LA HERMANA DE JUGHEAD. [RIVERDALE]

011

Archie

—¿Qué te pasa?—la pregunté sin entender nada.

No habló, simplemente me abrazó. La seguí el abrazo, era lo que más necesitaba de ella.

—Ven, pasa.

Cogió una maleta y se adentró en mi casa, la cedí el paso y cerré la puerta. Se sentó en el sofá y comenzó a sollozar.

—Por la maleta... Veo que te vas ya.—agaché la cabeza y se me empezaron a caer las lágrimas.—Venías a despedirte, ¿verdad?

Se quedó en silencio unos instantes y empezó a llorar, más de lo que ya lo estaba haciendo. Levanté la cabeza y la miré con los ojos llenos de lágrimas.

—No quiero perderte.

—Yo a ti tampoco, Archie.—me respondió.

Era la primera vez que estaba de acuerdo conmigo en un sentimiento mutuo.

—Tampoco quiero una despedida...

—No la vas a tener porque estoy sola.

—¿Cómo que estás sola?

—No tengo dónde ir, aquí ya no me quieren y en Texas tampoco. Mi madre me ha abandonado y mi grupo de Texas también.

—¿Me estás hablando en serio?—la pregunté sorprendido—¿Cómo puede abandonarte tu propia madre?

—No lo sé... Estoy destrozada Archie.—se puso las manos en la cara.

—Escúchame...—la quité las manos de su precioso rostro—No estás sola porque yo estoy contigo, quédate a vivir aquí.

—Ya claro, ¿toda la vida?

—No, porque cuando tengamos dinero y trabajo nos podremos ir a vivir juntos.—la dije sonriendo.

—Archie, estás loco... No sé si aceptar que me tengas que mantener, soy una chica muy independiente y...

—Que yo sepa hasta ahora no vivías sola. Además, que más da... En compañía tampoco se está tan mal.

—¿Y tú padre qué?

—Lo entenderá, no es como tú madre...—puse los ojos en blanco.

Me dí cuenta al instante de lo que acababa de decir y la miré perplejo, había metido la pata.

—No, tranquilo... Si tienes razón.—me dijo como si me hubiera leído la mente.

Nos empezamos a reír y el sonido de la puerta nos interrumpió.

—Hombre Jazmine, ¿como tú por aquí?—la preguntó mi padre colgando la chaqueta en el perchero y entrando al salón.

—Papá... Tenemos que hablar.—le dije con una sonrisa en la cara.