Y entonces..., ahora que?

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Doña Imelda casi se desmaya en su silla. Tanto Audifaz como Tulio corrieron a sostener a su madre para que esta no cayera al suelo.

-No puede ser, no puede ser. - repetia Imelda una y otra vez. 

Luego de la decision de Temo y Aris lo jovenes y niños fueron excusados y enviados a afuera junto con doña Ofelia quien ya habia cumplido su parte en todo aquello.

*****

Los niños intentaron escuchar tras la puerta de que hablaban los mayores junto con Diego, pero Temo y Aris decidieron ir a la azotea a platicar.

Cuando llegaron entraron en el pequeño cuarto que alli habia.

Aris cerro la puerta tras ellos.

-Entonces... Tu y yo somos... - Comenzo a decir Temo, Aris asintio.

-Aristemo.- termino de decir Aris.

-Nada mal para unos tortolitos recien comenzando. Terminando las frases el uno del otro - Se escucho a Diego del otro lado de la puerta.

-Diego!- Se quejo Temo.

Ari solo rio.

-Pasa. - lo invito el Córcega. 

Diego abrio la puerta y entro triunfante.

-Solo vengo a despedirme, Temo. Mi abuela quiere que volvamos a casa, ya cumplimos nuestro cometido aqui.- dijo Diego acercandose a su amigo y dandole un abrazo.

-No te puedes quedar un poco mas?- Cuestiono Temo. 

Diego se volteo a mirar a Ari.

-Creo que despues de todo lo ocurrido ambos necesitan tiempo juntos, conocerse mejor, darse unos becerros. -

-Diego!- Le recrimino Temo.

-A poco no, Aristóteles?-

Ari, muy digno, no dijo nada, pero estaba en completo acuerdo con Diego, el y Temo necesitaban tiempo para "conocerse".

- Y que hay contigo, Diego? Lo que le dijiste a tu abuela sobre conocer a un joven brujo...-

-Mi abuela ya vio mi futuro y no hay nada de que preocuparme según ella. Es más, dice que nos veremos más pronto de lo que creemos.-

-Mi corazón me dice lo mismo.- le respondio Temo.

- Y el corazón nunca se equivoca. - Dijo Diego sonriendo, despues de eso dio otro abrazo a su amigo y luego unas palmadas en el hombro de Ari. - Ya me voy amigo.-

Y sin mirar atras los dejo a ambos solos en la azotea.

*****

Aris y Temo pasaron la tarde platicando, contandose todo lo que habian pasado en los ultimos dias. El que mas hablaba era Aris que queria mas que nada explicarle a Temo y disculparse por loque habia tenido que hacerle.

-Ya se que no fue tu culpa ni tu intencion, Aristóteles.-

-Aris, o Ari, como prefieras. - le corrijio el muchacho.

-Ari...-

Era extraño porque  a pesar que hasta hacia unas horas nisiquiera lo recordaba ahora sentia que lo habia conocido toda la vida.

- Y tu tampoco recordabas nuestros sueños?- 

-Nunca crei que pudiera meterme en ellos - explico Aris.

-Bueno, yo ahora si los recuerdo. - Le dijo Temo.

-Eran buenos?-

- Los mejores.- se hizo un silencio entre ambos. - Pero sabes de lo que mas me acuerdo?-

-De que?-

-De los besos que nos dabamos en ellos.-

Ari se soprendio.

-Nos besabamos en tus sueños?-

Temo rio.

-No, pero tampoco sabia como sacar el tema.- ambos rieron, Temo le tomo la mano a Ari.

-Es extraño, no? Pensar que llevamos años conociendonos, pero nunca estuvimos en la misma pagina porque nunca nos dejaron.-

-Hasta ahora...-

-Hasta ahora...- asintio Aris. - Y entonces, ahora que?-

- Y ahora nos conocemos realmente. - Dijo Temo apretandole la mano con mas fuerza y sonriendole, Ari no pudo evitar sonreir tambien.





Te Vi Venir •|Aristemo|• [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora