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         Al cerrar la puerta de mi habitación, la ira es lo primero en recibirme: me envuelve en sus brazos y me hace desear querer romper cosas, llevar a humanos a la locura y que acaben con sus vidas de las formas más horribles, pero no quiero hacérselo a ella ¿Por qué tenía que mostrármelo? Todo iba tan bien.

Paso mis manos por mi rostro, necesito dejar de pensar en ella y concentrarme en lo que debo seguir haciendo, al parecer distorsionar sus memorias cuando duerme es la mejor manera de seguir dañándola de sobre manera. Ahora mismo debe de seguir dormida, puedo entrar a sus sueños y hacer que Salem modifique un recuerdo más en donde Carter la golpee...

¡Maldición! ¡No puedo hacer eso! La mera idea me hace querer vomitar.

Golpeo con fuerza la pared que está al lado de la puerta, haciendo un gran boquete, debo calmarme. Gruño y asgo el pomo de la puerta, necesito aire fresco. El sonido de los carros se cuela por la ventana al igual que el sonar de un avión pasando sobre la ciudad, los maldigo y me detengo ¿cómo mierda voy a tomar aire fresco con todas estas porquerías arruinándolo? Grito frustrado y pateo la mesilla de noche, el vidrio de esta se hace añicos y caen por toda la habitación.

Esto es culpa de Angela, esa maldita humana de mierda lo arruino todo, ¿Por qué carajo me mostro esa vista? ¿Por qué me muestra su amor puro por algo que yo amo?

¿Por qué tuvo que mentirme en ese momento?

Es una locura que algo que al principio no existía surja de una forma tan agresiva, pasional, loca y, a la misma vez, tan dolorosa. Si ella hubiera dicho la verdad, no nos hubiéramos enlazado y todo seguiría como siempre, no tendría por qué preocuparme por ella. Pero mintió y eso lo arruino todo.

¿En qué momento se ha enamorado a mí y nos ha jodido a los dos? ¿Acaso el verse tan al borde del vacío, decidió aferrarse a lo más cerca de ella? En este caso, yo.

Me dejo caer en la cama, cierro los ojos y tras la oscuridad de mis parpados la veo; su linda sonrisa y sus hermosos ojos, los cuales me observan con picardía y tan llenos de vida. Tan distintos a aquella vez.

Recuerdo la vez que la vi por primera vez: estaba en busca de algo nuevo, al delicioso e inocente que pudiera degustar, con lo cual me divertiría por un tiempo antes de hacer que se suicidara. Paseaba sobre una vieja calle, las casas no parecían en muy buenas condiciones, pero había gente habitando en ellas. Al pasar por un verde jardín, un cosquilleo en mi nuca me hizo detenerme y entrar a esa casa, y fue ahí en donde vi una niña sentada en el suelo sobre el pasillo que conectaba a salida y la cocina, lloraba por escuchar a sus padres pelear y eso me molestó, ¿acaso no veían lo que le hacían a esa pequeña?

Me senté a su lado, observe entretenido como sus pequeños hombros temblaban y su cabello ocultaba su cara, pero al ser una niña sus sentidos eran sensibles, por ello logró notar mi presencia y me volteo a ver, aquella mirada llena de sorpresa me dejo helado en mi lugar. Pensé que gritaría o que saldría corriendo, grande fue mi sorpresa cuando se lanzó a mí por un abrazo. No supe que hacer al principio, más que solo mecerla como alguna vez mecí a Miguel en mis brazos, cuando este todavía era un bebé, poco a poco se calmó y fue cuando comencé a alimentarme de ella.

Su deseo era dejar de llorar y que sus padres dejaran de pelear, y así lo hice, le cumplí ese caprichoso sueño. Ese alimento me basto para tres días.

Con los años sus caprichos fueron creciendo, siempre pedía mi opinión o me hacía alabar su gran destreza en sus partidos de futbol, como si fuera su amigo. Se llegó a drogar por mi culpa y también hubo unas veces que se emborracho hasta quedar inconsciente, pero nunca se dio por vencida. Con el tiempo maduro con aquellas piedras que yo le ponía en el camino, ¿acaso fue eso lo que me hechizo de ella? ¿Eran pruebas de mi parte para ver si ella era mi lazo? Tal vez fue eso o solo hice de ella lo necesario para crear algo realmente bello y valioso, aunque ahora ya no importa.

Saga Seducción: MentalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora