Ya había pasado un mes de que Erick fuera secuestrado y su familia se encontraba desolada. Habían intentado reunir el dinero que le pedían los secuestradores pero la empresa cada vez iba peor. La policía lo buscaba sin descanso pero no daban con él.
Mientras Erick apenas podía mantener la cordura en aquel lugar horrible. Sentía que cada vez podía menos. Intentaba entretenerse con cualquier cosa pero en aquel sitio agónico poco podía hacer.
Muchas veces se quedaba asomado a las rendijas de su ventana a ver si el vecino de en frente abría la suya pero allí no vivía nadie.* * *
Lucía se mudaba al día siguiente. Tenían prácticamente todos los muebles ya en la otra casa y solo faltaban las camas.
Aunque echaría de menos esta casa, estaba ansiosa por mudarse.
La casa nueva era muy espaciosa. En la planta baja había un patio pequeño, un cuarto de la colada, la cocina y un gran salón con chimenea. En la planta superior 3 habitaciones y un cuarto de baño.
El que iba a ser su cuarto era amplio y sus muebles ya se encontraban allí.
Se durmió y esperó ansiosa al día siguiente.* * *
Lucía ya iba con sus padres en el coche rumbo a la nueva casa. Mientras escuchaba música y miraba por la ventana. No tenía ningún pensamiento. Solo se concentraba en la música.
Finalmente llegó a la casa y entraron. Se pusieron a comer y después Lucía se fue a su cuarto.
Hizo deberes, colocó algunas cosas, estudió... Y se asomó a la ventana. Miró hacia el frente y vio una ventana en frente de la suya a bastante distancia. Se quedó fijamente mirándola mientras al otro lado de la otra ventana estaba Erick mirándola también. Se quedó estático creía que lo miraba a él pero era imposible que lo viera. La ventana estaba lejos de la suya y la ventana de Erick estaba cerrada con unas rendijas abiertas. Erick empezó a golpear la ventana y a pegar voces pero Lucía no lo oyó. La ventana estaba insonorizada. Él no lo sabía así que siguió intentando que lo oyera hasta que su ruido llamó la atención de uno de los secuestradores y este gritándole en ruso empezó a golpearlo hasta que Erick se quedó inconsciente.* * *
Lucía estaba en la universidad caminando por los pasillos junto a Carolina y otra compañera más. Se dirigían a la siguiente clase.
- Chicas, ¿Cómo creéis que se encontrará Erick?- Preguntó la otra chica que las acompañaba. Ella se llama Carmen.
Carolina miró de reojo a Lucía y le contestó
- Pues la verdad espero que esté bien. De lo que lo conozco me cae bien y la verdad es que no se merece lo que le ha pasado. Hablan de que lo han secuestrado en las noticias y piden una suma muy alta de dinero que sus padres no pueden pagar.
- ¿De verdad? Pobrecillo. Debe estar pasándolo fatal. - Dijo Carmen mirando a Carolina.
Llegaron a la clase y se sentaron las tres juntas.
Lucía estaba sumida en sus pensamientos, pensando en cómo estaría ese chico el cual le roba el sueño.- Señorita Ariza, ¿Me puede responder a la pregunta que acabo de hacer? - Llamó la atención de Lucía. Ella estaba en su mundo y no tenía ni idea de lo que había dicho.
- No lo sé profesor. Estaba distraída. - Dijo Lucía avergonzada ya que no le gustaba que le llamaran la atención y además la miraba toda la clase.
- Bien. Váyase de la clase y la próxima vez esté más atenta. -
Lucía recogió todo lo de la mesa y sin decir nada se marchó de la clase mientras el profesor seguía con la clase. Decidió marcharse a la cafetería de la universidad y repasar el examen que tenía a la siguiente hora.
Iba por el pasillo mirando el móvil y de repente cayó al suelo al tropezar con otra persona. Miró hacia arriba y era un chico, bastante guapo.- Perdona no te había visto y veo que tú a mí tampoco. -Dijo el chico de sonrisa radiante mientras le tendía la mano para ayudarla a levantarse.
- Perdón. Iba mirando el móvil. - Dijo Lucía sonrojada por su torpeza.
- Bueno no te preocupes yo también iba distraído. Soy Carlos y ¿cómo te llamas tú? -
- Soy Lucía, encantada. Lo siento pero tengo algo de prisa. Tengo examen la siguiente hora y quiero repasarlo antes. -
- Igualmente. Vale. Nos vemos.- Dijo Carlos sonriendo. Lucía le había parecido una chica interesante aunque no la conociera.
- Adiós. Lo siento de nuevo. - Dijo Lucía despidiéndose de él y dándole dos besos de despedida.
Llegó a la cafetería y pidió algo mientras estudiaba.
Llegó la hora del examen,lo hizo perfectamente y se marchó a su casa acompañada de Carolina. Comió y se fue a la cama. Últimamente estaba más cansada de lo normal. Se fue a dormir pero a los pocos minutos se despertó con unas fuertes ganas de vomitar. Corrió hasta el lavabo y vació su estómago con todo lo que había comido ese día. Seguramente algo le había sentado mal.
* * *
Lucía solía tener siempre la ventana abierta así que Erick la observaba continuamente. No era un psicópata pero ¿qué iba a hacer mientras estaba encerrado en aquel lugar horrible?
La vio levantarse y correr rápidamente hacia algún lugar.
¿Le habrá pasado algo? Se preguntó.Como la observaba continuamente sin quererlo y sin saberlo, Erick se iba enamorando de ella. Era la única persona a la que veía cada día y la única que podía salvarlo.
Un día al despertar, recordó todo lo sucedido el día que amanecieron desnudos los dos.
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¡ A TRAVÉS DE TU VENTANA !
Teen FictionGracias a Lucía, Erick podrá ser rescatado del infierno en el que se encuentra. Pero... ¿Qué pasará después? No todos los finales son felices.