Capítulo 5

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        Me levanté a las doce de la mañana de la cama. Ya mientras desayunaba me dicuenta de algo: ¡Era jueves y esa misma tarde comenzaba la Games Week! Terminé de desayunar y me fui al ordenador a mirar twitter, a ver si Nico y Thai estaban despiertos. Efectivamente, llevaban despiertos desde las once. Le envié un mensaje directo a Thai pidiéndole su número. Vosotros diréis "¿Casi cuatro meses que lo conoces y no tienes su número?". La verdad, únicamente le di el móvil de mi tía para que negociaran. No quería ser la típica fangirl y decir "DAME TU WHATSAPP ALFREDITOOO" ni resultar pesada o ser como las demás. Además, nunca tuve la necesidad de pedírselo. Me daba igual hablar con él por twitter o por whatsapp, sólo quería hablar con él. Se lo pedí en ese momento por si necesitaban algo que no tuvieran que molestar a mi tía y me llamaran directamente a mí, o por si surgía cualquier emergencia durante la Games Week. Me contestó al mensaje directo con su número y le llamé a continuación.

        - ¿Sí? - respondió Thai con voz cansada.

        - Hoy empieza la Games Weeeeeeeek, iros preparandooooo - dije emocionada. Thai se rió.

        - Qué energía, carajo. ¿Te venís un rato? Para planear un poco más todas las cosas, claro...

        - ¡¿Quién es Thaaaai?! - oí gritar Nico.

        - ¡Es Noraaaa! - contestó Thai, también gritando.

        - Me vais a dejar sorda - dije riendo.

        - ¡Decile a Nora que andamos escasos de papel de baño! - volvió a gritar Nico.

        - ¡O.K., se lo digo ahora! Dice Nico que...

        - Lo he oído, no te preocupes - dije cortando a Thai -. Ahora voy y os llevo papel.

        - Gracias por todo Nora, sos lo mejor.

        - De nada, ya me lo compensarás - dije dedicándole una sonrisa involuntaria al teléfono.

        Me vestí con mi camiseta de Portal, unos vaqueros y una chaqueta gris con capucha y salí a la calle camino a casa de mi tía, pasando antes por el supermercado para comprar el papel que me pidieron. Cuando llegué me abrió Thai la puerta. Estaba en pijama aún y bastante despeinado. Esto último no me parecía nada raro en él, la verdad. Me vio la camiseta y quedó alucinado, pero no dijo nada. Nico estaba en el salón, sentado en el sofá mirando el portátil. Saqué un rollo de papel del paquete y se lo tiré a la cara.

        - ¿Pero qué onda...? - dijo Nico mirándome, riendo. Sabía que estaba de broma así que no se lo tomó mal.

        - Así aprenderás a no dejarme sorda por teléfono, forro - comenté yo, sonriendo. Al ver que Thai a mi lado también se reía, cogí otro rollo y se lo tiré también a la cara, siempre procurando dar con la parte blanda.

        - Tú tampoco te libras majo - dije yo, y nos reímos los tres.

        Nos sentamos todos en el sofá para decidir qué llevar, el punto de encuentro si alguno se pierde, dónde quedaríamos para ir hasta allí, la hora, etc. Por lo qué noté estábamos todos igual de emocionados. Nico no paraba de reírse por cualquier cosa y Thai estaba en su mundo, no se enteraba de nada. Yo simplemente no paraba de mover la pierna en el asiento o de morderme el labio inferior. Al final decidimos irnos a comer por ahí, luego a las 16:10 coger el metro y así a las 16:30 aproximadamente estar en la cola para entrar a la Games Week. Cada uno llevaría su móvil cargado al 100%, en vibración y en el bolsillo del pantalón para darnos cuenta cuando llamara alguno de nosotros. También llevaríamos agua, dinero (obvio, queríamos arrasar con las tiendas de cosas frikis), las entradas que yo había comprado un mes antes, cada uno su cámara, pañuelos por si acaso y yo llevaría cuaderno y bolígrafo por si algún fan les reconocía que no se quedara sin una dedicatoria. Nos sobraría bastante espacio en la mochila, espacio que llenaríamos con las cosas compradas allí. Ya zanjado todo el plan, Thai recogió el papel higiénico, ya que pasaba cerca del baño para ir a su habitación, y fue a cambiarse. Nico ya estaba preparado para salir desde que llegué. Quizá fue porque no había demasiada confianza entre nosotros dos y quería quedar bien. En tres minutos Thai ya estaba preparado.

        - Tienes complejo de Flash, ¿eh? - le dije yo.

        - Sí, soy su hijo perdido - bromeó él.

        Fuimos andando hasta un burguer que había cerca de la estación de metro donde tendríamos que ir luego. Comimos allí, hinchándonos a hamburguesa, y después bajamos las escaleras al metro. Las 16:00. Nos sobraría bastante tiempo. La Games Week abría sus puertas a las 17:00, así que no tendríamos ningún problema. Llegamos a nuestra parada y subimos las escalera para salir. En el camino, un chico con un poco menos de mi edad reconoció a Thai y a Nico y estuvo un buen rato hablando con ellos. Finalmente se hicieron una foto y continuamos andando. Las 16:30. El chico nos había entretenido demasiado tiempo y yo predije que entonces, cuando llegáramos, habría una cola enorme. Y efectivamente. Una cola que llegaba al final de la calle y rodeaba una rotonda. Nos pusimos al final.

        - Bueno, pues ahora toca esperar - señaló Thai, sentándose en el bordillo de la acera, sin abandonar la cola.

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