Tres uniformados de verde con gris, bajan de su Jeep con armas enormes y nos piden que bajemos del auto. Se ven sumamente calmados, y eso, me tranquiliza un poco. Es que es tan inesperado y satisfactorio encontrar un poco de organización en tanto caos que... me gusta, me hace sentir un poco, énfasis en "poco", más seguro.
Por eso, cuando nos piden que bajemos del auto, miro a José y le pido sin decirle ninguna palabra, que por favor sea amable.
—¿Por qué razón violaron el toque de queda?—Pregunta uno de los soldados con tonalidad fría y seria.
—No, no violamos nada. La verdad que no sabíamos, ahora volvemos a casa se lo prometo, discúlpenos .—Le contesto lo más amable posible, y aún así creo que me faltó más amabilidad. No sé, creo que no fui lo suficientemente educado, y eso me está matando.
—¿Les importaría que revisáramos su baúl?
—No, para nada—Contesta José. Y agradezco que sea gentil. Aunque, sospecho que no durará mucho.
El soldado va a revisar el baúl mientras los otros dos se quedan vigilándonos. Veo sus rifles y me imagino agarrando el rifle y disparando hacia el aire para de esa manera crear una distracción y así poder irnos rápido...
Sí, mi maldita mente a veces es demasiado "creativa".
Robin no para de ladrarles agresivamente a los soldados. Yo trato de calmarlo porque siento que ante la mínima tensión, esto puede resultar muy mal para nosotros,
—Linda máquina.— le dice uno de los soldados a José.
—Sí, fue un regalo de mi papá. Era de él, yo lo heredé.
—Bueno, tu papá te dejó un hermoso legado. Que lastima sería que... te lo robaran ¿No? —el soldado habla y sonríe al mismo tiempo. Y siento que eso no es bueno para nosotros.
—Y que justo vos recibieras un regalo de tu papá el mismo día.— agrega el otro soldado que estaba de mi lado. —la situación se está complicando.
—No pueden hacer eso.— reclama José comenzando a desesperarse.
—¿Por qué no?
—Porque es un delito.— le respondo yo tratando de aportar mi granito de arena a la causa.
—El delito lo cometieron ustedes saliendo cuando hay toque de queda.
—¡Hey! Se supone que ustedes son la ley ¿O No?—José comienza a alterarse demasiado. Lo veo en sus ojos y en el movimiento de sus manos.
—¿La ley? No somos policías pibe.—Contesta el soldado mientras el otro se ríe. En ese momento, el tercer soldado cierra el baúl.
—¿Qué pasa acá? —pregunta intrigado por la situación. Se nota que este tiene un rango más alto que los otros dos.
—Sus soldaditos me quieren robar el auto coronel.— dice José en modo de queja mientras apunta a los supuestos culpables.
—No soy coronel.
—Bueno, lo que sea. A ver si controla a sus perritos acá — el tono de voz arrogante y sobrador de Jota hace que yo cierre fuerte los ojos como quien espera ser golpeado sin nada que hacer al respecto.
—Jota calmáte por favor, no nos estás ayudando.— trato de tranquilizarlo aunque creo que es demasiado tarde.
—¿Saben que chicos?— pregunta el tercer soldado, mientras acaricia el capot del Falcon con demasiada amabilidad. Casi nos podíamos imaginar lo que diría a continuación.—... Me encanta este auto.
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Las Crónicas del Rapto [COMPLETA]
Teen FictionEn el año 2027 el agua escasea en un mundo destinado a la desolación, cómo si fuera poco, en un instante trágico, millones de personas desaparecen al rededor del globo dejando la tierra sumida en un caos apocalíptico. En medio de todo el desastre, c...