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Jazmine Jones.

Aquella noche volví a casa y no dije ni una palabra de lo ocurrido. Nadie podía saberlo, si se enteraban que se enterasen por otra persona. No tenía miedo, ni estaba siendo cruel, simplemente tenía muchos antecedentes en Texas y me podrían haber acusado de sacarlo de la tumba y ponerlo en la orilla, y creo que es lo último que debía conseguir. Que se crease una imagen de mí que ya tenía en Texas.

Abrí la puerta de casa y estaban Jughead y FP sentados en el sofá. Se mostraban nerviosos, en cuanto me vieron entrar se levantaron de un brinco.

—¿Ha pasado algo?—les pregunté mientras sacaba la llave de la cerradura.

—Sí, ¿tú has visto qué hora es Jazmine?—me dijo mi padre señalando con el dedo su reloj.

—Que más da, no empieces con tus funciones de padre protector.—le contesté.

—¿Dónde coño estabas?

—En el Pop's.—contestó mi hermano por mi—La he visto con Betty y las he presentado.

FP suspiró indignado y se fue a su habitación, sin decir ni una palabra más.

—Gracias por cubrirme...—le agradecí—Aunque bueno, no has mentido.

—Ahora en serio, ¿dónde narices estabas?—me preguntó mirándome estrictamente.

—Volviendo a casa. Lo que pasa es que en Riverdale parece ser que hacen falta más farolas. Estaba todo oscuro y no veía nada.

—Me podrías haber llamado y te iba a buscar con la moto.

—Da igual, no tengo diez años, se arreglármelas yo sola.

Colgué mi chaqueta en el perchero y me fui a dormir.

Al día siguiente, sin motivo aparente, me desperté más pronto de lo normal. Sería a causa del despertador de Jughead y el ruido de sus botas al andar. Me dirigí a la cocina y ahí estaba, desayunando como si llevara meses sin hacerlo.

—¿Vas a clase?—le pregunté mirando como masticaba con deseo su tostada.

—Sí, ¿tú no?

—Aún no he pedido plaza para hacer la matrícula. Tampoco me apetece ir.

—Deberías ir al instituto, es un auténtico...

—¿Un auténtico sitio para muermos?—le interrumpí.

—¡No! Hay gente fantástica y deberías conocer a mis amigos. Te caerán bien.

—¿Por ejemplo...?

—Archie, Veronica... Y muchos serpientes.

La palabra "Serpiente" ya me helaba la sangre. Me ponía a cien esa gente con chaqueta de cuero con un logotipo de una serpiente en la parte lateral. Todos menos mi hermano, evidentemente.

—Bueno, ¿por qué no? Dame unos minutos que me visto.

—¿No era que no estabas aún apuntada?

—Da igual, que me apunte papá después. Iré a pasar el rato de momento.

Se puso las manos en la cara y dio un trago a su vaso de zumo. Después de media hora me acabé de vestir y me dirigí a la cocina donde estaba Jughead esperándome impaciente.

—No te vuelvo a esperar otra vez, has tardado décadas.—me dijo enfadado.

—No he tardado tanto.—dije justificándome.

Salimos de casa y me pasó el casco y nos montamos en su moto. En dos minutos ya estábamos en el Riverdale High.

—No ha cambiado nada a cómo yo lo recuerdo.—dije mirando el edificio de aquel lugar tan repugnante.

LA HERMANA DE JUGHEAD. [RIVERDALE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora