Renjun era hermoso.
Y no hablaba solo de su físico, si miraba únicamente en eso, podría decir que Renjun era el ser humano más bello que había pisado la tierra.
Renjun era hermoso en todos sus aspectos; aún cuando se enojaba y peleaba como si su vida dependiera de ello y también cuando intentaba mostrarse indiferente e insensible a otros, al final el chico era puras sonrisas y afectividad, era un chico con un sin fin de cualidades, era un rayo de luz que debía no apagarse jamás, bajo ningún motivo o circunstancia.Jaemin lo tenía muy claro, Renjun era su rayo de luz. Lo fue desde en el momento que el chico decidió ayudarlo y cuando éste se quedó a su lado, siendo participe de como mejoraba en muchos aspectos; confiando en él cuando mucha gente no lo hacia y siento su soporte. Ahí era cuando se arrepentia de ser un estúpido, de no haber visto más allá de su nariz y por ser el responsable de que esa luz se debilitara, porque Jaemin estaba lleno de oscuridad, y Renjun era un ser tan puro a su lado.
Quizás se dió de cuenta tarde, cuando lo estaba perdiendo, pero agradecía haber entrado en razón lo suficientemente rápido, viendo el tipo de persona que tenía a su lado, el tipo de persona que no podía perder.
Renjun era hermoso y Jaemin estaba completamente enamorado de él.
Porque Renjun le daba de su luz, sin importar qué y Jaemin quería ser el tipo de persona que le ayudaría a brillar más, a nunca apagarse.
¿Estaba bien sentirse así, quererlo así?
Era un cóctel de sentimientos, todos tan buenos y tan aterradores.Jaemin lo sabía; quería a Renjun, lo quería demasiado.
Lo repetía en su cabeza, mientras observaba como el chico se abrazaba a su pecho mientras dormía con tanta tranquilidad, apreciando su rostro tan pacifico y lo repetiría siempre, porque esperaba nunca cansarse de eso.
—Me estas mirando mucho, me da miedo.—susurró el chico adormilado, con sus ojitos cerrados.
—Siempre te miro mucho. —contestó con ternura, sonriendo—te lo he dicho mucho, eres lo más hermoso que existe.
—No lo soy. —Renjun aún seguía apoyando su mejilla en el pecho de Jaemin, estaba cómodo allí y se negaba a moverse.
— Lo eres. —afirmó.
Y se quedaron en silencio, ya debía ser pasada la media noche y los padres de Jaemin estarían durmiendo, ellos tampoco querían romper esa aura tranquila que habían formado.
Cuando ambos chicos habían llegado a la casa, lo primero que habían hecho los mayores había sido correr hacia Renjun y abrazarlo, el señor y la señora Na al parecer lo habían extrañado demasiado.
La señora Na le había dicho al chico que pensaba castigar a Jaemin si este le había hecho algo malo, porque sabía que su hijo era muy tonto a veces.
Sus padres querían mucho a Renjun, entendible, era imposible no quererlo.
Y habían tenido "la charla" con su ahora novio. Jaemin no se lo pidió de la forma que quería, pero el mismo Renjun le había dicho que era un tonto por estarse demorando.Todos lo llamaban tonto.
—¿Mañana vamos a hablar con Kun? —preguntó, esperando que Renjun no se hubiera dormido.
—Supongo. También debo decirle a Chenle y Mark. —contestó bajito—aún falta la aprobación de ellos.
—¿y si me dicen que no tengo la aprobación?
—No sé, debes hacer que te quieran... Pero no que te quieran mucho.
Jaemin soltó una risita ante esa respuesta y dejó un beso en los cabellos de su novio.
—Te quiero mucho. —dijo. Renjun frotó su mejilla en el pecho del contrario para luego asentir.
—Yo también.
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Un año más. [Renmin / Jaejun]
Fanfic¿La vida acaso odia a Renjun? El chico quería vivir alejado de todo cliché, pero al parecer ese año no sería como los otros años. Su mejor amigo empieza a salir con un miembro de "la pandilla de genios imbéciles" y al parecer Renjun y Mark debían...