Capítulo 16: Holograma

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Estaba decidiéndome que sentir, como si dos emociones diferentes se pelearan por ver quien se apodera de mí, miedo y confusión. Creo que dejaron de pelearse y se unieron como una sola para crear un sentimiento completamente nuevo, ya que nunca antes en mi vida me había sentido de esta manera, no sé cómo explicarlo bien. ¿Cómo puede ser posible que el magnate multimillonario más poderoso del mundo sepa que existo? Y no solo eso... está detrás de mí.

Me encuentro sentado en la habitación, tratando sin éxito de asimilar que lo que me está sucediendo no es producto de mi imaginación.

—Dígame su nombre completo por favor.— ordena el hombre que está sentado en la misma mesa en frente de mí. Está vestido de traje y tiene una barba mal afeitada, debe de tener alrededor de cuarenta años y por su tono de voz no parece tener un buen día. —Nombre completo.— repite con cierto dejo de fatiga.

—Máximo Alejandro Martínez.— respondo sin ninguna voluntad de hacerlo.

—¿Edad?

—18

—¿Nacionalidad?

—Argentino.

—¿Lugar de nacimiento?

—Rufino, Santa Fe.

—¿Cuánto sabe acerca de Dominion?

—Ni siquiera sé que es eso.

—¿Es usted una persona que incentiva la insurgencia o rebelión?

—¿Qué? No ¿Por qué pregunta eso?

—Limítese a contestar por favor señor Martínez. ¿Ha viajado a otro país recientemente?

—No, a ninguno, siempre estuve acá. Por favor, necesito que alguien me explique lo que pasa.

—Señor Martínez ¿Usted cree en Dios verdaderamente o solo está simulando creer?

—Eee... yo, yo no...— comienzo a trabarme nervioso.—En realidad no sé.

—¿No sabe? ¿Y porqué habló ayer con tanta convicción en el evento de Rowling?

—No sabía lo que hacía. Estaba siguiendo un impulso, fue lo más raro que me pasó en la vida. ¿Qué tiene que ver eso con lo que estamos haciendo acá?

—Sí que es raro. De hecho podría decirse que estuviste abajo la influencia de un poder mayor.

—¿A qué se refiere?

—¿Estás asociado con alguna red de espionaje? ¿Trabajás para algún servicio secreto?

—Disculpe señor, pero usted está diciendo muchas estupideces.

—¿Qué tal si alguien te contrató? Alguien quería infiltrarte al evento, quizás miembros de una célula terrorista. Te lo voy a preguntar una vez más y no me vuelvas a mentir.

Lo único que falta. Prácticamente me secuestran y ahora me culpan de algo que no hice. Siento la sangre hervir.

—¡Que no estoy mintiendo!

—Cálmese Martínez.

—¡No me calmo nada! ¡Dígame que pasa primero!

En ese momento, Vanesa entra por la puerta y me quedo mirándola. Ella me mira confundida.

—Tenés que decirme lo que pasa por favor. No aguanto esto.— mi voz parece quebrarla un poco.

—Está bien, calmáte un poco y te voy a contar bien.

Me veo a mi mismo parado y con mis puños cerrados fuertemente, así que los aflojo un poco, no quiero parecer para nada a lo que sea que estén buscando ellos en mí.

Las Crónicas del Rapto [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora