Gamer Story

Capítulo 11

Terminamos de comer al fin. Nunca había comido tanta pizza en mi vida. Yo agarré uno de los cartones de pizza para tirarlo y Nico cogió el otro.

- Thai, vamos a tirar esto. Espera en la puerta - sugirió Nico, y Thai le hizo caso. Fuimos a tirar las cajas a la basura y cuando me iba a dirigir hacia la salida Nico me paró agarrándome del brazo.

- Venga Nico, Thai nos espera...

- Explícame eso.

- ¿El qué?

- El sonrojo cuando he hablado de ese tema, la sonrisa que vi que tenías al dormir con Thai...

- ¿Qué quieres que te explique de eso?

- El por qué.

- Ni yo misma lo sé.

- ¿Te gusta Thai?

En ese momento me quedé un poco en shock. No sabía qué responder. En realidad no sabía si me gustaba o no. Estaba claro que éramos muy buenos amigos y que me caía muy bien y lo pasaba muy bien con él. También estaba claro que habían pasado cosas muy extrañas con él. Pero nunca pensé en que el motivo de estas cosas que me habían pasado era que me gustara. Es decir, nunca me habían pasado cosas así. ¿Cómo podía saber yo que era por eso? Podría haber sido alguna otra cosa, no sé. Quizá evadiera esa posibilidad de mi cabeza para no hacerme daño a mí misma, ya que en el caso de que me gustara, ¿qué pasaría? Estaba segura de que él no sentía nada por mí. O casi segura. Pero joder, es Thai. ¿Cómo le voy a gustar yo? Es una estupidez. Por eso quizá mi mente borró automáticamente la posibilidad de que Thai me gustara, porque obviamente no le iba a gustar yo a él y lo pasaría mal.

- ¿Nora? - me dijo Nico, haciendo que mi mente volviera a la tierra.

- Nico... No lo sé. Estoy muy confusa... Necesito contarle esto a alguien - dije yo, sentándome en una silla cercana, mirando al suelo. Nico se sentó al lado mía.

- Sabes que podes contar conmigo, aunque te conozca de hace poco... - dijo él rodeándome con el brazo para calmarme un poco, ya que veía que estaba nerviosa.

Decidí contarle todo lo que se me había pasado por la cabeza. Necesitaba desahogarme con alguien. Nico escuchaba atentamente, pensando. Cuando terminé de hablar Nico quedó callado un rato.

- Nora, es obvio que te gusta. Quieras o no. Además, quién sabe. Todo puede suceder, ¿no? - arrancó a decir, sonriendo. Entró Thai al restaurante.

- ¿Qué pasó? Llevo diez minutos esperando fuera, tortolitos - dijo Thai cuando llegó a donde estábamos sentados y vio a Nico rodeándome con el brazo. Rápidamente, éste quitó el brazo.

- Venga Thai, ¿Nora y yo? Estás mal - dijo Nico, sonriendo.

- ¿Qué hacían?

- Mi madre acaba de decirme que se ha estropeado mi ordenador y necesitaba consuelo, nada más - mentí yo.

- Ah, entonces te entiendo perfectamente - dijo Thai.

Salimos del restaurante al fin y decidimos dar una vuelta por ahí. Recorrimos las calles de Madrid viendo tiendas y escaparates. Era bastante bonito ver pasar todo tipo de vehículos por la carretera. También nos parábamos a observar los títulos de las obras teatrales que anunciaban. Pasamos por una tienda decaramelos caseros localizada en una calle pequeña, con un solo carril de coches. Dios, aquellos caramelos son los mejores. Thai y Nico se llevaron medio kilo cada uno, mezclando sabores y tipos. Yo agarré sólo unos pocos gramos, tenía más caramelos en casa ya que solía ir a esa tienda así que me compré unos pocos para llevar en la mochila y comerlos mientras paseábamos. Seguimos dando vueltas por allí hasta las 16:00, hora de volver a la Games Week. No queríamos perdernos los concursos de cosplays y estábamos muy lejos de allí así que incluso llegaríamos un poco tarde. Paseando tranquilamente fuimos yendo camino a la Games Week por calles nuevas que Thai y Nico no habían visto. Hacía bastante viento así que yo iba con mi capucha puesta para que el viento no me despeinara y me pusiera el pelo de la cara. Thai y Nico simplemente se abrocharon la chaqueta. Al menos cuando llegáramos a la Games Week no haría viento.