Fue como despertar de un sueño.
Un día todo era como una extraña neblina y al siguiente sabia que algo ya nada era como antes.
Estaba caminando con su Papancho, Julio y Temo por el cementerio. Acababan de visitar a su mamá y ahora iban de regreso que la burra.
Por alguna razón, aunque todos los demás habían derramado aunque sea un par de lágrimas ella no lo había hecho. Esto llamó su atención puesto que sabía que era un niña muy sensible.
Subieron a la burra, los mellizos en la parte de atrás y partieron camino a su casa.
-¿Lupita, estás bien?- le preguntó Temo volteandose hacia los niños. Ella asintió aunque no estaba del todo segura de encontrarse bien.
- ¿Segura hija? Te noto rara.-
Lupita negó con la cabeza y se sentó de espaldas a su papá y hermano mayor, Julio se la quedo mirando.
-¿qué te ocurre, Guadalupe? Tu no eres así.- la cuestionó, mirándola.
-¿Así como?-
-No se... - respondió Julio. -Normalmente tú chillas por todo.-
Lupita puso los ojos en blanco.
-No se dice chillar Julio, queda mejor decir llorar.-
-Ay, equis Guadalupe, nunca te había visto así de calmada después de visitar a mamá.-
Lupita observo a su hermano sin saber que decir.
Esa noche se quedó pensando en las palabras de Julio, no había llorado en lo absoluto... de hecho se sentía más tranquila de lo normal.
Se encontraba recostada en su cama, pero decidió ir por un poco de agua. Camino por la casa y hacia la cocina. Entro en esta y se sirvió de beber.
Estaba concentrada en el silencio cuando unos pasos rápidos se oyeron cerca.
- Guadalupe.- dijo bajito Julio mientras pellizcaba a su hermana quien saltó del susto y el vaso se le cayó de las manos.
-¡Julio! Mira lo que me hiciste hacer. - dijo agachandose y tratando de levantar los pedazos de vidrio roto.
Julio se agachó junto a ella e intentó ayudar, pero lo empujó hacia un lado apoyando sin querer su mano sobre un video, hiriendose.
-¡Ay!- exclamó. -¿Estas bien, Lupita? -
Lupita se miró la mano y vio que le salía mucha sangre.
-Esperame aquí, hermanita, voy a por Papancho.- Julio se levantó del piso y salió corriendo de la cocina.
Lupita seguía en el piso, de pronto sintió muchas ganas de llorar. Las lágrimas comenzaron a derramarse por sus mejillas hasta que las sintió caer sobre sus manos, las cuales tenía apoyadas sobre sus muslos.
Sentía una congoja enorme y sospechaba que no se trataba del corte sino de no haber podido llorar antes. Sentía que aquel momento la estaba liberando.
Liberando por completo.
*****
Lupita estaba desayunando junto a Temo aunque este parecía estar en la nubes y no le dirigía la palabra.Decidió empezar a comer cuando su tía Chela entró y los vio ahí sentados.
-¿qué le pasa al Temo?-
Lupita se encogió de hombros.
-No lo se, solo le pregunté si había dormido bien y antes de responderme dio un suspiro y se fue a las nubes.-
Notó entonces como su tía obsevaba preocuapda a su hermano, volteó hacia él para verificar que todo se encontrara bien.
Temo solo lucia algo ido, eso era todo.
Su tía se acerco al joven y le puso la mano en la frente.
-No creo que sea fiebre, tía.- Dijo Lupita observando la escena.
-Lupita, bonita.. ¿me haces un favor?- Le pregunto su tía Chela, la niña asintió. -Ve a por tu hermano, Julio. -
-Pero...-
-Pero nada, Lupita. Ve a por tu hermano.-
Lupita se levantó y fue hacia la puerta de la cocina. Estaba por salir cuando Julio apareció.
-¿Que le hace la tia a Temochas?- le cuestionó su mellizo. Lupita se dió media vuelta y notó que su tía recitaba algo mientras sostenia la cabeza de su hermano. Los dos niños se quedaron perplejos observando.
Chela no tardo en terminar con Temo y darse cuenta que los niños la observaban. La mujer se arremangó la camisa que traia y se les acercó.
-Julio, ve a tu recámara.-
-Pero si me acabas de decir que vaya por él..- dijo confundida Lupita.
-Haz lo que te digo Julio, luego te voy a buscar. -
Lupita abrio nuevamente la boca para objetar, pero su hermano ya se habia marchado y su tia se acercaba a ella con los brazos abiertos. La tomo suavemente de las mejillas y comenzo a recitar un par de palabras.
*****
Cuando abrió los ojos nuevamente estaba sentada frente a su desayuno, frio. Junto a ella de un lado se encontraba Temo, del otro lado Julio.
-¿Cuando llegaste a aquí?- le preguntó a su mellizo. El niño se encogió de hombros. Lupita volteó a su hermano mayor. - ¿Temo, como dormiste?-
El muchacho la miro por unos instantes, su mirada algo perdida.
-Bien, Lupita. ¿Tú?-
-Bien...- Lupita miro hacia todos lados, su tia no se encontraba alli. -Julio- dijo a su hermano en voz baja. - ¿Cuando volviste a bajar?-
-¿De que hablas, Lupe?-
-La tia te hizo volver a la recamara... ¿cuando volviste a bajar?-
Julio rio.
-¿Te cayo mal el desayuno, Lupe? ¿Estas todavia medio dormida?-
Lupita volteó hacia Temo.
-¿Temo, que soñaste?-
Temo la miro confundido.
-Pues.. no se, no lo recuerdo, Lupita, ¿por que?-
Lupita alzó sus manos y las observó por un instante. No tenian ninguna marca. acaso no se habia cortado la noche anterior?
Iba a preguntarle a Julio, pero este estaba tan tranquilo y concentrado en su desayuno que prefirió no decir nada. Se levanto y fue a buscar a su Papancho.
Lo encontró sentado en el jardin.
-Papancho- dijo en voz baja. El hombre alzó la mirada hacia ella.
-Hija, ¿ya terminase de desayunar?-
-Papancho, ¿que paso anoche?-
-¿Que paso anoche con que, hija?-
Lupita alzo las manos y se las mostro.
-¿Que tienen tus manos, hija?-
-Ayer me lastime, en la cocina.-
El rostro de su papancho se volvio lugubre.
-¿De que estas hablando, Lupita? Si te hubieras lastimado me hubiera enterado. - dijo el hombre forzando una sonrisa.
-Papancho...-
-De seguro lo soñaste, hija.-
-Pero..-
-Pero nada, Lupita...- le dijo cortante Pancho, luego se levanto y la tomo de la mano. -Ven, pareces algo nerviosa, vamos a que tu tia Chela te prepare un tecito para que te sientas mejor.-
No fue un te lo que le dio su tia Chela, y aunque tomó un par de veces Lupita comprendió que era mejor no volver mencionar nada de eso.
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Te Vi Venir •|Aristemo|• [TERMINADA]
FanfictionAristóteles es parte del Aquelarre Córcega y tiene el don de la premonición. Una noche una visión lo despierta y descubre que el departamento de abajo va a ser rentado por una familia de mortales, y que entre ellos se encuentra un joven llamado Cuau...