No me olvides.

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Se encontraba tirado en algún tipo de reposera o algo. El sol le pegaba en su piel. La luz le daba en toda la cara y no podía ver nada. Comenzó a parpadear hasta que pudo comprender donde se hallaba. El sonido del mar fue de gran ayuda.

-¿Pero como? -dijo abriendo los ojos de par en par y viendo que efectivamente se encontraba en la playa.

-Date la vuelta. - le dijo una voz que reconoció de inmediato, era la voz de Aristóteles.

-¿Que?- preguntó volteando hacia un lado, ahí se encontraba el muchacho de cabello rizado, a Temo no se me escapó que estaba sin camiseta y no pudo evitar quedarse observándolo con la boca abierta.

-Que te des la vuelta para que te ponga protector solar, menso.- le dijo el joven.

-Y cierra la boca, que no te vayan a entrar moscas, hijo.- escucho la voz de su Papancho llegando desde el otro lado.

-¡Ay, papá!- se quejó Temo, pero Aristóteles río.

-Date la vuelta.- le volvió a decir. Temo hizo lo que el joven le decía. Se puso boca abajo, con los ojos cerrados.

La soltura con la que el muchacho tocaba su piel era tal que Temo podía sentir la confianza que había entre ellos. Pero intentando recordar momentos juntos no podía conseguir ninguno. De hecho nisiquiera estaba seguro de cómo sabía que se llamaba Aristóteles.

-Ari...- intento llamar su atención, el joven dejo de mover sus manos por su espalda. Temo abrió un ojo y lo miro dudoso.

-¿Te lastime? Pensé que lo estaba haciendo suave.- se disculpó levantando las manos.

-No, no es eso..es que .. no entiendo.-

-¿Que no entiendes, Temo?-

-Como llegamos a aquí, como te conozco...-

Temo volteó para ver mejor a Ari y notó que este le sonreía.

-Si, es raro al principio pero te terminas acostumbrando.-

-¿Acostumbrando?-

-Si, ya ves, no estamos realmente en la playa. -

Temo, confundido se levantó y se sentó en la reposera, miro a su alrededor, si parecía que estuvieran en la playa .. pero mirando mejor su Papancho no estaba allí, aunque hace un momento le había dicho que...

-Pues para mí si lo parece.- dijo Temo.

-No, bueno si... Bueno, es complicado
.. osea, si esto es una playa, y si en algún momento tal vez estemos aquí, pero no en este momento. ¿No recuerdas donde estamos realmente?-

Temo miro a Ari tratando de concentrarse, entrecerró los ojos, intentando recordar. El sonido de alas volando lo hizo recordar.

-El cuervo.- dijo entonces.-Estabamos en las escaleras, íbamos con mis hermanos a buscar el cuervo muerto en la azotea y tú nos seguiste, el cuervo se te lanzó a la cabeza.- Ari asintió.

-¿Y luego?-

Luego todo se había vuelto extrano, estaban como en un sueño, pero a la vez estaba seguro de que lo que habían visto si había ocurrido, solo que no podía recordarlo.

-¿Que es lo que está pasando, Aristóteles?-

-No lo sé exactamente...-

-Algo sabes, Ari... Y no me lo estás contando.-

Ari miro al muchacho, soltó un suspiro y se sentó en la arena.

-Supongo que tenemos algo de tiempo si nadie nos interrumpe.-

Te Vi Venir •|Aristemo|• [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora