para decirte que eres linda.

- Sí, claro. – Dije mientras reía – ¿Qué pasa? ¿Para qué llamas?

- Estoy afuera, apresúrate, vamos a comer – dijo y colgó.

Era raro que después de tanto tiempo Gabriel se presentara en mi instituto, pero me gustaba mucho.

Al llegar a la entrada pude ver a mi hermano estacionado al frente y estaba recostado del capo del de su auto, pero al percatarme quien estaba con el no pude evitar sonrojarme un poco.

- ¿Quién es el que está al lado de tu hermano? – pregunto Isabella a mi lado.

- E-ese es Jeyden – dije un poco tímida.

- Para ser sincera no es como lo imagine, – volteé a mirarla con una ceja alzada - está mucho mejor, no pensé que estuviera tan bueno.

- Sé que te encanto, pero por favor, no digas en voz alta lo bueno que estoy, aunque no sea mentira – dijo Daniel detrás de ella y esta solo rió.

- No puedes competir contra eso – señalo a Jeyden y volteo a mirar a Daniel por primera vez desde que llego - ¿Y quién dijo que tú me encantas? Estas muy equivocado cariño.

- Repite "cariño", te ves muy hermosa cuando lo pronuncias – le susurró al oído pero lo suficientemente alto para que se escuchase.

- No digas estupideces – dijo Isabella apartándolo un poco pero sin romper el contacto y pude notar que sonreía un poco, pero no se le percibía mucho.

- Bueno, yo me voy, que la pasen bien y por favor Daniel, que llegue sana a su casa, no quiero ver ninguna marca roja en su cuello cuando la vea mañana.

Escuche como Isabella grito mi nombre como si me estuviera reprendiendo, yo lo solo solté una carcajada. Llegue hacia donde Gabriel y me lance sobre él para abrazarlo.

- ¿Esa es Isabella? – pegunto señalándola.

- Si, está muy cambiada, ¿no crees?

- Si, en realidad si – Gabriel siempre le tuvo mucho aprecio a Isabella, a pesar de que él y yo no éramos cercanos cada vez que ella iba a mi casa la trataba con mucho cariño.

- Hola Vale – dijo Jeyden y a pesar de que ese día en su auto no me sentía incomoda ahora si lo estaba ya que mi hermano estaba presente.

- Hola – lo salude con la mano y el no paraba de mirarme de arriaba abajo.

- Bueno Tina ¿Qué quieres comer? – preguntó mi hermano acariciándome la mejilla.

- ¿Qué te parece si comemos hamburguesa?

- Me gusta la idea ¿Y a ti Jeyden?

- Lo que ella decida está bien para mí – dijo y Gabriel asintió.

- Esta bien, vámonos entonces – Gabriel abrió la puerta del piloto y cuando yo fui a abrir la puerta de la parte de atrás Jeyden lo hizo por mí.