Capítulo 6: Papeles en el Mar

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Mientras los nervios me ponen los pelos de punta, puedo admirar lo que creo, es el mayor accidente automovilístico que he visto en mi vida. Autos y camionetas unos encima de otros en una gran montaña de desperdicios mientras algunos explotan. Más adelante hay un camión doblado totalmente dado vuelta, él debió ser el causante del accidente.

Nos adelantamos más y más hacia el frente acercándonos a la gran maraña de muerte y destrozos. Había muchas personas corriendo y ayudando. Los rescatistas comenzaron a llegar junto con algunos uniformados policiales de la provincia.

Detuvimos el auto y nos predispusimos a ayudar a las personas.

—Brenda ¿Te podrás quedar con Robin? Por favor.

—No me bajaría de este auto ni que me paguen.

Con José, nos acercamos al lugar del inmenso accidente y a todas las personas desesperadas que allí se encontraban. Nos acercamos a varios para preguntarles lo que pasó, solo un hombre nos respondió.

—Una camioneta perdió el control y se desvió, lo que causó que el camión también se desvíe y así afectó a los demás.

—¿Una sola camioneta causó todo esto?—Pregunta José extrañado.

—Eso no es todo. Cuando fuimos a revisar la camioneta para encontrar a quien la manejaba, no encontramos a nadie.

—¿Desapareció también?

—No solo eso, al mismo instante desaparecieron varias personas que manejaban los vehículos detrás del camión, por eso el accidente fue tan grande.

Cuando creí por un momento que había encontrado un poco de paz, pasan cosas como estas que llenan de pánico todo mí ser.

—¿Ustedes están viajando?—Pregunta el hombre.

—Sí. Vamos a Buenos Aires.

—¿Qué?—exagera la sorpresa.— ¿A Buenos Aires?

—Sí, ya sabemos que es una locura, no necesita decirlo.—Responde José algo fastidiado.

—Chicos, la gente está saliendo de Buenos Aires no entrando. ¿A que van?

—Vamos a buscar a alguien que nos necesita.

El hombre nos ofrece un gesto de compasión con su rostro, casi puedo leer lo que piensa: "Pobres muchachos, no saben en lo que se meten".

—Tengan cuidado, la ruta está llena de accidentes como estos.

—Sí, seguramente, tendremos cuidado, gracias.

—Chau chicos, ojalá encuentren a quien están buscando.

Saludamos al hombre y volvemos al auto. Brenda estaba hablando con su prima, le decía que íbamos en busca de ella y que todo iba a estar bien. Y yo también creía que todo iba a estar bien pero ahora no estoy tan seguro.

Pienso en mis padres. Todavía no tengo en claro que les pasó y eso me destroza. Pero es así, la desinformación siempre destroza.

Seguimos por la ruta y obviamente, tal como lo dijo el hombre que nos habló, había accidentes por todos lados. Nunca creí que viviría para ver un escenario tan caótico y apocalíptico. Nunca pensé que algo así podría pasar mientras yo estuviera en vida.

Es esa clase de cosas que solo ves en películas y de formas tan superficiales. Pero vivirlo en carne propia no es lo mismo, envuelve sentimientos y emociones quebradas que me revuelven el estómago. La tristeza y la desesperación intensa se hacen evidentes en mi semblante mientras vuelvo a pensar en mis padres y en la razón por la cual no están conmigo. Pensamientos de todo tipo llegaban a mi cabeza, como: "¿Por qué no aproveché mejor el tiempo con ellos? Con mi papá.... Con mi mamá..." Y en ese momento me di cuenta.... mi mamá... me había dicho que me quede con ella! Eso me dijo esta mañana, que tenía un mal presentimiento y además se había comprometido a hablar conmigo cuando volviera pero... ¿Qué habrá querido decirme? ¿Se supone que nunca voy a saber qué era lo que tanto la alarmaba?

Las Crónicas del Rapto [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora