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Capítulo 3

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CAPÍTULO 3

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CLEVELAND

Un hombre sentado en un mesa, revolvió su cereal con una cuchara y siguió comiendo de forma cansada. De pronto, escuchó un extraño sonido, así que se levantó de la silla para asomarse por la ventana. Ahí vio que un hombre había chocado su auto con el de él. 

Cuando el otro hombre se volteó,él cerró rápidamente la cortina, para luego alejarse.

—¿Hola? —el hombre llamó desde afuera, acercándose a la casa—. ¿El auto de afuera es tuyo? Me subí a la acera, tal vez podríamos arreglarlo entre nosotros. Pero si quieres llamar a la policía eso está bien para mí. 

—No —respondió dentro de la casa, observando la sombra del desconocido—. Policías no —dijo y el otro hombre se lo agradeció. Se acercó a la puerta y le quitó el seguro. Pero cuando abrió la puerta, fue golpeado en la cabeza por el otro hombre.

El hombre golpeó la pared con una comba, hasta que encontró dentro de la pared, el objeto que estaba buscando.

Ahí encontró una caja, la sacó y volteó para sacar todos las cosas de su interior. Entre esas cosas estaban algunos archivos, fotos y hojas, pero lo que estaba buscando era el libro rojo con una estrella en el centro.

El dueño del lugar se encontraba colgado de cabeza sobre el lavabo, viendo como su secuestrados llevaba todas las cosas a la mesa a unos metros de él, para comenzar a buscar algo que fuera de su interés además del libro.  

En una carpeta encontró la foto del dueño de la casa. 

—No has cambiado coronel, felicidades —dijo sarcásticamente, mirando al hombre colgado encima del lavabo—. Reporte de misión, Diciembre dieciséis en el 91 —leyó.

—¿Usted quién es?

—Mi nombre es Zemo —respondió—. Te voy a repetir la pregunta. Reporte de misión, Diciembre dieciséis del 91.  

—¿Y cómo dio conmigo? —ignoró, mientras el lavabo debajo de él seguía llenándose y comenzaba a cubrirlo.

—Cuando SHIELD colapsó, Black Widow difundió los archivos de HYDRA al público. Millones de páginas, muchas de ellas encriptadas, no es sencillo descifrarlas pero tengo experiencia y paciencia. Un hombre hará lo que sea con esas dos.

—¿Y me puede decir qué quiere?  

—Reporte de misión, Diciembre dieciséis del 91—repitió una vez más.

—Nunca.. lo... diré —mencionó con dificultad.

Zemo se acercó y cerró la llave, deteniendo el agua.