La casa de doña Blanca se encontraba como siempre llena de gente y no era de esperarse menos siendo el punto de encuentro del Aquelarre Córcega. Blanca, cómo todas las mañanas había preparado suficiente comida como para alimentar un batallón entero y en ese momento se encontraban desayunado la mayoría de los Córcega.
Le gustaba tener a todos en casa, compartir momentos con su familia, pero ese día sentía algo de incómodo en el ambiente.
Todos comían en silencio.
Si bien, no era experta como Polita o Julieta, Blanca si tenía algún tipo de sexto sentido para con los sentimientos de los demás y aquel día podía sentir a unos cuantos preocupados y molestos.
El problema era que no sabía distinguir quien sentía que.
-¿Bonita mañana, verdad? - comentó tratando de sacar un poco de conversación. Nadie respondió. -Ari, ¿va a llover hoy también? Ayer no dijiste nada y colgué la ropa que había lavado, se mojó todo. -
Pudo notar entonces que Ari parecía muy apenado.
-Perdón, tía. No lo ví venir.- explicó el muchacho.
-Si, me lo imaginé. - asintió Blanca.
-Ultimamente está pasando más seguido de lo esperado, ¿no?- pregunto Audifaz de manera mordaz. Ari agachó la cabeza.
-¿En serio, Aris?- la voz de Polita se notaba preocupada.
-No me soprende. - dijo doña Imelda. -No práctica su don. Es pura intuición, es normal que en algún momento este comenzará a atrofiarse y a fallar.-
-Ay, abuela, no digas eso. El don de Ari es realmente confiable.- le recrimino Daniela.
-Hasta que no te avisa que va a llover.- crítico doña Imelda.
-Bueno, el don de Ari tampoco puede predecir todo, sino estaría todo el tiempo teniendo visiones y no podría vivir su vida.- objetó doña Blanca, Polita asintió.
-Eso, aparte, no podemos saber si fue realmente algo natural o provocado. -Agregó Polita. - El otro día fui al mercado y escuché que la hija menor de los César, está empezando a desarrollar su don, puede tener que ver con el clima.-
-Hace mucho que nadie tiene un don así en Oaxaca.- comentó pensativa Blanca.
-Nunca escuché que los César hubieran tenido ese tipo de don en su familia. -
-¿Y eso que tiene que ver?- pregunto Linda. -a veces los dones no son pasados por los ancestros.- dijo mientras sacaba de la nada sus cartas y comenzaba a posicionarlas en la mesa.
-¡Linda Herminia! ¿Que son esos modales? Guarda las cartas ahora.- le exigió doña Blanca.
-¿Por qué les molesta que use mis cartas cuando estamos en la mesa? ¿Que no querían saber si va a llover?-
-Tus cartas son poco confiables, niña.- le respondió doña Imelda.
-Parece que ya no hay en qué confiar, madre. Ni Linda, ni Aristóteles ...- le dijo Audifaz, fulminando a su hijo con la mirada, este puso los ojos en blanco y luego se levantó de su asiento.
-Se me hace tarde para ir a la escuela.- dijo y comenzó a alejarse del comedor.
-Primo, pero mi tío Robert va a pasar a buscarnos con David.-Le recordó Frida.
-Me voy caminando.- dijo sin más Aristóteles, abriendo la puerta de la casa.
-¿Primo?- Ari reconoció la voz al instante, era Robert.
-Hola, primo, hola Dave.- saludo a ambos al verlos.
-Oye, voy a hablar hoy mismo con mi mamá, ayer no me dió el tiempo.- le explicó Robert.
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Te Vi Venir •|Aristemo|• [TERMINADA]
FanfictionAristóteles es parte del Aquelarre Córcega y tiene el don de la premonición. Una noche una visión lo despierta y descubre que el departamento de abajo va a ser rentado por una familia de mortales, y que entre ellos se encuentra un joven llamado Cuau...