Búscalo.

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Ari y Linda se quedaron mirando expectantes a Diego cuando el sonido de los cuervos picando la ventana arduamente los asustaron a los tres.

-Creo que estoy hace demasiado tiempo aquí. Tengo que irme ya. - comento Diego.

-No puedes irte ahora, necesitamos arreglar el problema con Temo.-

Diego lo miro incrédulo.

-Por supuesto que puedo y me voy a ir. Ni modo que esos cuervos rompan el vidrio y se lleven mi alma.-

-Pero Temo...- empezó a decir Ari.

- Lo de Temo lo podemos solucionar conmigo en Toluca. La pregunta aqui es... ¿Sabes proyectarte astralmente?-

Ari negó con la cabeza.

- Pues tendrás que practicarlo, Aristóteles Córcega. Y cuanto más rápido lo aprendas mejor, así podremos intentar solucionar este problema.- Dicho esto la imagen de Diego se esfumó de la cocina dejando solos a Linda y a Ari allí.

Al desaparecer Diego lo mismo hicieron los cuervos en la ventana. Pero no así el que Diego había tenido en manos, el cual ahora se encontraba tirado en el piso. Linda se acercó y lo tomo entre sus manos.

-¿Y ahora que hacemos con este?-

Ari se encogió de hombros.

-Ni idea, pero no hay tiempo de pensar en eso ahora. Pongamoslo en alguna caja y dejémoslo afuera o algo.- dijo el muchacho.

Dicho y hecho, Linda cogió una caja de zapatos y puso allí al cuervo, acto seguido saco la caja de su casa y la dejo junto a la puerta.

-Muy bien primo, ¿y ahora que?-

-Pues a ver cómo se hace lo de la proyección astral, ¿crees que podamos revisar la biblioteca?-

-¿Y si le pedimos ayuda a mi mamá?- ofreció Linda, Ari refutó la idea.

-No quiero meter a mi tía en problemas. Ya suficiente sabe.- Linda lo miro con cara de ofendida.

-¿Y que yo me neta en problemas no te afecta?-

Ari sonrió.

-Si no estuvieras metiéndote en problemas conmigo lo harías por tu cuenta Linda.-

Linda no pudo negarlo.

*****
Temo había regresado a su recámara cuando las calcomanías abrieron la puerta sin pedir permiso y entraron a esta.

-¡Temo!¡TEMO!- lo llamo Lupita.

-¡Temochas!¡Carnalito!- le dijo Julio.

Temo normalmente amaba a sus hermanitos, pero en ese momento no tenía ganas de verlos realmente.

-¿Que ocurre, calcomanías?- pregunto desganado.

-¡Estamos aburridos!- dijeron los mellizos al unísono.

-Pues vayan a jugar a algo.- les respondió su hermano mayor.

-Eso es lo que pretendemos hacer, ¿Quieres jugar con nosotros?-

Temo suspiro profundamente y los miro. No tenía ganas, pero pobrecitos sus hermanos, recién llegados a la ciudad y sin amigos todavía. Bueno, si estaban los vecinos, pero eran bien raros.

-Está bien... ¿Que quieren jugar?-

-¡Escondidas!- dijeron los mellizos, nuevamente a la vez.

-Tú cuentas carnalito.- Dijo Julio acercándose a Temo y dándole una palmada en el hombro.

-Esta bien. - acepto Temo. -Pero no se salen del edificio.-

Te Vi Venir •|Aristemo|• [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora