Los arreglos.

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Lupita y Julio entraron en el departamento hablando bajito entre ellos, lo que llamó la atención de su Papancho quien se encontraba en la cocina preparando la cena.

-Y ora, ¿Ustedes dos dónde estaban?- les preguntó su papá haciendo que los dos saltarán por la sorpresa.

-En .. en la azotea, Papancho.- le respondió Lupita con su mejor sonrisa.

-¿Estaban con el Temo?-

-Nel, Papancho, fui a buscar a Lupita yo solo. -

-¿Y qué hacías ahí arriba sola, mija?-

-Eatabamos jugando a las escondidas con Temo y pues se me ocurrió esconderme en la azotea.- explicó la niña.

-Pues que sea la última vez que te vas a la azotea sola, ¿entendido, Guadalupe? La azotea no es lugar para que niños andén escondiéndose solos, o que estén ahí solos... ¿Y si te hubieras caído, mija?-

-Ay, Papancho, solo me metí en un cuarto que hay en la azotea y no pasó nada.-

-¿Cómo que andas entrando a lugares privados, Ana Guadalupe?Que decetzion.. esperaba más de ti, hija.-

-Perdón Papancho, ya no lo vuelvo a hacer. -

-Ta bueno, vayan a prepararse para bañarse. - ambos niños asintieron. - ¿Y el Temo? ¿Lo vieron?-

-La última vez que lo ví estaba en el sótano.- dijo Julio.

A Papancho le llamó la atención aquello y dijo que iría a buscarlo. Julio y Lupita fueron hacia su recámara compartida. Cuando entraron Lupita se sentó en su cama, Julio se le quedó mirando.

-Menos mal que no se enteró que entre en el sótano. -le comento Julio a su hermana.

-No se vale, así te hubiera estado a ti también.-

-No manches, Guadalupe. No seas gacha, ¿por qué que Papancho me tire la bronca porque te la tiró a ti?-

-No se dice gacha, Julio se dice mala.- le dijo su hermana.

-Ay, Lupita. ¿Que no entiendes que hay cosas más importantes que hacer que andarme corrigiendo?-

-Ay si, Julio. Eso que dijiste que hay algo raro en el edificio.-

-Raro es decir poco, Lupita.- le corrigió Julio.

*****
Papancho se encontró a Temo sentado en las escaleras que llevaban al sótano ensimismado en su celular.

-Temochas.- le llamó la atención.

Temo alzó la mirada y vio a su padre, mirándolo preocupado.

-Hola, Papancho.- dijo el joven desganado.

-¿Todo bien?- Temo asintió. -¿Que haces aquí solo, hijo? Cómo no estabas con tus hermanos pensé que tal vez te habías encontrado con el joven de nombre filosofico y te habías ido con él a algún lado.-

-¿Con quién?-

-Con el Aristóteles, ya sabes.- Temo negó con la cabeza. -Esta bien. Pues si no tienes lo que hacer, vente conmigo para el cantón y me ayudas con la cena.- Temo se levantó y fue con su padre hacia su departamento.

A penas se dejaron de oír los pasos de ambos la puerta del sótano se abrió y por esta salieron Linda y Aristóteles. Ambos comenzaron a subir las escaleras.

-¡Pensé que no se iba a ir más!- Exclamó Linda.

Habían escuchado a Julio hablar con su hermano tiempo antes y cuando notaron que este se había quedado en las escaleras decidieron que para evitar llamar más la atención de los López a la biblioteca en el sótano esperarían a que Temo se marchara, pero el joven se había quedado ahí afuera un buen rato.

Te Vi Venir •|Aristemo|• [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora