A su tía Blanca se le fue todo el color del rostro, y Ari se acercó a ella para sostenerla por miedo a que se desmoronara. La tomó del brazo y la alcanzó a una silla para que tomara asiento.
-Ay, Aristóteles.- dijo Blanca al tomar asiento y cerrar lo ojos.
-Ya lo sé tía, perdoname, no pensé que llegara a oídos de mi papá. - se disculpó el joven sentándose junto a su tía, aún sosteniendo su mano.
-Bueno. - suspiro la mujer. - Ya no hay nada que hacer. Ni modo, tu padre ya lo sabe. Esperemos que no le diga nada a tu abuela.- Ari asintió.
-¿Y ahora qué hago tía? Si en clase ven que Temo no recuerda quien soy sin importar cuantas veces me vea va a llamar la atención de todos.-
La mujer asintió y se quedó pensativa por unos momentos. Ari podía oír su respiración algo agitada por la preocupacion en aquel silencio.
-Tal vez... -
Ari se movió en su asiento, expectante.
-Tal vez pueda comunicarme con la familia de quién recibí esa pócima, quizás exista alguna manera de revertir su efecto.- Dijo Blanca levantándose y saliendo de la cocina.
Al oír aquello Ari fue tras su tía.
Blanca había entrado en la habitación que compartía con su marido, Ari se quedó en la puerta observando a su tía buscar algo en todos los cajones.
-¡Abuelita ya estamos listos para comer!- se oyó a Dave gritar.
Blanca saco un cuaderno de un cajón en su mesita de luz, y luego se volteó hacia la puerta, fue hacia Ari y le entrego el cuaderno.
-Tengo que atender a Dave y a Frida. Busca en este cuaderno a Ofelia Ortega, fíjate si encuentras su número, quizás ella nos pueda ayudar.-
Antes de que Ari pudiera decir nada Blanca lo dejo allí solo, con el cuaderno en sus manos.
*****
-¿Diego?- pregunto Temo viendo que su amigo se había quedado en completo silencio por unos cuantos minutos ya.-Si, si. Perdón Temo, me quedé pensando.-
-Si, me di cuenta que te fuiste. ¿Está todo bien?-
Diego asintió y se quedó mirando unos instantes a su amigo.
-Dices que está todo bien, pero te estás comportando raro Diego.- se quejó Temo.
-No es nada, Temo. Solo... - De pronto se oyó la voz de una mujer llamando a Diego. - Me llama mi abuela, luego hablamos.-
-Espera Diego, no.-
-No te preocupes no pasa nada, Temo. Más tarde te llamo.-
La llamada se cortó sin más. Temo se quedó mirando la pantalla por un momento sin poder creerse que su amigo le cortará de aquella manera. Luego dió un suspiro y acto seguido se recostó en la cama, junto al teclado.
Se supo de costado, mirando el piano. Acercó su mano izquierda a este, pero de pronto sintió que no era correcto tocarlo nisiquiera. Sentía que aquel instrumento era algo importante, privado y no debía de tenerlo él.
¿Por qué de pronto se sentía que estaba invadiendo la privacidad de alguien si cuando lo tomo de la azotea no parecía tener ninguna importancia?
-¿De quien eres?- Pregunto, tal vez al teclado, tal vez al aire.
Por alguna razón se sintió desilusionado al ver que no obtenía ninguna respuesta.
Entonces río.
¿Cómo le iba a responder un teclado?
Y entonces sucedió. Su mano fue nuevamente hacia las teclas. Era como si esta actuará por sí misma. Tocó una tecla.
Nada.
Otra tecla.
Nada.
Otra tecla.
Sonó.
Temo miro el instrumento, dudoso. Se fijó si este estaba prendido.
No.
Volvió a tocar la misma tecla de antes. Volvió a sonar.
Intento fijarse que tecla sería.
La.
Tocó la siguiente tecla.
Si.
Sonó.
Intento otra cualquiera.
También sonó.
Contó para fijarse que nota sería.
Re.
Intento otra tecla.
Nada nuevamente.
Esto parecía algún tipo de juego extraño. Volvió a tocar la.primer tecla que había probado.
Sonaba.
Entonces se fijó todas las teclas. Solo sonaban tres.
La - Si - Re.
Temo observó el teclado con algo de incredulidad. ¿Que clase de juego era aquel?
*****
Ari se encontraba buscando el número de esa tal Ofelia Ortega cuando lo oyó.¿Quien eres?
De pronto se sentía en ese ensueño tan conocido suyo, se acercaba una visión.
Cerro los ojos, esperando que esta la llevará a dónde fuera que necesitaba estar.
*****
Ari abrió los ojos y sintió que estaba invadiendo.Se encontró a si mismo en la recámara de Temo. Este estaba acostado en su cama, junto a él estaba ... ¿Su teclado?
-¿De quién eres?- Pregunto Temo observando el instrumento.
Ari cerro los ojos al sentir una punzada de dolor en el pecho.
Era extraño dado que no había pasó casi nada de tiempo con el otro joven. Pero todavía tenía el vivido recuerdo de la visión que había tenido cuando esté lo había tocado el día que se habían conocido.
Ari no se lo había dicho a nadie, pero cuando Ari bajo las escaleras ese mediodía y Temo lo toco Ari presenció algo como nunca antes.
Si bien estaba acostumbrado a sus visiones aquella había sido completamente diferente, en ella se había visto escena tras escena, momento tras momento, una vida entera junto a Temo.
Si, era extraño pues había visto un par de momentos impensados, algunas situaciones algo inesperadas, pero habían sido tan vividos que sentía como si realmente hubieran ocurrido y ahora no podía evitar sentir aquel dolor al saber que nunca viviría nada de aquello con Temo.
¿De quién eres?
-Aris.- respondió este, sin saber realmente que ocurría en la visión. -Es mío, de Ari.- volvió a decir.
Y entonces Temo levantó su mano y tocó una tecla.
Nada.
Lo hizo un par de veces más, sin éxito alguno.
Entonces Ari se acercó al teclado, al otro lado de Temo y se puso en cuclillas junto a la cama.
Alzó su mano al instrumento y lo toco.
Dió un largo suspiro cerrando sus ojos y pidió.
Teclado mío, dulce compañia, tu música siempre ha sido mi guía. Ahora por favor guía a Temo, tráelo de vuelta hacia mi.
Cuando Ari abrió nuevamente los ojos se encontraba fuera de la recamara de su tía con el cuaderno que está le había dado en sus manos y su dedo índice de la mano derecha se encontraba sobre un número.
El número de Ofelia Ortega.
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Te Vi Venir •|Aristemo|• [TERMINADA]
FanfictionAristóteles es parte del Aquelarre Córcega y tiene el don de la premonición. Una noche una visión lo despierta y descubre que el departamento de abajo va a ser rentado por una familia de mortales, y que entre ellos se encuentra un joven llamado Cuau...