Te Vi Venir •|Aristemo|• [TERMINADA]

Bloqueo.

Pancho abrió los ojos lentamente y vió a sus tres hijos observandoló preocupados.

- Que pasa con esas caras largas? Quien se murio? - preguntó tratando de sonar alegre aunque no se sentía del todo bien.

- Tú, por poco Papancho.- le contestó Julio, Temo le dio un golpecito para que se callara.

- Numaches, neta? Por poco me cruzo para el otro lado? Me hubieran dejado irme...-

- Papancho!- exclamaron sua tres hiios al unísono.

- Nomas para ver, luego me traian de nuevo.- explicó el hombre. Lupita comenzó a llorar nuevamente. -No llores Ana Lupe, que no ves que tu Papancho esta en perfecto estado?-

- Por poco y no es asi, Pancho.- explicó Ofelia. -Tienes suerte que tu hija tenga un don tan grande.-

- A poco? Que poder tiene Lupita? Puede ser una superheroina?-

Ari observaba la escena desde el costado, con un pie sobre el cuerpo desmayado de Güido, sentía una gran tranquilidad, tanto así que había olvidado el consejo en casa de sus tíos, sonrió levemente cuando algo lo golpeó en la cabeza.

- Quita esa cara de tonto y ve a por a ayuda con tu familia que esté- señalo despectivamente a Güido. - no se va a quedar inconsciente para siempre, muchacho.-

Ari asintió y salió corriendo de la casa.

*****
Cuando entró en casa de sus tíos se encontró la casa sumida en un completo silencio, lo que lo asustó bastante, apuró el paso y fue hacia la sala donde de alguna manera habían arreglado todo para que se viera como un tribunal. Don Massimo y Hugo se encontraban sentados frente a todos los demás que estaban sentados también en sillas formadas en líneas.

Ari podía jurar que de alguna forma había agrandado la sala para que todos los presentes pudieran sentarse de esa manera.

El silencio al que había entrado era horrible, lo ahogaba. Miró a todos lados y por un momento pensó que tal vez también aquello era una visión. Pero cuando sus pies pisaron la sala, estos hicieron ruido y todos se voltearon a verle.

Polita fue la primera en reaccionar y correr a abrazar a su hijo.

-Mi Aris!- exclamo la mujer mientras estrujaba a su retoño.

-Ya, ma, por favor. - pidio el, tratando de soltarse. La mujer hizo caso omiso. - MA, en serio, es IMPORTANTE -

Al oir aquellas palabras la mujer finalmente lo solto y lo miró preocupada.

-Que ocurre, Aristóteles?- cuestionó don Massimo.

Ari abrio la boca para responder, pero no sabia como decirle al hombre lo que su nieto acababa de hacer. Echó un vistazo a todos los presentes. No sabia como explicar lo ocurrido, quien le creería? Güido era un joven tan agradable...

-Su nieto. - Dijo la voz de Ofelia tras Aris. Este se dio la mediavuelta, lo que vio lo dejo boquiabierto.

Ofelia traía a Güido por el cuello de la camisa, arrastrandolo. Tras la mujer se encontraban Diego y Temo.

La mujer solto el cuerpo aún desmayado de Güido y fue hacia doña Imelda.

-Que demonios cree que hacía?- le recriminó.

Imelda miro hacia todos lados menos a los ojos de la mujer, balbuceando excusas.

-Señora usted esta loca... como se atreve tratar de matar a otra familia de brujos? Que no sabe que eso esta prohibido en nuestras leyes por sobre TODO?-

-perdón, - interrumpio Hugo. -Que doña Imelda hizo que?-

Doña Imelda miro a todos los presentes y supo lo que tenia que hacer, se quitó los zapatos y echó a correr hacia la puerta de la casa.

*****

Lupita, Julio y Pancho se encontraban fuera del 201, tratando de escuchar lo que ocurría dentro del apartamento, con las orejas pegadas a la puerta.

-No escucho nada!- se quejó Julio.

-Si te callas, tal vez podamos escuchar mejor, Julio!- le criticó Lupita.

-Si te callas, tal vez podamos escuchar mejor, Julio!- repitió Julio.

-Callense los doses- les recriminó Papancho.

Unos fuertes ruidos empezar a escucharse entonces, iban hacia la puerta.

-Numanches! Ahora si escucho algo!- se alegró Julio.

Pero no supo mucho más porque al momento que dijo eso la puerta se abrio de par en par y por ella salio doña Imelda quien se llevo a las calcomanías por delante.

-ALV!- exclamó Julio. Lupita pegó un grito.

Los dos niños cayeron sobre su Papancho. Julio echó un vistazo para ver lo que había ocurrido cuando vió que doña Imelda venía cayendose sobre el y su hermana.

-Ahora si nos toco el ocho.- Dijo.

La mujer estaba a centimetros de ellos.

Julio se persigno.

-Julio, detenla!- le pidió Lupita cerrando los ojos.

-Como!?-

-Haz algo!-

Julio miro hacia sus costados pero no habia nada.

Doña Imelda esta ya a nada de caer sobre ellos, cuando Julio se dio cuenta de que la mujer tardaba muchisimo en hacerlo.

-Yora?- se preguntó, dandose cuenta que todo parecia moverse extremadamente lento.

Julio miro a su hermana, aún con los ojos cerrados, a su Papancho sosteniendo a su hija. Miró hacia dentro y vio que Frida y Aris venian hacia ellos, pero a la velocidad de una tortuga. Julio trató de concentrarse y entender lo que estaba ocurriendo.

Segun su Papancho, Temo y Lupe ellos tres al igual que los vecinos tenian algun tipo de poder... era como un superheroe. Solo que no sabia cual era su poder... o si? Acaso el habia hecho que el tiempo se volviera asi de lento? En serio???

No lo pensó dos veces y entonces apartó a Lupita de donde se encontraba. Luego intentó hacer lo mismo con su Papancho, pero era demasiado pesado para él.

Entonces observó a Frida quién lentamente alzaba los brazos.

-Detente!- exclamó y alzo los brazos hacia la mujer que estaba cayéndose.

Todo seguia igual.

Todo seguia lento.

Julio se dió cuenta de que si era el quien habia hecho ralentizar el tiempo no sabia como lo habia hecho ni como arreglarlo.

Acaso estaba estancado en un mundo que apenas se movia por siempre?

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El final esta cerca.

No voy a aburrirles con explicaciones de donde estuve todo este tiempo... solo dire que me soprendio la cantidad de gente que respondio a mi anuncio. Muchisimas gracias, de corazon.

Ahora que estamos en cuarentena, sin duda hare todo lo posible por acabar de escribir la historia.

Nos vemos muy muy pronto!!!