Ambiente hostil.

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Unos golpes en la puerta del 201 hicieron que todos dejarán lo que estaba haciendo. La tensión se sentía en toda la casa.

- Yo abro! - anunció Frida y estaba a punto de abrir cómo acostumbraba cuando Polita la agarró de la mano deteniendola.

- Mortales - le recordó. Frida sonrió colo excusándose y acto seguido fue corriendo hacia la puerta.

Al abrir se encontró con los cuatro López.

- Bienvendios! - Los saludo, mirando a los pequeños. - yo soy Frida y ustedes? -

- Yo soy Guadalupe y este es mi hermano mellizo Julio - dijo la niña señalando a su par. - ellos son mi Papancho - señalo a Pancho - y mi hermanito Temo - dijo finalmente señalando al joven.

- Hola Temo - dijo Frida con voz un poco tímida.

- Hola - le respondió este.

- Nos vas a dejar entrar o que? - pregunto Julio un poco más brusco de lo que debería.

Al darse cuenta de que el niño tenía razón se hizo a un lado y los dejó pasar.

Pancho, seguido de sus hijos, se acercó a la sala donde estaban casi todos y saludo a cada uno de los presentes, los cuales se presentaron al darle la mano.

- y estos son mis calcamonias, Ana Guadalupe y Julio - presentó a los niños, - y mi Cuauhtémoc. - dijo llevando una mano a la espalda de Temo, lo cual lo saco del ensimismamiento en el que se encontraba.

- Ho .. hola - dijo algo avergonzado de haberse perdido en sus pensamientos mientras conocía a los vecinos, pero es que habia notado que Aristóteles no se encontraba entre la gente de la sala.

Por un momento quiso preguntar si estaría, pero le dió incluso más pena todavía. Por lo que optó a tomar asiento junto a Frida quien le estaba ofreciendo un lugar.

Temo echo un vistazo a la gente que se encontraba allí. Casi todos los miraban de manera curiosa, y se mantenían callados. La única que realmente mantenía la conversación con su Papancho era Polita.

Esto llamo un poco su atención, pero luego luego decidió que quizás eran una familia algo reservada. Pero entonces por qué los habrían invitado a almorzar si se iban a quedar en silencio?

De pronto noto a que uno de los presentes, un hombre que llevaba una fedora dentro del departamento (raro) lo miraba fijamente, incluso cuando el se detenía a mirarlo, el no apartaba la vista. Esto lo puso algo incómodo. Necesitaba escaparse de su mirada.

- Donde está el aseo? - le pregunto a Frida levantándose de su lugar.

No espero a que la niña terminará de darle indicaciones antes de haber salido de la sala de estar.

Estaba yendo hacia donde le había dicho Frida cuando escucho que hablaban en la cocina.

Eran voces que ya había escuchado aquel día, la voz de Doña Blanca, Ari y la muchacha que había interrumpido cuando Ari le estaba hablando en el pasillo.

- Y estás seguro que se sintió diferente? - preguntaba voz de Doña Blanca.

- Si, era como si realmente estuviera allí, no estaba esa ligereza que siento normalmente -

- Y se veía diferente, mamá - agregó la voz de la muchacha.

-  Y esto nunca te había pasado, Ari? -

Hubo un silencio, el cual Temo supuso  Aristóteles había llenado con algún gesto.

- Es extraño que un don cambie su forma de un día para el otro, voy a tener que revisar los libros -

Te Vi Venir •|Aristemo|• [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora