Capítulo 10

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- ¡Thai, Nora, a despertarse! - oí gritar a Nico.

Muerta de cansancio hice un esfuerzo por abrir los ojos. Un poco de luz entraba por las rendijas de la persiana, que aún estaba cerrada. Era la luz justa para poder ver la habitación y que no molestara a la vez. Thai y yo estábamos igual que cuando me había quedado dormida. Thai parecía no haber escuchado a Nico, seguía con los ojos cerrados. Qué mono estaba así... Me quedé mirándole y se me escapó una sonrisa. Cerré los ojos y me volví a acurrucar, manteniendo la sonrisa.

- Thai, no encuentro a Nora por ninguna part... - dijo Nico mientras abría la puerta. Al vernos soltó una risita -. Anda, con que aquí estabas. Son las nueve y tenemos que estar allí a las diez, démonos prisa si queremos desayunar antes de coger el metro.

- Sólo somos amigos Nico, no te hagas mala idea - dijo Thai vagamente mientras Nico se iba cerrando la puerta. Thai se había despertado en cuanto Nico entró.

- Buenos días - le dije a Thai mientras bostezaba y estiraba los brazos.

- Buen día Nora - me respondió él - ¿has dormido bien?

- Demasiado bien... - susurré.

- ¿Qué?

- Eh... Sí, dormí bien. ¿Y tú?

- Cual bebé - dijo entre bostezos.

Fui al baño a cambiarme de pantalones, después me puse las zapatillas y a continuación me peiné un poco. Fui al salón y vi a Nico viendo la televisión, esperándonos a Thai y a mí.

- Te dejaste esto aquí anoche - dijo Nico tendiéndome mi móvil.

- Graciaaaas - dije mientras lo agarraba.

Me puse a revisar twitter mientras esperábamos a Thai. Cinco minutos después ya estaba preparado. Agarramos nuestras mochilas, dejamos las cosas que compramos encima de la mesa para no ir muy cargados y salimos a la calle. Fuimos a un Starbucks que estaba a cinco minutos de la estación de metro. Yo necesitaba un café, tenía mucho sueño. Cada uno se pidió su café a su gusto. Yo a parte me pedí un muffin de chocolate, me encanta el chocolate. Thai y Nico decidieron compartir unos donuts. Cuando terminamos de comer nos fuimos hacia la estación con lo que nos quedaba de café en las manos. Ya dentro del metro se nos acercó un chico de más o menos la edad de Thai y Nico con una chica que parecía ser su novia ya que el chico le rodeaba con el brazo. La chica aparentaba tener mi edad.

- ¡Eres Alfredito! Somos suscriptores tuyos - dijo alegremente el chico. Thai y Nico se hicieron una foto con ellos y luego ellos se sentaron con nosotros a charlar un rato. También iban a la Games Week.

- Yo soy Nora, encantada - pude presentarme al fin.

- Yo te conozco, te sigo en twitter. He leído que eres la novia de Thai - dijo la chica con una sonrisa en la cara.

- ¿Qué? - dijo Thai que parecía no haberse dado cuenta de aquella mentira que se estaba propagando como el humo.

- Son sólo rumores, no somos novios ni nada por el estilo. Somos sólo amigos - dije yo, un poco colorada.

- Lo confirmo - dijo Thai, levantando la mano.

- Oh, vaya. Lo siento mucho, no pretendía ofender. Es que se os ve tan juntos... - dijo la chica, que daba la sensación de que se había dado cuenta de que me había sonrojado.

- No importa, no eres la única que lo dice. Me han llegado muchos mensajes por twitter de ese tipo.

Continuamos charlando como si nada hasta llegar a nuestra parada. Tenían que ir a buscar a unos amigos así que nos despedimos de ellos y continuamos los tres solos otra vez camino a la Games Week. Cuando llegamos allí me fijé en que habían puesto una estatua nueva al otro lado de la entrada, frente a la de Link y Navi. Era una estatua de minecraft: un Steve con un pico de diamante corriendo con un pollo detrás. Entramos a la Games Week y nos pasamos la mañana jugando a todo lo que había en los stands. No nos dio tiempo a todos, creo que ni siquiera jugamos la mitad de los juegos. Cerraron a las dos de la tarde. Entonces aprovechamos para ir a comer por ahí. Obviamente queríamos comida rápida, así que fuimos a comer pizza. Siempre he amado la pizza. Mientras comíamos nos pusimos a charlar. Thai aprovechó para explicarle a Nico lo que vio aquella mañana.

- ... y entonces nos dormimos. Pero sólo somos amigos, en serio - terminó de contar Thai.

- Ya bueno, permíteme dudarlo primo - dijo Nico. Esto me hizo sonrojar. Thai no me miró, pero Nico me vio y decidió no darle más vueltas a aquel tema. Thai no dejó de mirar su pizza el resto de la conversación.

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